Aragón arría la bandera y se va de Catarroja tras un mes de intenso trabajo

Aragón tiene desde este mes un hueco en el corazón de los habitantes de Catarroja, una de las localidades valencianas afectadas por la dana. Este miércoles ha tenido un significado especial cuando se arrió la bandera aragonesa en el Puesto de Mando Avanzado. Era el momento de las despedidas y la alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, agradeció la labor desempeñada durante este último mes. “Los aragoneses nos han ayudado en la desesperación”, afirmó en el acto en el que la policía local de Alcorisa, Esther Hernández, le hizo entrega de una pulsera con la imagen de la Virgen del Pilar y el cachirulo.

Aragón ha sido la última comunidad autónoma en salir de Catarroja y la única en trabajar de forma autónoma. La ayuda ha estado coordinada desde el Puesto de Mando instalado junto al cementerio y la CV-400, y posible, además, por la labor de la Agrupación de Protección Civil ubicada en la Venta del Aire que ha dado el soporte logístico al despliegue aragonés.

Los efectivos se han ido adaptando a las necesidades; desde cerca de 300 en los momentos más difíciles a los 60 del último día.“Tomar conciencia de la magnitud de la emergencia”, ha sido para Jorge Crespo, jefe del operativo aragonés y desde el 18 de noviembre asesor a nivel municipal en la gestión de la emergencia, la clave.
 

Entre el dispositivo se encontraban técnicos y operarios del Infoar, sanitarios y miembros de Protección Civil, así como bomberos y policías. En el caso de la Policía Local de Teruel acudieron a Catarroja en dos fases. La primera vez hace cuatro semanas cuando “la vía pública estaba peor, con coches acumulados en las calles, una imagen que a todos se nos ha quedado en la retina. Una cosa es verlo en imágenes y otro estar aquí porque lo ves de cerca, en ángulo más abierto”, explicaba este miércoles, Pedro González, inspector jefe de la Policía Local de Teruel, que esta semana volvió otra vez al municipio valenciano.

En aquellos primeros días, el contingente se ocupaba de facilitar la movilidad y la accesibilidad porque las vías estaban colapsadas. Para ser eficientes se desplazaban a pie desde el Puesto de Mando Avanzado hasta el sector asignado. En esta segunda fase, las vías estaban más limpias y se han encargado de atender requerimientos en domicilios, reportar al puesto problemas acuciantes como la aparición de socavones y sobre todo “dar seguridad” a los vecinos de la localidad.

Las patrullas se desplegaban en parejas o en grupos de cuatro, según cada momento y en coordinación con otros policías locales. “Hemos coordinado sinergias y hemos aprendido mucho”, aseguraba Pedro González, que reconoció que las consecuencias sin precedentes de esta dana ha sido una gran desgracia pero ha supuesto “una experiencia vital personal y profesionalmente impresionante donde el sentido de servicio público cobra toda su importancia”. “Nos podemos sentir orgullosos del trabajo realizado”, añadió.

Si en el primer desplazamiento, a principios de noviembre, los vecinos se preocupaban de cubrir sus necesidades más básicas porque su día a día se había convertido en un drama. Poco a poco se fueron atendiendo esas necesidades y ahora “ya empiezan a funcionar tiendas y bares y cada familia se da cuenta de su situación personal, la pérdida de los coches y los trabajos, porque muchos están en erte”. Y por ello, “la gente se desahoga con nosotros, necesitan hablar” apuntaba este miércoles González que comentaba que algunos de los vecinos de Catarroja se dan ahora cuenta de la suerte que han tenido, como un hombre que aquel fatídico 29 de octubre cuando bajaba a sacar su coche cogió el ascensor, se le quedó parado en el primer piso y no llegó a bajar a la calle: “Cada uno nos contaba sus pequeñas historias y él veía que había vuelto a nacer”, destacó el inspector jefe turolense.
 

Los vecinos de Catarroja, como de toda la zona afectada por la dana, se enfrentan a situaciones dramáticas, porque han perdido familiares, vivienda, coches y trabajos. “Lo que hemos hecho es escuchar porque al principio se encontraron súper arropados y ahora es el momento de la reflexión sobre lo que han perdido”, comentó. “Estamos en este punto de escucharlos, de mostrar empatía y saber lo que hay que decir a cada uno”.

Este miércoles el dispositivo aragonés se ha marchado, aunque todavía permanece el ejército con la UME, medios valencianos y medios privados que han sido contratados para continuar con los trabajos.

Los agentes turolenses fueron como voluntarios fuera de sus turnos de trabajo en Teruel ciudad. La alcaldesa firmó un decreto para poner a disposición los medios de la Policía Local que fueran necesarios en su desplazamiento a Catarroja, donde se pusieron bajo las órdenes del Puesto de Mando Avanzado.

“Nos han cuidado al máximo”, aseguró Pedro González, que este miércoles volvió a Teruel junto a sus otros tres compañeros, después de cuatro días en la ciudad valenciana.