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Dos expediciones diarias llevan comida caliente al contingente de la DGA desplegado en Catarroja desde la Venta del Aire Dos expediciones diarias llevan comida caliente al contingente de la DGA desplegado en Catarroja desde la Venta del Aire
El presidente de la Agrupación de Protección Civil, Pedro Verniá (izq.) da indicaciones a sus compañeros. J. L. R.

Dos expediciones diarias llevan comida caliente al contingente de la DGA desplegado en Catarroja desde la Venta del Aire

El restaurante Los Maños se ha convertido en el Centro de Recepción de Medios (CRM) del Gobierno de Aragón
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José Luis Rubio

“Venga chicos, nos vamos”. Dicho y hecho. La voz de mando atajó las conversaciones que los voluntarios de Protección Civil de la Comarca Central mantenían en la Venta del Aire, distendidos, junto a los cuatro vehículos pick-up, a la espera de que arrancase el convoy que les iba a llevar hasta el Puesto de Mando Avanzado (PMA) instalado por el Gobierno de Aragón en Catarroja. Y en cuanto aparecieron los dos vehículos de la Comarca de Gúdar Javalambre cargados con las casi 300 raciones de comida con las que se alimentarían los efectivos desplegados por Aragón el viernes, el convoy de seis vehículos arrancó sin esperar más.

El restaurante Los Maños se ha convertido desde hace diez días, en el Centro de Recepción de Medios (CRM) del Gobierno de Aragón. Su ubicación, junto a la autovía A-23 y casi a las puertas de la Comunidad Valenciana, le convierte en una lanzadera idónea para catalizar los suministros que tienen que llegar a la zona devastada por la dana el pasado 29 de octubre.

Desde allí salen, dos veces al día, vehículos de Protección Civil cargados con las raciones con las que alimentar a todo el dispositivo desplegado desde la Comunidad de Aragón para colaborar en devolver la normalidad lo antes posible a la provincia de Valencia.

A las 10:30, centro de mando bulla cada mañana actividad. La tensión es patente en la reunión que mantienen los voluntario con Pedro Verniá, presidente de la Agrupación de voluntarios de la Comarca de Gúdar Javalambre. Verniá distribuye las tareas entre su equipo, siempre pegado al teléfono. Por si acaso.

“Coordinamos desde el inventario al manejo de los pedidos de un depósito de material que tiene aquí el Gobierno de Aragón. Coordinamos la intendencia de todo el operativo de la gente que controla el Gobierno de Aragón, de todos los que trabajan. Nosotros controlamos su intendencia que incluye la manutención, comidas, cenas, desayunos”, explicaba Verniá tras la reunión.

La cocina de Los Maños, en la Venta del Aire, prepara unas 500 raciones diarias


Esa intendencia trata de tener atendidos lo mejor posible a todo el dispositivo desplegado por Aragón en Valencia para que todos puedan ofrecer su “máximo rendimiento”, subrayó el presidente de la Agrupación. “Atendemos todo lo que es la alimentación lo gestionamos nosotros. También gestionamos de gente que duerme aquí donde tenemos el CRM y también gestionamos dentro de la intendencia, además de bajar el agua perno, la comida, la fruta, el caldo, bajamos termos de caldo, bajamos termos de café, bajamos leche, todo lo que es la comida, la bebida”, abundó.

Pero los vehículos de Protección Civil no regresan de Catarroja vacíos. “También nuestra intendencia supone recoger la basura que genera toda la gente de Aragón. Toda la basura que genera la gente que trabaja para Aragón la subimos nosotros porque aún no hay servicio de recogida de basura allí. Y para que no se acumule, la subimos aquí, porque hay que tirarla aquí, a la Venta del Aire, para no parar en el camino que perdemos tiempo”, dijo.

La preocupación de Pedro Verniá es que los integrantes del dispositivo aragonés coman caliente. “Que la comida llegue después del esfuerzo que supone preparar tantas raciones... y que llegue ocupando el menor espacio posible”, añade en lo que define a menudo como una “operación quirúrgica”. Es “quirúrgica” porque combina una gestión milimétrica del espacio disponible en cada vehículo con unos horarios tan precisos como permite el propio carácter de emergencia. “Hay que ir a mucha distancia y hay mucho atasco (...) Si `podemos, intentamos llevarlo todo en un solo vehículo. Tratamos de llevar solo lo necesario y un poco más, pero sin excesos. El mayor desafío es que la gente allí esté bien alimentada y con el alimento además de recuperar sus fuerzas también les da más vidilla”, argumentó.

El presidente de la Comarca de Gúdar - Javalambre, José Luis Alvir, coincidió en la importancia del despliegue asegurando que “había estado en ningún despliegue como este y la verdad es que ha sido espectacular porque a nosotros nos llamaron como agrupación que teníamos que ponerlo todo en marcha y que un poco teníamos que coordinar todas las tareas para abajo. y la verdad es que se han volcado todas las agrupaciones de Aragón, muy en especial las de aquí de Teruel porque están aquí todos los días”.

Tráfico

Hacer llegar todo ese despliegue de materiales al Centro de Mando Avanzado no es tarea fácil cuando que atravesar una zona devastada y una ciudad, la de Valencia, colapsada por el tráfico.

“Nosotros bajamos el material con vehículos prioritarios para poder entrar. Cuando tenemos que hacer porte de material mayor, como depósitos o piquetas, utilizamos los propios vehículos de la comarca. Son furgonetas que escoltamos con los vehículos propios que viajan con comida y demás para que puedan acceder al convoy”, detalló el presidente de la Apuración de Voluntarios, alertando de que “hay días en los que la circulación es imposible”. Por ello, continuó, “se han abierto carriles para servicios de emergencia” para evitar los atascos.

Voluntarios de Protección Civil cargan una pick-up con la comida del contingente


Además, desde hace unos días el convoy de Protección Civil debe recoger y escoltar a un grupo de profesionales sanitarios y periodistas que cada día suben a dormir a Segorbe.

Entre el orgullo por un trabajo bien hecho y la preocupación de cumplir con su labor varias veces al día, Pedro Verniá no duda en decir que “esto es un desafío nunca visto. Esta emergencia, a nivel logístico, es un desafío nunca visto”.

Además de las raciones de comida, esta semana se han desplazado dos depósitos de 1.000 de agua dulce para que los miembros del dispositivo puedan asearse. “Allí no hay agua corriente. El lodo es muy tóxico y cada vez lo es más porque están empezando a proliferar todo lo que son colitis, enfermedades gasto-intestinales”, describió Verniá justificando la instalación de “dos depósitos de mil litros, de plástico con una jaula metálica, al los que les hemos puesto unos grifos. Está asentados sobre una pila de palés. Allí tienen agua de calidad suficiente para lavar manos y con jabón y tenemos también un primitivo sistema de drenaje allí con grava”. Los bomberos de Valencia se encargan de rellenar esos depósitos cada día.

Para beber, los voluntarios de Protección Civil bajan palés de agua embotellada. Las botellas de 33 cl. se emplean durante la comida, mientras las más grandes, de 1,5 litros, se reparten a los miembros del despliegue aragonés para que vayan bebiendo durante la jornada.

En el campamento del PMA la logística es, si cabe, aún más importante y la comida que se baja dos veces al día requiere de ciertos cuidados. “Tienes que almacenar la comida en alto para que no se contamine, las cosas que están plastificadas pueden estar tocando el suelo”, explicó.

Ración y media

Ricardo Amicis, segundo encargado del hotel restaurante Los Maños, “al principio empezamos con bocadillos, pero luego ya hablábamos de hacerles más comida como Dios manda. Desde entonces hacemos más de guisos, potajes, pasta o arroz, algo que llenara mucho más. Además, nos encargamos de que no les falte agua, café, humo y caldo, sobre todo el caldo, que les encanta”.

Además de los envases de plástico en los que se sirven una ración y media por comensal, se bajan termos con 50 litros de caldo y otros tantos de café en cada viaje.

El viernes se prepararon cerca de 280 raciones de comida. Y para la cena, la cifra se había disparado aún más. David Sebastián, jefe de cocina en Los Maños, se esmeraba el viernes en servir las casi 280 raciones de judias pintas y blancas con carne y embutido de la zona junto a tres cocineras más.

Para que las raciones de comida se mantengan calientes se trasladas en cajas isotermo. J. L. R.


Los menús constan de un único plato, pero de ración y media, además de pan y fruta. “Miramos que fuera fácil de comer, pero que llegara sustento. Son platos que llevan sus trozos de carne y de proteína, pero que sean fáciles de comer, que no tengan que usar tenedor y cuchillo ni nada”, dijo Sebastián. Normalmente son platos de cuchara, abundan los platos de cazuela aunque también se prepara pasta o arroz en diferentes elaboraciones. Así, el dispositivo aragonés comió el viernes el guiso de alubias y cenó otro guiso pero, esta vez, de patatas con costilla.

Los menús se realizan con productos locales, de “el matadero de aquí al lado, la fruta viene de Teruel ...todos los proveedores son locales”, puntualizó el jefe de cocina.

Para que la comida llegue con la temperatura adecuada se transporte en cajas de porexpán. De “corchopán”, bromeó Verniá en el proceso de carga de los vehículos. “Al principio se bajaba en bolsa individualizada y ahora lo bajamos en cajas térmicas, las raciones para que no pierdan temperaturas individuales, el pan por otra parte cubiertos por otra parte, agua por otra parte y la fruta separada en cajas y demás”, explicó Felipe Perales, consejero de Protección Civil en Gúdar - Javalambre.

Que el funcionamiento de este CRM sea tan fluido podría estar favorecido por la experiencia que adquirió en 2023, durante el incendio que asoló 900 hectáreas en los municipios de Olba y San Agustín. Así lo recordó Perales, asegurando que “hace poco tiempo se instaló aquí (en Los Maños) el CRM”.

Además, el consejero recordó el mandato que recibieron en la visita del presidente de Aragón, Jorge Azcón: “nos dijo que no les faltara de nada”.

Los que bajan y los que suben

Una de las cosas que se pueden comprobar en el CRM es la catarsis de los integrantes del dispositivo aragonés, cómo cambian las expresiones, las caras y los comentarios cuando bajan hacia Valencia y cuando regresan a casa. “Vienen con ganas de aportar, con ganas de trabajar y con intriga, porque tampoco se espera lo que se van a encontrar. Y cuando bajas ahí abajo, lo que te dicen, sobre todos los cuerpos operativos que hay allí, es que es desolador. Es desolador lo que hay en el interior”, describió Perales.

Este viernes, un dispositivo de bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza se detuvo en Los Maños para terminar de equiparse antes de entrar en la zona afectada por la tromba. Y para tomar un café. El jefe de Intervención del cuerpo, Carlos Col, confirmó que el contingente que vamos ahora va a estar dedicado a la extracción de vehículos básicamente, porque hasta ahora se ha realizado achiques y ahora ya esa faena se ha terminado básicamente, hay poco que achicar ya y lo que vamos ya es a retirar vehículos de la zona de garajes y todo” para concluir que “queda mucho por hacer todavía” porque, continuó, “en la zona que nos han asignado son más de 5.000 coches, lo que están metidos en garajes”.

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