María Isabel Valero, analista del laboratorio de análisis de la miel del CITA Teruel: “Los apicultores turolenses deben decidir si quieren contar con una figura de calidad para la miel”

La analista del Laboratorio de análisis de calidad de la miel ubicado en el CITA Teruel, María Isabel Valero, asegura que son los apicultores turolenses quienes deben decidir si quieren que la miel que se produce en la provincia cuente con un distintivo de calidad o una figura de protección como lucen otros productos agroalimentarios como el jamón, el aceite, el melocotón, la carne de cerdo, el vino y, más recientemente, la trufa.

Entre tanto, en este laboratorio especializado en analíticas de calidad de la miel puesto en marcha en 2021 continúan con el proyecto QMielTeruel financiado por el Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) para avanzar en la caracterización y tipificación del producto.

-¿Qué importancia tiene para el sector apícola la presencia del Laboratorio de análisis de calidad de la miel en el CITA Teruel?

-Realmente es un recurso demandado. Este laboratorio había sido solicitado por la ADS Apicola de Teruel, cuyos socios tenían bastante interés en que hubiese en la provincia y en la Comunidad Autónoma de Aragón un laboratorio para poder realizar los análisis de calidad de la miel. Gracias a la financiación del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), se puso en marcha en 2021 este proyecto en el cual estamos trabajando para poder dar un distintivo de calidad a la miel de la provincia de Teruel, porque la tiene.

-¿Qué tipo de análisis llevan a cabo?

- Entre los que estamos realizando, hay análisis físico-químicos como puede ser humedad, color, pH, conductividad, acidez, perfil de azúcares... Y luego otro tipo de análisis muy demandados por los apicultores son los polínicos. Se hacen dos tipos, el polínico completo y el polínico predominante, en el cual se cuentan más de 300 pólenes y luego se saca el porcentaje de cada uno de ellos para que, a la hora de etiquetar sus mieles, puedan decidir si hacerlo como monofloral de romero, de tomillo o milflores. Esta última tampoco hay que desprestigiarla para nada porque puede ser muchísimo mejor que una monofloral y más aquí en la provincia de Teruel, donde tenemos la suerte de que justo cuando termina la floración del romero empieza la del tomillo y esa miel de labiadas es muy rica también.

-¿Cuántos apicultores hacen uso de sus servicios de análisis?

-Está abierto para todo aquel apicultor que quiera analizar sus muestras, no solamente de la provincia ni de la comunidad autónoma sino que está abierto para los apicultores de toda España que quieran venir. Se utiliza bastante, lo que pasa es que, como estamos empezando, hay que darle una mayor difusión para que la gente conozca este servicio.

-¿Qué pasos están dando para conseguir una figura de calidad diferenciada para la miel de Teruel?

-Llevamos tres años trabajando en el proyecto QMielTeruel y nos han concedido financiación para otros dos más para continuar con la caracterización y tipificación de la miel de Teruel hacia un distintivo de calidad (QMielTeruel2). Gracias a los apicultores profesionales de la provincia, podemos obtener las muestras y, si ellos realmente están interesados, tendríamos que empezar a realizar un pliego de condiciones y una serie de requisitos para hacer ese distintivo de calidad. Hay apicultores que ya utilizan C'alial, la marca de garantía de calidad del Gobierno de Aragón.

-La miel turolense, ¿podría optar, como la trufa negra, a una figura de protección como la Indicación Geográfica Protegida (IGP)?

-Por poder, se puede, pero no podemos empezar la casa por el tejado sino que hay que ir subiendo peldaño a peldaño. Primero tenemos que ver que realmente el sector está por la labor y, después, conocer los resultados del proyecto de investigación que tenemos en marcha.

-¿Qué condiciones reúne la provincia de Teruel para que la miel que se produce en este territorio sea tan apreciada?

-Sobre todo la floración a la que van las abejas a pecorear. Es muy importante porque tenemos muy buena calidad de romeros, de tomillos, de espliegos, de ajedrea... Y luego el manejo de los apicultores también es muy importante a la hora de tener una buena miel. Todo esto lo van cumpliendo a la perfección. Además, la humedad es un parámetro bastante importante porque su exceso hace que prolifere la fermentación, el crecimiento de microorganismos. La norma de calidad de la miel establece que tiene que estar por debajo del 20% y estamos viendo que en la provincia de Teruel las tenemos por debajo del 18%, con lo cual esto asegura una muy buena conservación de la miel.