Álvaro Cambra, historiador: “El San Sebastián de Cuevas de Almudén es la única obra que se conoce firmada por Stieger”

El historiador turolense Álvaro Cambra dio por iniciado el Ciclo sobre Historia del Arte Turolense del Instituto de Estudios Turolenses el pasado fin de semana, con la primera de las cinco conferencias programadas, sobre la escultura de San Sebastián, obra de Geörg Stieger, que se conserva en el Museo de Arte Sacro de Teruel (MAST).

-¿Que importancia tiene esa escultura de San Sebastián?

-Más allá de su calidad artística, tenemos que darle importancia por varias razones. De entrada es la única pieza de Geörg Stieger firmada y fechada (en 1717), ya que el resto son todo atribuciones. Y en cualquier caso de todas ellas es la que más calidad tiene, con una gran minuciosidad en detalles como los dientes o los dedos de pies y manos. Además planteaba un misterio saber cómo una pieza creada en el norte de Italia llegó hasta la provincia de Teruel. Además esta es una de las piezas más investigadas y documentadas del MAST, donde por desgracia la mayor parte de las piezas no tienen una autoría ampliamente consensuada.

-¿Stieger fue un escultor relevante?

-Sabemos que vivió al norte de Italia, en el límite con Austria, donde desarrolló toda su vida trayectoria artística y vital. En su región fue muy conocido y muy requerido, pero por alguna razón con el paso del tiempo fue relegado al olvido. En la actualidad la única obra que se conoce con su firma es este San Sebastián, el resto son atribuciones. Así que el hecho de no existir un catálogo con obras suyas dificulta mucho analizarlo como autor.

-Stieger trabajó en Italia pero esta escultura pertenece a la iglesia de Cuevas de Almudén. ¿Cómo es eso?

-Eso era un misterio pero gracias a la investigación que llevé a cabo en su día determiné como llegó desde tan lejos. Sabemos que existió un jesuita llamado Melchor Royo, natural de Cuevas de Almudén, que estuvo en Roma trabajando como Penitenciario del Papa, aunque no sabemos de qué Papa porque no tenemos la fecha exacta. Y en un documento del Archivo Histórico Diocesano de Teruel se cuenta como Royo envió la pieza a la iglesia del pueblo.

-¿No se conoce la fecha exacta?

-No. Este documento lo escribió Pedro Felipe Analso de Miranda, consejero de Felipe V y Obispo de Teruel entre 1720 y 1731. Hacía visitas pastorales en las que describía los templos y el patrimonio que tenían en cada pueblo. A Cuevas hizo tres, y en una de ellas describía la escultura de Stieger en una capilla, y contaba que Melchor Royo la había hecho llegar desde Roma. Así que la escultura llegó entre 1717, fecha en la que está datada por su autor, y 1731.

-¿Y ˆde Melchor Royo que más se sabe?

-Poco, porque la iglesia de Cuevas sufrió muchos daños en la guerra y lo poco que quedó de su archivo no revelaba muchos datos. Se sabe que fue jesuita, que fue rector en el Colegio San Francisco Javier de Graus (Huesca) y que sirvió al Papa en Roma, aunque no se sabe a cuál. Y ˆtambién se sabe que, además del San Sebastián, hizo llegar a la iglesia del pueblo dos relicarios, uno con un fragmento de la Vera Cruz y, si no recuerdo mal, una urna con los restos de San Florencio.

-¿Qué fue de esos relicarios?

-Seguramente desaparecieron en la Guerra Civil, y de algún modo el San Sebastián se salvó. En el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza están los expedientes de los Tribunales de Responsabilidades Políticas que abrió el franquismo tras la guerra. En el expediente de Joaquín Colás, que fue secretario del Ayuntamiento de Cuevas de Almudén con la República, se le acusaba entre otras cosas de contribuir a la destrucción de la iglesia. El documento recoge como él alegó que no solo era falso, sino que contribuyó a salvar algunas obras de arte, y explicaba que en un pajar del pueblo había diferentes objetos rescatados de la iglesia. Uno de ellos debió de ser el San Sebastián de Stieger.

-Pedro Luis Hernando, director del MAST, sostiene que la guerra civil destruyó mucho patrimonio histórico en Teruel pero no todo, como a veces se sostiene...

-Estoy de acuerdo. El MAST ˆtiene piezas de gran calidad que pertenecen al obispado o a las diferentes parroquias que las han depositado allí. El problema es que en muchos casos no están investigadas y no se conoce su autor. Por eso cuando alguna se estudia y sale a la luz su autoría, como las tablas de Antonio Bisquert o la Virgen de la Misericordia, parece que sea sorprendente... con el San Sebastián de Stieger pasó lo mismo. Pero claro que se han conservado piezas de arte muy importantes en Teruel.

-Sorprende que su investigación sobre esta escultura de Cuevas de Almudén que se conserva en el MAST se publicara en una revista de la Universidad de Cantabria.

-Fue un estudio que emprendí por cuenta propia porque siempre me ha gustado esa pieza. Y cuando lo terminé lo publiqué en la revista Santander. Estudios de Patrimonio que edita la Universidad de Cantabria, por sugerencia de una profesora de la carrera de Historia. En realidad en el ámbito de la historia no es necesario que la investigación se publique en el mismo ámbito geográfico, sino que tiene cabida en cualquier revista científica.