En la historia de la provincia de Teruel podemos encontrar muchos datos interesantes, entre ellos encontramos la historia de los dinosaurios, hace millones de años en este lugar que ahora habitamos existían diversidad de especies, gracias a su descubrimiento, en varios lugares de la provincia, podemos conocer más de sus formas de vida y sus características. Además de ser un atractivo turístico muy relevante para toda la provincia.
Hoy hago referencia a ellos porque me parece adecuado hacer este símil, ¿cuantos animales acabarían debajo de las patas de los dinosaurios más grandes? ¿cuántos pisotones se llevarían la vida de otras criaturas más pequeñas? Igual que en la vida diaria de los seres humanos, solo que en este caso los pisotones no son por descuido, lo son por mezquindad, falta de valores, egoísmo y nula empatía.
Esto se puede extrapolar a todos los temas de nuestra “avanzada” sociedad, desde la guerra de Ucrania, donde Rusia pretende pisar todos los derechos de un país entero, hasta las relaciones personales, donde los pisotones se producen cada día.
De verdad que estoy cansada de encontrarme con personas que son inteligentes, valiosas, incluso brillantes y que son anuladas por otras personas.
Existen muchos tipos de pisotones emocionales, por ejemplo el de aquellas parejas cuya comunicación está tan defectuosa que se hablan con faltas de respeto constantes, o en los casos donde una de ellas anula la opinión de la otra. O el de los progenitores que maltratan a sus hijos psicológicamente e incluso de manera física.
En otros casos, en el ámbito laboral, es la empresa la que pisa los derechos de los trabajadores, escudándose en la falta de beneficios o en crisis que nunca se acaban.
Pisotones variados son los que nos encontramos en zonas poco pobladas como la nuestra, cualquier intento de crear cosas nuevas, sobre todo si se necesita la ayuda de la administración, se ven truncadas por diversos muros administrativos, que impiden que haya agilidad en las respuestas a problemas importantes.
En las zonas rurales vivimos poca gente, es verdad, pero no tendría que ser una excusa para dejarnos de lado, para no atender nuestras necesidades y peticiones. Sin ir más lejos, el año pasado, un grupo de padres intentamos crear una asociación, fueron tantos los problemas relacionados con papeleos y trámites varios, que dejamos el tema por imposible.
Hoy quiero animar desde aquí a todas las personas que os sintáis de alguna manera pisoteadas a que no lo sigáis permitiendo, sea cual sea el motivo por el que estáis en esa situación todo se puede cambiar, no hay que estar toda la vida corriendo de un lado para otro para esquivar los pisotones de los dinosaurios más grandes, no hay que estar continuamente en alerta, porque eso no es vivir, vivir es otra cosa. Se trata de ocupar vuestro lugar, nuestro lugar, y hacernos más grandes.
Si alguna vez habéis tenido un enfrentamiento con alguien sabréis que agachar la cabeza solo sirve para que te caiga todavía más porquería encima, y no hablo de defenderse gritando, hablo de construir una autoestima adecuada, que nos ayude a definir unos límites saludables, de tal manera que si alguien cruza la línea sepamos defender esa “invasión” de una manera asertiva, con decisión y en base a nuestro amor propio.
Si algunos de los “dinosaurios” grandes se dedicaran a dejar huella en lugar de dar pisotones todo sería muy distinto, pero es verdad que dejar huella es mucho más difícil, implica mucha más inteligencia, y un corazón y una mente más grandes. Porque estos seres puede que sean grandes (en poder, dinero, influencia…) pero piensan en pequeño, desde su ego más concentrado hacen y deshacen sin pensar en las consecuencias de sus acciones.
Dicen que todo lo que siembras el mundo te lo devuelve, si esto es así de verdad algunos no tendrán ni la tierra bajo sus pies para soportar tantos pisotones de vuelta.