Síguenos
Raíces, familia y orgullo, el homenaje que Alba Bautista ejecutará en París Raíces, familia y orgullo, el homenaje que Alba Bautista ejecutará en París
El equipo olímpico español femenino de Gimnasia Rítmica, una familia, en palabras de Alba Bautista

Raíces, familia y orgullo, el homenaje que Alba Bautista ejecutará en París

Jotas, Semana Santa y lucha contra el cáncer, en los ejercicios olímpicos que hará la utrillense

“Llevamos a París los dos mejores ejercicios para la competición individual”. La seleccionadora del equipo español de gimnasia rítmica, Alejandra Quereda, no tiene dudas acerca del plan artístico, la combinación de música, imagen, vestuario, composición y ejecución de ejercicios que las gimnastas Alba Bautista y Polina Berezina llevarán a cabo en la competición individual de Rítmica para estos próximos Juegos Olímpicos de París. Tampoco las tiene la gimnasta minera. “Hemos acumulado ya muchos meses de preparación, está todo medido al milímetro”, se viene intuyendo en las competiciones internacionales en las que participa Bautista y, para empezar, es un menú artístico en el que la gimnasta cree al dedillo.

Cree, porque lo siente y porque lo ha decidido. Bautista elige los ingredientes con los que acude a cada competición, “a hacer lo que siento, a expresar lo que llevo dentro. Me pongo en la piel de una actriz”. Eso sí, no interpreta un papel. Va convencida de lo que cuenta. Por eso en París lo que se verá en la participación de Alba Bautista será un homenaje sentido, profundo y completo a todas aquellas cosas que son importantes para la gimnasta. Su tierra, sus raíces aragonesas, “una mezcla de las jotas que más me impactan”. La Semana Santa bajoaragonesa, con toda la carga y el sentimiento que conlleva. Y un reconocimiento muy especial para su familia, para sus seres queridos, en el que va incluido una destacada reivindicación de la lucha contra el cáncer, la enfermedad, el sufrimiento, “y la superación de las adversidades”.

“Es lo que yo siento”

“Cada vez que subo a la pista, cuando hago mis ejercicios, intento trasladar mis emociones, todo lo que yo siento”. Alba Bautista es una intensa estudiosa y amante de la música, de todo lo que expresa la melodía y el arte. Por eso mide muy bien, también al milímetro, cómo encaja cada pieza musical que envuelve y ambienta el ejercicio que ejecuta cada vez que compite. París no será una excepción, y será también muy especial.

“Para el aro tengo preparada una composición basada en la música clásica”, una combinación de piano y violín que tiene, como principal característica, un ritmo creciente, “de menos a más”. La eclosión, la fuerza. “Es una metáfora de mi propia carrera deportiva. Empecé con calma, aquí abajo, pero al final la rompemos, arriba”.

Se le quiebra un punto la voz a la gimnasta minera cuando habla del ejercicio de pelota. “Es una música que habla del cáncer, de la enfermedad. Cada vez que la escucho no sólo compitiendo sino también entrenando, en el día a día, me emociono. Este ejercicio se lo dedico a todas las personas que estén pasando por ese duro proceso”. También es un homenaje al amor, a la devoción por la familia y el cariño. “Me emociona. Mis padres lloran, la gente que tengo alrededor se emociona también, ¿cómo no me voy a emocionar yo?”.

Las mazas, cómo no, son la Semana Santa bajoaragonesa y minera. El tambor, el bombo, el sonido del mazo sobre la tela. “Soy una persona muy religiosa, me gusta sentir esa emoción”. Y trasladarla, además, con todas las peculiaridades y los altibajos que tiene la existencia. “De repente la música cambia radicalmente, porque la gimnasia, como la vida, también es eso”, lo inesperado, lo imprevisto. “Un día estás de una manera y al siguente todo cambia, es diferente”.

Para la cinta, el homenaje más sentido y consciente a las raíces, a Utrillas, a las Cuencas Mineras, a Teruel y a Aragón. “Es una mezcla de varias jotas, va siempre conmigo, y seguirá estando en el futuro porque quiero llevar a Aragón y a mi virgencica del Pilar a lo más alto”. Aquí, en este momento, es cuando Alba Bautista muestra el orgullo, la responsabilidad y también la motivación que para ella supone estar en el frente deportivo, en el máximo nivel internacional.

“España es un país muy potente en todas las disciplinas de la gimnasia, estamos demostrando un altísmo nivel y nos hacemos notar”, manifiesta la gimnasta turolense al respecto del nivel del equipo español y del impacto que tiene a nivel internacional. “Y me gusta que se note y hacer notar que estoy representando a España, y llevando a nuestro país al mejor lugar posible”. Bautista destaca y valora los resultados que está obteniendo la delegación española “no sólo ahora sino durante todo este año, estamos notando respeto desde fuera”. Ciertamente, el oro del equipo español en la Copa del Mundo de Rumanía de esta pasada semana así como las tres finales por aparatos de la propia atleta utrillense van impactando.

De hecho, “a estas alturas, creo que llevo los cuatro aparatos bastante bien dominados”. En Rumanía, finales en pelota, mazas y cinta. Se quedó fuera en aro, no ocurrió así en otras competiciones. “Es verdad que hace unos meses las mazas se me resistían más, pero en estas últimas pruebas ya lo tengo tambien bajo control”. Cuarta posición, sexta plaza y séptimo lugar, testimonios de esa evolución que se reflejaba en esa Copa del Mundo reciente, en Cluj-Napoca.

El momento de la verdad

Al final, todo este concienzudo trabajo de preparación, de composición artística y de imagen, así como de ejecución técnica que camina hacia la perfección se circunscribe a apenas dos minutos, el momento de la competición, en el que además la subjetividad de los jurados y todo lo que tiene que ver con un evento de máximo nivel como unos Juegos Olímpicos van a jugar su papel. No distrae esto tampoco a Bautista. “Cada competición es un mundo, cada día es diferente y dependerá de todas las circunstancias. Hasta el momento en el que la primera gimnasta no entra a la pista no sabremos nada”. Por eso la estrategia, al final, es sencilla. “A lo mío, a hacerlo bien”.

Después de los juegos olímpicos 

¿Y después de París? La vida, y el deporte, no se acaban en los Juegos Olímpicos franceses. Lejos de eso, le viene a Alba Bautista otra parte de su agenda a la que tiene máximo cariño. Con Utrillas siempre presente, la gimnasta terminará su participación en los Juegos Olímpicos de París para tomarse unas merecidas vacaciones que tendrán como escenario fundamental la cuenca minera turolense, con sesión intensiva de familia, relax y amistades para recargar pilas de cara a la siguiente temporada.

Continuará después el entrenamiento de élite de Alba Bautista, que no esconde que su siguiente objetivo volverá a ser el anillo olímpico, en este caso la cita de 2028 que tendrá lugar en la ciudad estadounidense de Los Ángeles. Para entonces Bautista contará con 26 años, en plenitud para la competición en una disciplina dura y sacrificada como la gimnasia rítmica.

Entrenamiento y universidad

La gimnasta turolense confiesa que en esta parte de preparación específica para la competición olímpica le ocupa menos horas. “Es más técnica, de ajuste fino puliendo la ejecución de los ejercicios”, lo que significa que son menos horas de entrenamiento, eso sí, intensivas, de repetición constante. No es tan habitual que la rutina de la gimnasta se base en esa agenda; más bien, son bastantes horas diarias de preparación física, técnica y mental.

Es el trabajo de Alba Bautista, deportista de élite que reside ahora mismo en el Centro de Alto Rendimiento que el Consejo Superior de Deportes mantiene a pie de campus universitario en Madrid capital. Allí vive, entrena y también estudia, “acabo de terminar el primer curso de INEF”.

Lo que implica un importante esfuerzo, una disciplina que enfoca a la atleta turolense no solamente de cara a su actual ocupación, sino a lo que será su futuro una vez concluya su carrera gimnasta. “Yo quiero seguir en esto, vinculada al deporte”, aprovechando la experiencia a pie de pista que va acumulando la minera y aumentando conocimientos teóricos y estudio científico que sirva para las futuras generaciones que representen el deporte olímpico español en el futuro más inmediato.

Por lo demás, Alba Bautista no esconde tampoco la necesidad de que la mente y el alma tengan el descanso, la relajación y el tiempo de ocio necesarios y adecuados para un completo equilibrio: “Yo soy feliz, me lo paso bien, disfruto con lo que hago, con mis ejercicios y mis rutinas, con representar a España en estos Juegos”. Mente limpia y despejada para llegar al máximo, a buscar ese diploma olímpico al que aspira esta joven de Utrillas.

 

La gimnasta utrillense reside, estudia y entrena en el Centro de Alto Rendimiento para deportistas en Madrid

 

El redactor recomienda