Pamesa Teruel busca en Lugo medio salvoconducto para la Copa del Rey

Diez horas de viaje en autobús tuvo que cumplimentar Pamesa Teruel Voleibol el viernes para llegar a su siguiente parada, al siguiente destino de su camino complejo y de crecimiento en esta temporada de Superliga que es un aprendizaje, también un sobresalto constante. En apenas siete días los de Muraco probaron el sinsabor de la derrota en casa ante Léleman Valencia, se resarcieron tres días más tarde con una victoria también en Los Planos, ante CV Palma, y poco más de dos días más tarde, con media jornada de periplo en medio, ya están en Lugo para afrontar el tercer duelo semanal, la octava jornada de esta liga española.

Aguarda en el Municipal de la capital gallega el Arenal Emevé. Es, para empezar, un clásico de la categoría, uno de los equipos que llevan la Superliga en los genes. Con más o menos fortuna, con más o menos recursos, presupuesto o plantilla, componen siempre un bloque aguerrido y difícil de batir sobre todo al calor de su afición. Vienen, además, achuchados. Se les ha venido encima una racha de derrotas consecutivas que tiene que ver con la acumulación de rivales de los que se presumen en zona alta, Tenerife, Soria, Manacor... Han entrado en dinámica peligrosa, y se han quedado atascados en cinco puntos, empatados ya con Tarragona por la penúltimpa plaza.

Partido trampa

Por eso Pamesa Teruel habrá de tener cuidado con lo que se encuentre en Lugo, un Arenal que quiere no tanto apurar sus opciones de entrar en la Copa del Rey, que aún las tiene, como poner tierra de por medio frente a las posiciones de peligro de descenso a Superliga 2. Se llevó los partidos ante Palma y Tarragona, éste último cediendo un punto, y le urge sumar para no verse inmerso en la pelea por la supervivencia. No escatimará esfuerzo ante un rival, Pamesa, al que la tensión física de su calendario estos últimos días se añadirá al propio desgaste de un viaje aún más largo que acudir a las islas, un contratiempo más que jugará en contra de los intereses de la expedición naranja.

Que tendrá, además, mirada puesta en la situación física de algunos de sus jugadores. Scarpa parece haberse recuperado por completo de su fisura en el brazo, olvidada y ya en disposición de seguir forzando. No es el caso del central David López, que renquea de una dolencia en su espalda de la que mejora, que le está permitiendo entrenar en las últimas sesiones, pero que le impidió participar en los dos duelos anteriores. Muraco sabe que el largo viaje pesará en su jugador, y medirá en la sesión preparatoria matinal que acometerá el equipo en territorio lugués, si el muro mudéjar puede estar.

Cuentas para la Copa

De cualquier manera, a Pamesa le interesa también sacar un resultado positivo de su visita a Lugo. Sigue el sexteto de Muraco colocado en la octava posición de la Superliga, con diez puntos, con el último billete a la Copa del Rey de momento amarrado por derecho. Mantiene cuatro puntos de ventaja sobre San Roque, y cinco sobre Arenal, lo que significa que una victoria podría suponer mantener un colchón que habrá de ser decisivo para conservar presencia en el primer título de la temporada. San Roque rinde visita al colista Palma, lo que hace aún más importante el resultado de este sábado.

Sin olvidar lo que ocurre por encima de Pamesa. Los turolenses están empatados con Unicaja y con Melilla, diez puntos para todos ellos, tres por detrás además de Cisneros Alter. Convendrá sumar para que esa clasificación copera no se vea comprometida, y también para sostener una posición en la tabla que augure mejores perspectivas ya cuando avance la siguiente fase de la competición, la segunda vuelta. El calendario le pone a Voleibol Teruel un cierto descanso, al menos una semana de preparación normal para preparar el siguiente partido ante Sant Pere i Sant Pau, pero tener los deberes hechos cuanto antes permitirá afrontar el final de la primera mitad del curso en condiciones ventajosas.

Y luego está el propio rendimiento deportivo. Pamesa Teruel quiere mostrar en Lugo una progresión en su juego, en su vóley, que tenga plasmación no solamente numérica, también en lo que se refiere a las sensaciones. No salió muy bien parado el equipo de sus anteriores partidos ante Cisneros Tenerife y ante Léleman Valencia, y la victoria en Palma, indispensable y solvente, aún así dejó alguna duda sobre todo en los puntos iniciales de cada uno de los tres sets que se jugaron. Cuestiones de concentración e intensidad que se ponen sobre la pista esta tarde noche, en horario casi de cena, en un escenario que respira voleibol por los cuatro costados y que además sabe cuándo se la está jugando. Arenal busca cosechar, grano a grano, su permanencia. Pamesa quiere engancharse con la zona alta de la Superliga. Auditan objetivos, estados de forma y también emociones.