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Izarra, el rival que trajo una paz fugaz a la crisis económica del CD Teruel Izarra, el rival que trajo una paz fugaz a la crisis económica del CD Teruel
Monclús tuvo en sus botas una oportunidad de sentenciar el partido. Archivo Diario de Teruel

Izarra, el rival que trajo una paz fugaz a la crisis económica del CD Teruel

Las dificultades financieras del club rojillo en la 90-91 se revolvieron momentáneamente en Estella

La situación económica del club actualmente es estable, pues el balance entre gastos e ingresos se encuentra en equilibrio. No obstante, no siempre ha sido así, y es que la estancia del club en la Segunda División B trajo consigo algunos desajustes en dicho balance. Uno de los peores momentos fue en la temporada 1990-1991, cuando los jugadores llegaron a plantarse ante la directiva por las irregularidades que sufrían con respecto a los cobros. En este sentido, el partido que se disputó en aquella temporada ante el Izarra en Estella sirvió para apaciguar las aguas, ya que los jugadores y la directiva llegaron a un acuerdo en una reunión previa al choque para mejorar la situación, aunque solo de manera momentánea, pues la crisis siguió existiendo hasta unos años más adelante.

El aspecto económico venía siendo un quebradero de cabeza desde hacía varias temporadas, pues los gastos que suponía la Segunda B no se podían contrarrestar con los ingresos del club de aquel entonces. De esta manera, para la campaña de 1990-1991 el club rojillo se vio obligado a bajar considerablemente el presupuesto y desarrollar un proyecto totalmente diferente al de años anteriores. Tanto es así que, con el fin de abaratar costes, el equipo llegó a dividirse en dos grupos para entrenar, de modo que la plantilla principal se ejercitaba en Zaragoza de la mano del primer entrenador, que por aquel entonces era José Casto Tosao, y había otro grupo de jugadores de la casa que residían y entrenaban en Teruel bajo las direcciones del entonces segundo entrenador, que era Francisco Javier Muñoz Cholla. Entre los jugadores que estaban en Teruel se encontraban Pepe Pérez, Antonio Blasco, Ángel Redolar (padre de Diego Redolar, que jugó en el Teruel y ahora lo hace en el CD Utrillas), Juan Carlos Lahoz y algunos juveniles como Ramón Herrero.

Dado el contexto, los jugadores no se conocían demasiado entre sí, pero todos vivían la misma problemática a nivel económico. El único día en el que todos se veían las caras era el día del partido, así que en el choque ante el Izarra, que correspondía a la jornada 10 de aquella temporada y se celebró el 4 de noviembre de 1990, los jugadores decidieron plantarse para tratar de poner el foco sobre la situación que atravesaban. Así, mantuvieron una reunión en los vestuarios con la directiva antes de salir a jugar. De aquella asamblea lograron sacar el compromiso de la directiva por tratar de resolver los problemas económicos y, con ello, los jugadores saltaron al campo para conseguir la primera victoria de la temporada por 0-1 gracias al gol de Santi Pérez en el minuto 24 de juego. Nueve jornadas después los rojillos lograban ver algo de luz con respecto a los problemas económicos y también con respecto a los problemas deportivos, pues, fruto de la crisis, el proyecto deportivo de aquel año estaba bastante debilitado y los turolenses no habían conseguido ganar hasta entonces.

Así pues, el partido ante el Izarra sirvió para traer paz a la parroquia rojilla, aunque solo fue de manera momentánea, pues la crisis, tanto deportiva como económica, persistió.

Durante el resto de la temporada continuaron habiendo retrasos en los pagos y problemas con los jugadores para que estos cobrasen. Además, la victoria volvió a serle esquiva al CD Teruel, que solo pudo conseguir cuatro más en toda la campaña, lo que precipitó su descenso a la Tercera División al final de aquel curso.

Inmediatamente después de la victoria ante el Izarra, el CD Teruel volvió a cosechar dos duras derrotas seguidas, ya que acabaron en goleada, ante Osasuna Promesas y el Alavés, para regresar a la senda negativa. El equipo pudo reponerse por un instante con un triunfo en la jornada 13 ante el Binéfar (3-1) y otro en la jornada 16 ante el Huesca (1-3), pero ello no pudo frenar la concatenación de resultados negativos que vino posteriormente, pues a partir de ese momento convivió principalmente con el empate y la derrota.

Solo pudo hallar la victoria en dos ocasiones más, una en la jornada 24 ante el Santurtzi (1-2) y otra en la jornada 38, la última, ante la Real Sociedad B (2-1) para, al menos, despedirse de la categoría con un buen sabor de boca.

En el partido de vuelta ante el Izarra, que tuvo lugar el 17 de marzo de 1991 y correspondió a la jornada 29, el CD Teruel no pudo repetir la victoria de la ida y tuvo que resignarse a caer derrotado por 1-2.

De este modo, el CD Teruel acabó la temporada 1991-1990 con veinte puntos en su casillero obtenidos de cinco victorias, diez empates y veintitrés derrotas. Una cifras con las que el club no pudo evitar terminar en la última posición de la tabla clasificatoria y, por ende, consumar su descenso.

En Tercera División el CD Teruel se vio obligado a establecer una economía de subsistencia con ciertos recortes para tratar de hacer frente al déficit generado durante su estancia en la Segunda B y así fue como, poco a poco, el club fue normalizando la situación y ahora puede estar tranquilo con la coyuntura actual.

En la hemeroteca

Página del DIARIO DE TERUEL de previa del partido ante Izarra (04/11/1990)
Crónica del DIARIO DE TERUEL del choque (06/11/1990)

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