El CD Teruel aspira a vislumbrar la luz este domingo en Estella (16:00 horas)

“Indicios”. Avisos que tienen que ver con trampas, con dificultades sobrevenidas, quizá inesperadas, pero plagadas en esta Segunda Federación que va a entrar en sus últimas diez fechas. Unai Mendia advertía en la previa de lo que puede pasar si el CD Teruel baja ni que sea tan solo un grado su temperatura de rendimiento. Pasó en la primera vuelta, en campos en teoría asequibles; no hay ninguno en este grupo. El sábado lo vivió el líder Arenas, sudó sangre para ganar al límite del tiempo en casa del colista Subiza.

El escenario apunta a ser muy parecido para esta tarde en la merindad de Tierra Estella, donde al Teruel le aguarda no el colista, sí el penúltimo clasificado. El Izarra estaba siendo un equipo sufridor pero superviviente en la categoría, en zona baja pero a tiempo de todo, hasta que una racha insoportable de resultados, un punto apenas cosechado de los últimos quince en juego, le ha rezagado en una lucha por la permanencia en la que sus rivales huyen como de la peste a velocidad acelerada. Así que le urge tomar ritmo al cuadro navarro.

Y querrá hacerlo a costa de la casi inmejorable racha del Teruel, invicto este año, líder entre los invictos del fútbol profesional español de este 2025. Pero advertido de lo que va a llegar, y conjurado para afrontarlo. “No hemos ganado fuera sin sufrimiento”, resume el entrenador mudéjar. No espera su equipo otra cosa que el sufrimiento para cosechar una victoria que le encarrile definitivamente hacia la lucha por el ascenso. Cuenta el plantel rojillo con que para salir vivo de Estella tocará mono de trabajo.
 

Antecedente engañoso

Para advertir con más claridad el tipo de partido que se viene la referencia está precisamente en lo contrario a lo que sucedió en la primera vuelta. Si hay un partido que no se repetirá, y que incluso sería pernicioso repetir, fue el Teruel-Izarra disputado en Pinilla el pasado otoño. No por el resultado, positivo, la segunda victoria del curso para los mudéjares. Sí porque fue un encuentro que se venció por la mínima, 1-0, después de incontables oportunidades para golear más claro.

En Merkatondoa la clave, sin embargo, será el dominio de las áreas. En la propia la lección está bien aprendida, el Teruel es el tercer equipo que menos encaja en toda la categoría, y de hecho sólo le han metido un gol en lo que va de año. Para la contraria, se trata de tomar ejemplo del partido de la pasada jornada ante el Anguiano, en la que se destaparon las esencias del gol. Para su búsqueda Unai volverá a poder elegir entre su falso nueve con Febas al mando, o un tridente con Peru de regreso al puesto de ariete. Obeng y Moha tienen bien amarrada su plaza en banda, pero Joel podría desplazar a uno de ellos hacia el banquillo. Quizá incluso Aimar pueda tener sitio; valora Unai su versatilidad.

Hacia atrás, no se toca lo que funciona y cada vez funciona con más fiabilidad el entramado defensivo del Teruel, en el que Serrano, López, Cabetas y Dufur apuntan a seguir fijos aún a pesar de que Leiza es un peón más que valorado por su solvencia. Y en el centro del campo mientras sigan disponibles no hay quien tosa a Parra, Theo y Marí. A su paso, al toque de su corneta, funciona un CD Teruel que ha aprendido a desenvolverse en Segunda Federación. Que aspira a conservarse inmaculado en este feliz 2025.

Y que tiene en esta fase del calendario, a punto de entrar en las diez jornadas finales en las que todo se juega, la oportunidad de conquistar territorio desconocido, la fase de ascenso de regreso a Primera RFEF. De momento nadie le discute al equipo sus aspiraciones. El Izarra querrá disipárselas, porque le va la vida en ello.