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El Pamesa Teruel muestra síntomas de reacción con una victoria ante el colista CV Palma (3-0) El Pamesa Teruel muestra síntomas de reacción con una victoria ante el colista CV Palma (3-0)
Petar y Bandu elevan el muro de Teruel. Germán Bonilla

El Pamesa Teruel muestra síntomas de reacción con una victoria ante el colista CV Palma (3-0)

El equipo naranja consigue frenar la mala dinámica en la que se encontraba a base de un buen voleibol
El Pamesa Teruel Voleibol se deshizo este miércoles del CV Palma por tres sets a cero en un partido en el que estuvieron lejos de su mejor versión, pero que les sirvió para empezar a recobrar la moral de cara a los importantes compromisos que tendrán que afrontar más adelante. Los naranjas arrancaron perdiendo los tres sets, pero remontaron en todos ellos. En los dos primeros mostraron una gran superioridad respecto a su rival, pero en el tercero pecaron de exceso de confianza y les tocó sufrir para sacar el parcial y el partido adelante. 

El equipo de Fabián Muraco llegaba a este encuentro necesitado de puntos, ya que venía de acumular un total de tres derrotas consecutivas en los últimos partidos y se ubicaba en el puesto número ocho de la tabla clasificatoria, es decir, al borde de perder la clasificación para la Copa del Rey. Además, el bajón en su rendimiento había sido tal que había perdido su identidad con respecto a los primeros partidos de la Superliga. Por todo ello, Muraco había preparado a conciencia el choque con la intención de devolverle a los suyos la confianza necesaria para volver a brillar sobre la pista. En este sentido, el técnico argentino se centró sobre todo resolver los problemas de los suyos en el ataque y el saque, que es donde más débil venía mostrándose el conjunto naranja. Lo cierto es que la fórmula le funcionó.

Por unas cosas u otras, el técnico lleva sin poder contar con todos sus hombres disponibles desde la segunda jornada prácticamente, cuando se lesionó el líbero Tobías Scarpa, y para este partido no fue diferente. David López seguía aquejado de sus problemas de espalda tras el tirón que sufrió la semana pasada y finalmente no pudo jugar, por lo que, nuevamente, Muraco se vio condicionado para elaborar el septeto inicial. De esta manera, el entrenador naranja decidió presentar sobre la pista de Los Planos un septeto conformado por Bandu Fofana, Petar Hristoskov, Emilio Ferrández, Rubén López, Omar Hoyos, Pablo Urchevich y Tobías Scarpa. 

La primera pelota del encuentro corrió a cargo del CV Palma, que aprovechó su posesión para adjudicarse el primer punto del choque, aunque en la jugada siguiente le regalaron al Pamesa su primer punto con un error en el saque. Un comienzo irregular el de los visitantes que dio buena cuenta de su rendimiento tan variable. 

Esta igualdad tan solo duró un par de puntos más, pues a partir del 2-2 los turolenses se hicieron fuertes en el bloqueo y el ataque para castigar al equipo visitante con dureza y hacerse con la primera ventaja en el luminoso, que ya reflejaba un 6-3. Esta situación obligó al técnico visitante a reclamar el primer tiempo muerto del envite, aunque tampoco resolvió el problema. 

Tras el pequeño parón para ajustar algunas cuestiones tácticas el Pamesa siguió a la suya y a ello se le sumaron algunos errores más del CV Palma que, entre otras cosas, sirvieron para camuflar los propios fallos en el saque del equipo de Muraco. 

Pese a la ventaja en el luminoso, el Pamesa Teruel no estuvo exento de sufrir, pues los jugadores tuvieron varios desajustes en la recepción en los puntos siguientes y el CV Palma pudo igualar la contienda a 12 puntos. No obstante, en ese momento apareció el mejor Petar Hristoskov para zarandear a los suyos con dos auténticos misiles seguidos que volvieron a poner tierra de por medio. 
Ello dio alas al resto de los hombres de Muraco que volvieron a subir el nivel en el ataque, aunque el saque continuaba siendo su asignatura pendiente (20-16). 

Por zona 2, zona 3 y zona 4, pero, sobre todo, por zona 2, con un gran Petar Hristoskov, el Pamesa Teruel era letal en el remate y superaba jugada tras jugada el bloqueo visitante para seguir sumando puntos. 

Irónicamente, Omar Hoyos se encargó encarrilar el set desde el saque anotando dos seguidos. El tercero se le resistió, pero entonces apareció la mejor baza turolense hasta el momento, el ataque, para cerrar el parcial por 25-17. 

En el segundo parcial los visitantes comenzaron más serios y pudieron aguantarle el pulso a los naranjas durante los primeros cuatro puntos. Parecía que el equipo reaccionaba y que le iba a poner las cosas más complicadas al Pamesa, sin embargo, terminó resultando un espejismo. Un error en el saque de Dos Santos sacó al conjunto balear del partido y los siguientes tres puntos fueron naranjas para concederle una importante ventaja en el marcador a los locales. 

En cuanto afinó de nuevo la mano Petar en este segundo set los puntos comenzaron a caer como churros y esa ventaja se ensanchó considerablemente (13-8). Quisieron resistirse los baleares proponiendo también potentes golpes en la diagonal corta, pero el bloqueo turolense y sus constantes fallos en el saque les impedían tener cierta regularidad en el juego, por lo que todas sus intentonas de achicar las distancias se veían rápidamente refutadas (16-12). 

Tal y como avisó Muraco en la previa, el técnico visitante trataba de buscar soluciones con multitud de cambios en su septeto, pero no conseguía dar con la tecla que le permitiese acercarse al cuadro mudéjar, que parecía estar recuperando la confianza que había perdido en los partidos anteriores (20-14). 

En el tramo final del parcial los visitantes quisieron forzar la máquina provocando algunos errores naranjas en el saque y en el bloqueo, pero dichos fallos fueron compensados con un gran ataque para terminar pintando este segundo set también de naranja (25-18) y dejar el partido muy de cara, ya no solo por el resultado, sino también por la sensación de superioridad que reflejaba el cuadro turolense sobre la pista de Los Planos. 

En el tercer set los del CV Palma demostraron que los inicios eran suyos, ya que, como en los dos anteriores, empezaron llevándose los primeros puntos, aunque con una salvedad respecto a los dos primeros juegos, y es que en esta ocasión parecía que su intención de tomar el encuentro era real, pues sin comerlo ni beberlo se habían puesto 1-5, lo que obligó a Muraco a pedir el primer tiempo muerto naranja. 

Tras el pequeño receso la dinámica del parcial no cambió, y es que los turolenses salieron a este tercer parcial con un exceso de confianza que los estaba penalizando. Pensaban que el partido ya estaba hecho y se olvidaron casi de jugar.
 
Así pues, Fabián Muraco se vio obligado a pedir otro tiempo muerto para buscar la reacción de los suyos. Tardaron en responder a la llamada de atención de su técnico, pero acabaron haciéndolo, pues los naranjas convirtieron la mayoría de los puntos siguientes para achicar la ventaja  de los baleares. En concreto, se marcaron un miniparcial de 6-2 para colocar el 12-14 en el luminoso.
Cuando más cerca estaban los turolenses del empate, los visitantes quisieron imprimirle otra intensidad al partido para volver a ganar distancia, sin embargo, cayeron en su propia trampa, ya que la tensión del momento los llevó a cometer algunos errores en el saque y la recepción, y los de Muraco no desaprovecharon la oportunidad para volver a ponerse por delante en el momento más importante (21-18). 

Precisamente en ese instante, aparecieron algunos malos entendidos entre los jugadores del Pamesa para concederle hasta dos puntos gratis a los visitantes, no obstante, ello no pudo evitar que los locales se hicieran con el set por 25-22 y, por ende, se llevasen el partido por un resultado final de 3-0. De esta manera, los de Muraco demostraron que no importa como se empieza, sino más bien como se acaba, ya que arrancaron perdiendo los tres sets, pero terminaron llevándose un partido importante, que frena la mala racha del equipo y les ayuda a recobrar la moral. 

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