El gen naranja regresa... al futuro

La mejor versión de los de Fabián Muraco en esta temporada sufre pero disfruta al final de un triunfo balsámico. Sufrió Pamesa Teruel, porque se llevó un triunfo de mérito y prestigio ante un señor equipo, un Grupo Herce Soria que sucumbió, pero jamás le perdió la cara al duelo. Y lo disfrutaron, jugadores, técnicos y también la afición, en la mejor entrada del curso, remando a favor; había dudas en este nuevo proyecto de la nave naranja. Algunas quedan. Otras van quedando despejadas. Otras habrán de venir. Pero la marea naranja nunca se irá;  son las cadenas del gen ganador del equipo, inalterable, constante.

Y que sale a relucir en tardes como la de este sábado en Los Planos, el escenario que acogió este sábado este partido correspondiente a la decimotercera jornada de la liga regular de voleibol español de División de Honor. Para comprender en toda su extensión el valor de los tres puntos conquistados por los de Muraco, baste observar el resultado, y la rapidez, con los que Soria se llevó el tercer set, su única manga victoriosa. Fue el instante de desconexión naranja, el momento en el que Pamesa dejó de rendir al cien por cien. Arrasaron los castellanos, sólo le dejaron sellar diez puntos al septeto local, porque a Grupo Herce sólo se le puede ganar desde una versión constante en la perfección.

Salida fulgurante

Y a fe que lo entendieron los mudéjares, que comenzaron la primera manga con un parcial favorable de 7 a 1 para encarrilar el set y mostrar sobre el parquet que, entre idas y venidas, hay progresión palbable, contante, en el modelo de juego del conjunto naranja. Tiene valores el equipo sobre los que se cimenta; fundamentalmente, una rotación en la red que funciona bien en defensa. Entre Petar, Hoyos, Rubén y sobre todo David López se hicieron altos, pero sobre todo duros, en el bloqueo local. David confirmó con su reaparición que, en efecto, si no hubiera mediado lesión en Almería los puntos probablemente habrían venido a orillas del Guadalaviar.

No se le notó renquear ni perder ritmo a pesar de la torcedura, y a su costado empezaron a elevarse todos los demás. La versión sólida de Scarpa en la recepción hace días que dejó de ser noticia, sí lo es una evolución más que positiva en el rendimiento de Urchevich en la elaboración en ataque. Propulsó los puntos de Petar, anoche especialmente inspirado, y también elevó las prestaciones de Hoyos; sólo le resta volver a ser valiente en el saque como lo era hace mes y medio.

El radar y sus efectos

Tampoco tiene urgencias Pamesa en ello. Toman el testigo otros, a los que les vino bien esta semana de medición de velocidad en los entrenamientos. Hristoskov, por ejemplo, también Ferrández. Pero, sorprendentemente, Rubén, a quien los saques no le corren mucho pero se le envenenan, lo que generó puntos útiles también. En la primera manga, 25 a 15 a favor de un Pamesa en alta versión.

Mantuvo el nivel el cuadro naranja en la segunda manga, y quizá esto fue lo que le dio el partido, porque realmente Soria dio un paso adelante. Se vio sorprendido por el arranque de los turolenses, no dejó que ello ocurriera más. Con igualdad en el primer tercio se desarrolló la manga hasta que Tobías en la defensa y Petar al saque generaron de nuevo ventajas que tendrían su colofón en un punto clave, un 10-8 a favor que se basó en dos defensas desesperadas, pero comprometidas, de máxima concentración ante un Herce que empezó a pegar duro a la bola. Voltearon el choque, 2-4 de parcial para amenazar, pero volvió Pamesa a rearmarse desde la red y colocar un 7-4 favorable que dejó sembrado el set. 25 a 22 para colocar el 2-0 y asegurar el primer punto.

Ofensiva visitante

Habrá quien firmase ese punto visto cómo transcurrió la tercera manga, corto envite en el que no hubo nada que contar salvo las ganas de Pont porque al menos se alumbrase algún punto. Con 1-7 de parcial en contra Muraco decidió rotar al equipo, con síntomas de falta de oxígeno. El parcial desfavorable lo interrumpieron las colocaciones del suplente naranja, pero no pudo cambiarse la dinámica negativa. Firme Soria en sus latigazos, con Cunha en modo martillo pilón, del 1-7 se pasó a un 3-14 insalvable, que evolucionó al 6-16 y a un 8-23 que desembocaría en el 25 a 10 que colocaba un 2-1 de cierta preocupación. Ni lo paró Fabián.

Alegría en el desenlace

Y, desde luego, en absoluto renunció Soria a buscar el set que forzase el desempate. Un 2-4 de parcial en la segunda manga traería un intercambio de puntos en el que Pamesa no se deshizo, se mantuvo fuerte y mentalmente bravo para sostenerse en el temporal castellano. Un saque directo de Hoyos y el enésimo clinic de Scarpa en la recepción colocarían a los naranjas en igualdad, 10 a 10, en disposición de luchar, ahora sí, por la victoria. Urchevich, que se había desconectado en los puntos anteriores, volvió a despegar a Petar, Ferrández y a los centrales, a los que de nuevo volvió a llegarles inspiración a pie de red. El entrenador soriano ya tiene que parar el partido con 16 a 14 a favor de Teruel. Y la grada, enfervorizada, hasta puede castigar la labor arbitral, lejos del nivel de los jugadores.

Pero nada distrajo al cuadro de Muraco de su objetivo final. Un bloque conjuntado, sólido, auxiliado por los rescates puntuales de Rubén y David sobre las redes y por los puntos del búlgaro, de nuevo en su versión más inspirada. Un parcial de 8-3 sirvió para que el marcador, con 21 a 15, reflejase la cercanía del triunfo. Ni aún así bajó los brazos Grupo Herce, que puso todo sobre la pista en los puntos finales para tratar de evitar la derrota. Pero al final, 25 a 19 para desatar la alegría en el coliseo turolense, asegurar la primera victoria de la segunda vuelta y hacer que Pamesa alcance los veinte puntos para mirar con más holgura las ocho primeras posiciones.