El CD Teruel se ilumina entre la niebla para vencer en Alfaro (0-1)
Un gol de Peru mediada la segunda parte coloca octavo al once mudéjar para volver a ganar después de cuatro partidosEl buen fútbol del CD Teruel no se traduce en puntos en la clasificación
Unai Mendia, entrenador del CD Teruel: “Tenemos una necesidad grande de ganar y sumar puntos”
El CD Teruel volvió a vestirse de faena, de uniforme de trabajo, y supo adaptarse a unas condiciones meteorológicas adversas, a un adversario rocoso y disciplinado y a sus propias limitaciones y rémoras para alzarse por encima de la niebla del Ebro y hallar un triunfo de valor incalculable, oro puro en la ribera riojana.
Un gol, el quinto del año, de Peru Ruiz mediada la segunda mitad sirve a los rojillos para auparse a la octava plaza de la clasificación de Segunda Federación, atisbar las posiciones de play-off de ascenso a poco más de un partido de distancia y, de paso, huir de la quema en una jornada imprevisible, llena de sorpresas, que da muestra de que la categoría seguramente será aún más igualada de lo que ya se presumía a priori. Entre el Ejea, sexto, y el Calahorra, decimocuarto y en descenso, apenas hay seis puntos de margen.
Esto es, el Teruel cosechó en Alfaro el triunfo que rozó con la yema de los dedos ante el líder Eibar B con ese ideario que el entrenador Unai Mendia resume como “humildad, respetar al rival”. Eso, sobre el césped, se traduce en líneas juntas, orden, trabajo colectivo, y velocidad hacia adelante. Por el camino se pierde algo de brillo. Pero se ganan puntos.
El plan inicial no se negocia, y la recuperación de Cabetas empuja diez metros al equipo hacia adelante, serena a Iván López, a quien Dufur le sienta de lujo en el lateral, y proyecta también a Serrano en el costado zurdo. Para el medio campo, Fruniz aspira a ser el escudero de Marí para soltar las amarras de Le Normand; Febas y Moha le dieron opciones en las alas para que Peru rondara el gol que encontró de nuevo.
Pero al modelo se le ha añadido un ingrediente que será fundamental en lo que queda de campaña, y que es el compromiso grupal de cada uno de los que participan en el partido. Cuesta encontrar algún acercamiento digno de mención en la primera media hora del choque en La Molineta. Del Teruel no, pero tampoco del Alfaro, que jugaba en casa, donde su rendimiento es irregular; necesitaban reivindicarse los riojanos, pero se encontraron con la misma versión ceñuda y severa de los mudéjares que se vio en Pinilla ante el líder armero.
Primera parte de poco fútbol
Muy poca claridad pues en el primer periodo en La Molineta, con dos equipos que lo intentaban pero que estaban más cómodos defendiendo que atacando, siempre con bastantes jugadores por detrás de la línea de la pelota. Las defensas marcaban la pauta y los errores en la construcción eran la tónica predominante. El campo no estaba para florituras y en los servicios en largo, la pelota se perdía en una niebla londinense.
Una entrada de Unai Ayensa provocaba la falta y la tarjeta muy tempranera para Ander Dufur, un obstáculo serio para el lateral diestro de los turolenses. Buscaban los riojanos el peligro en la pelota parada y las acciones de estrategia, pero los rojillos se mostraban inexpugnables en el juego aéreo. Los de Mendia buscaban más el juego por abajo, pero la zaga local tampoco dejaba resquicios y los minutos se iban.
Eso sí, el último cuarto de hora de la primera mitad cogió color visitante; Peru mandó arriba un buen remate, Dufur armó un par de las suyas por banda derecha y Febas ideó un eslalom al que le faltó sólo un disparo final. Con todo, el empate inicial no se movió, y a la reanudación el Alfaro quiso dar un paso adelante con las líneas algo más adelantadas.
Más atención tras el descanso
No sólo no se asustó el Teruel, sino que recogió el envite y elevó la apuesta; la defensa amplificó aún más su concentración, con los riojanos metiéndole una marcha más al encuentro, triangulando con mayor sentido ofensivo, pero con los de Mendia ordenados a la espera de poder salir tocando ante la presión alta de los alfareños. Pronto rascaría el once visitante un par de balones parados y, sobre todo, encontraría a Peru Ruiz para empezar a asustar. El ariete recibía un buen balón a la hora de encuentro, pero su disparo saldría desviado. Por última vez.
Ya con el susto en el cuerpo, los locales volvían a abusar de los balones en largo en busca de la movilidad de Kevin Soeiro, pero el punta local estaba muy bien vigilado. Y poco antes del 65, el sacrificado ariete de Astigarraga encontraba el premio del gol en su tercer remate de la tarde. El tesoro de Peru fue ya imposible de remontar para el once riojano. Media hora larga hasta el término del encuentro en la que el equipo de Mendia no abandonó ni por un instante su perfil rocoso para abrazar su cuarto triunfo del curso. Administraba bien el marcador, tratando incluso de sacar algún contragolpe sin tino.
Y en los minutos finales, los balonazos del Alfaro a la olla provocaron intranquilidad pero poco peligro claro, hasta que a los 89 minutos de partido llegó la mejor de los locales para Kevin, con paradón sensacional de Taliby para reivindicarse de nuevo en la portería. Al final euforia, triunfo foráneo de diamante y 18 puntos en total, para colocar al CD Teruel octavo en la tabla, estirar un poco el cuello para mirar hacia arriba y, de paso, anticiparse al esprint de los de abajo, que empiezan a ganar y a apretar duro.
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