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El CD Teruel sale vivo de Luchán y arranca un empate que le mantiene a pie de 'play-offs' (1-1) El CD Teruel sale vivo de Luchán y arranca un empate que le mantiene a pie de 'play-offs' (1-1)

El CD Teruel sale vivo de Luchán y arranca un empate que le mantiene a pie de 'play-offs' (1-1)

Un gol de Theo a la media hora de partido fue igualado por Iker Gil a un cuarto de hora del final
El CD Teruel logró resistir el alto ritmo físico que le imprime el Ejea a todos sus partidos, especialmente en su casa, y rascó finalmente un empate a uno en Luchán con el que ambos conservan su racha de imbatibilidad en 2025 y continúan vivos y en plena batalla por las futuras eliminatorias de ascenso a Primera RFEF. Se adelantó el equipo rojillo a la media hora de juego gracias a un gol de Le Normand asistido con dulzura por Peru, y logró empatar Gil a la salida de un córner ya en la segunda parte, a falta de un cuarto de hora del pitido final. 

Y en los goles prácticamente se resume lo fundamental de un partido igualado, disputado y enérgico, que obligó al Teruel a vaciarse y del que se extraen lecciones positivas, la primera de ellas que también es posible sacar petróleo cuando el terreno es poco favorable. Pintaban bastos en Ejea, por la propia entidad del rival, un equipo de autor al que Iván Martínez hace jugar y comportarse igual que lo hacía el ejército de guerrilleros del Zaragoza juvenil que se paseó por la Youth League. Y por las circunstancias del Teruel, al que la lesión de Parra deja algo justo de efectivos en la medular. 

Se plantó el once mudéjar en las Cinco Villas con su defensa arquetípica, con Cabetas y López en el centro, Serrano y Dufur en bandas, Taliby bajo palos. Pero hacia adelante Unai se vio obligado a apostar por una medular algo más desguarnecida, con Theo y Marí como únicos especialistas. Con Parra fuera y Caro con molestias, Mendia colocó a Peru y Febas en punta, Obeng y Moha en las alas; el trabajo del ilerdense entre líneas empezó a fijar la atención del pivote rival Hakim, y de un primer balón largo de López a la espalda del utrillense Raúl Sola Obeng armó un primer acercamiento que se le fue arriba desde el pico del área.

Otro centro que Peru mandó de cabeza por encima del larguero confirmó que los primeros minutos serían visitantes, y aún serviría Joel un pase de la muerte sin rematador al cuarto de hora. Pero el Ejea detecta bien cuándo sus sistemas se averían, es un equipo de rápida adaptación; tiró de intensidad, apretó líneas, y empezó a presionar la bola rojilla. En una contra Rodri Val tuvo la primera clara para los cincovilleses, se le fue pegada al palo de Taliby, fuera. La posterior salida de balón turolense afeó a López, aunque por fortuna el tiro de Iker Gil saldría manso a las manos del arquero mudéjar.
 
Se asustó un tanto el once de Unai ante los zarpazos locales, y dejó de visitar el área de Troya con la alegría de los primeros minutos. Entre interrupciones e intensidad, máximo respeto entre dos candidatos a todo, Raúl Sola encontró un pasillo diagonal que le puso en la frontal del área con tiro a puerta. No se le fue lejos. Pero reactivó el compromiso defensivo del Teruel, especialmente de sus jugadores de ataque. Y entre Delgado y Hakim se liaron en el centro de su terreno de juego, dejando la bola franca para Peru. Generoso el ariete vasco, le cedió el gol hecho a Le Normand para que batiese con clase al portero ejeano. Cero a uno, una hora de partido restante para resistir.

El Ejea, clínic práctico de cómo exprimir las bondades de la presión y la velocidad, se vio sorprendido por sus propias armas en un rápido contragolpe que, además, marcó el camino de los siguientes minutos. Empujaron los locales en busca del empate rápido, Delgado quiso compensar su error disparando a Taliby, pero lo que encontró el plantel local fue un par de buenos contraataques visitantes, el primero armado entre Moha, Theo y Peru para acabar en córner, y el segundo bien claro, bola al espacio de Obeng para el delantero vasco que controló bien, se preparó el disparo, pero se lo negó en última instancia la defensa local. El arreón ejeano se moderó, un córner directo de Carrasco que apuró a Taliby fue todo lo que pasó antes del descanso. 

Y tras la reanudación, el partido se escribió con la tinta del balón parado y el papel de los banquillos, de la profundidad de las plantillas, que es mayor la ejeana. El primer cuarto de hora del segundo acto fueron tres golpes francos de Carrasco, un mensajero de lujo que dio una exhibición la primera vuelta en Pinilla y repitió master en la mañana de este domingo. Pudo empatar el Ejea en esas tres faltas, pero no lo hizo. Y dejó que el Teruel volviese a coger balón. Medio minuto de posesión rojilla acabó con un buen centro de primeras de Dufur que Le Normand marró de cabeza, arriba. A la hora de partido el Teruel había vuelto a aplacar los ánimos de los cincovilleses. 

Y vivía en campo rival, diez metros adelante la línea defensiva de Cabetas y López. Tanto es así, que en esa fase de partido la amenaza ejeana fue a la contra, con un gran pase diagonal de Gil que Val volvió a estrellar en el lateral de la red. Y en balones robados en salida de balón, un descuido de Obeng que dejó a Gil en posición de tiro al borde del área, se le fue arriba. De nuevo susto turolense, de nuevo un par de pasos hacia atrás. Y, sobre todo, el efecto del estado físico de los futbolistas fue la clave que configuró el cuarto definitivo del encuentro. A veinte minutos del final Martínez quitó del campo a Hakim, a quien el árbitro le había perdonado la segunda amarilla, para colocar a Torras. Gabarre fue el segundo cambio local; el año pasado jugaba en el Teruel en Primera RFEF.

La respuesta de Unai fue seguir con sus once del inicio. El equipo daba muestras de asfixia entre el centro del campo y la zona de extremos. Así que el Ejea empujó. Y volvió a sacar balones parados. Y colocó al Teruel aculado hacia su portería. Hasta que forzó un córner que Carrasco teledirigió con mimo a la cabeza de Gil. Es cierto que los balones aéreos en el área pequeña deben ser del portero. Y es cierto también que el delantero rival cabeceó al lado de su marcador. Pero si la bola desde la esquina está suficientemente bien puesta, defender un córner es mucho más difícil de lo que presumen los críticos de este juego. El empate, en el minuto 74, terminó de serenar al once local, que buscó el triunfo. 

Aún tardó cinco minutos más Mendia en oxigenar algo al equipo, Peña y Bertino por Febas y Obeng para tratar de aguantar las acometidas locales de final de encuentro. No fue un acoso y derribo, ni mucho menos, pero aún tuvo Antonio Sola un buen centro desde la izquierda que se le envenenó a Taliby, y Palmás rozó el dos a uno en otra salida incorrecta de los de Mendia. El partido, aún así, murió en el campo del Ejea, y un par de balones parados de Theo, menos fino que otros días, alejaron el peligro para sostener un empate útil, agridulce por lo que tiene perder una ventaja favorable, pero más que positivo teniendo en cuenta que se aguantó sin oxígeno, con el esfuerzo innegociable de los que aún quedan en pie en el Teruel. Para la semana que viene aún habrá otro menos, Cabetas, que vio quinta amarilla. 

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