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El CD Teruel vence al Barbastro y da otro pasito más hacia los ‘play-offs’ (2-0) El CD Teruel vence al Barbastro y da otro pasito más hacia los ‘play-offs’ (2-0)
El cuadro mudéjar celebra el tanto de Iván López ante el Barbastro. Javier Escriche

El CD Teruel vence al Barbastro y da otro pasito más hacia los ‘play-offs’ (2-0)

El equipo rojilllo pasa a ocupar el sexto puesto de la tabla clasificatoria y se queda a dos puntos de la zona de privilegio
El CD Teruel venció este domingo a la UD Barbastro por 2-0 para escalar un puesto más en la tabla clasificatoria y colocarse sexto a tan solo dos puntos del play-off. Tras una primera parte sin goles y alguna que otra ocasión sin fortuna, el balón parado se convirtió en el mejor aliado rojillo para romper la lata. Ello provocó la locura del Barbastro, que se volcó en tromba al ataque dejando unos espacios atrás que al filo del final aprovecharía Peru Ruiz para materializar el segundo y sentenciar la contienda. 

El encuentro se presumía de trascendencia para el CD Teruel desde antes incluso de que diera comienzo la jornada 25. Primero porque se trataba de un derbi y eso siempre es aliciente suficiente para salir al campo a por todas, y segundo porque el CD Teruel tenía la oportunidad de dar un paso más hacia sus aspiraciones. En este sentido, la magnitud del partido se incrementó el mismo domingo, pues la derrota por la mañana de la UD Logroñés ante el Eibar B le trasladaba toda la presión al club rojillo, ya que le dejaba una oportunidad de oro para escalar otro puesto en la tabla y colocarse sexto. 

Dada la relevancia que fue congiendo el envite, la afición quiso transmitirle al equipo todo su apoyo desde antes de que el balón comenzase a rodar, de modo que la marea rojilla, encabezada por el Frente Mudéjar, se congregó en los aledaños de Pinilla una hora y media antes del choque para acompañar a sus jugadores en los últimos metros de trayecto del autobús hasta llegar a las instalaciones del feudo turolense. 

El CD Teruel llegaba a este encuentro con importantes bajas entre sus filas, ya que a las de José Val y Roger Marcé, por lesión, se les sumaron las de Théo Le Normand, Miguel Marí y Áxel Ariel, por sanción en el anterior partido ante el Izarra. Dichas ausencias obligaron a Mendia a devanarse los sesos para sacar al césped de Pinilla un once competitivo y a la altura de lo que se espera siempre del equipo en el feudo turolense. 

La medular era la parte más afectada, y es aquí donde Mendia tuvo que concentrar más sus esfuerzos. Así, para cubrir las ausencias de Marí y Le Normand optó por alinear a Asier Parra y Óscar Caro en el doble pivote y dejó más liberado a Joel Febas para ejercer de mediapunta. Por lo que respecta al ataque y a la defensa, Unai Mendia sacó a los hombres más habituales, de manera que en la parte de atrás formaron Taliby en portería, Cabetas e Iván López en la pareja de centrales, y Serrano y Dufur en los laterales, mientras que arriba salieron de inicio Aimar Peña en la punta de lanza acompañado de las dos flechas de Isaac Obeng y Moha Sanhaji. 

El partido arrancó loco con los dos equipos queriendo hacerse con el dominio del esférico. El CD Teruel tenía mucho en juego, pero la UD Barbastro también, ya que luchaba por la permanencia, por lo que desde un inicio igualaron la intensidad rojilla regalando al espectador un comienzo de partido muy eléctrico con dos conjuntos que se apresuraban en llegar a la meta rival. De esta manera, los dos equipos rondaron las áreas rivales en los primeros minutos de juego, pero sin demasiada claridad. 

Por si el cuadro mudéjar no tuviera bastantes dificultades ya de antes de que diera comenzo el partido con las cinco bajas que tenían en sus filas, en el minuto 10 de juego el infortunio volvió a azotarles, y es que mientras el juego se volcaba en el carril derecho, en el centro del campo Parra se tumbaba en el suelo con las manos en la cabeza en señal de que algo no iba bien. En efecto, tuvieron que entrar las asistencias y el jugador tuvo que ser sustituido. Fue Lucas Beltrán el que ocupó su lugar. El jovencísimo jugador de la cantera rojilla, que contó con minutos en la pretemporada pero todavía no había jugado en un partido oficial, se vio sin comerlo ni beberlo con una oportunidad de oro, eso sí, en un escenario no apto para todos, pues los primeros minutos de juego ya hicieron presagiar que el partido le iba a demandar mucho. 

El jugador, lejos de arrugarse, salió al césped con una madurez digna de un jugador de mayor experiencia, y es que en una de sus primeras jugadas filtró un balón entre líneas que dejó solo contra el portero visitante a Aimar Peña en la más clara del partido hasta la fecha. La lástima fue que Peña llegó al balón algo forzado y no pudo golpear con suficiencia para superar a Arnau Fábrega.  

Esta jugada envalentonó a los rojillos, que pasaron a hacerse con las ocasiones de más peligro. En ese instante, la UD Barbastro imprimió un juego más físico, con jugadas al límite, parta tratar de mermar el buen momento de confianza turolense. Ello levantaba los alaridos de la marea rojilla que se encontraba en las gradas de Pinilla, mientras que el CD Teruel trataba de contrarrestarlo con fútbol. Así, los hombres de Mendia pasaron a imprimir más velocidad a la circulación del balón para tratar de llegar a la meta que defendía Fábrega con rápidas transiciones. Aunque gracias a esto el CD Teruel se hizo con el esférico, lo cierto fue que el Barbastro logró su cometido, pues en torno al minuto 30 de partido el juego del cuadro mudéjar dejó de ser tan vertical, de manera que ganó en posesión, pero perdió en peligrosidad. 

Se notaba así la ausencia de Marí y Le Normand, pues, al no estar su creatividad habitual, a partir de tres cuartos de campo el equipo turolense se quedaba sin ideas, de manera que no hacía más que rondar el área de Fábrega sin ningún tipo de decisión. 

Pese a ello, poco antes del descanso el CD Teruel tuvo alguna oportunidad para ponerse por delante, pero también las tuvo la UD Barbastro, pues los de Dani encontraron en el contragolpe su mejor aliado para meter miedo al cuadro mudéjar. “Espabilad”, se escuchaba desde la grada cada vez que los visitantes amenzaban la portería de Taliby. 

En medio de toda esta intensidad el árbitro decretó el final del primer tiempo, de modo que, pese a toda la energía desprendida en los primeros 45 minutos de juego, los dos equipos enfilaron el túnel de vestuarios con todo abierto para un segundo tiempo que prometía. 

Le vino bien el receso al CD Teruel, pues tras él el conjunto mudéjar recuperó el orden sobre el césped de Pinilla, de manera que pudo poner fin a la locura del final del primer tiempo y dibujó un contexto más favorable para sus intereses. Así, en los primeros minutos del segundo asalto el cuadro mudéjar, además de tener el balón, recuperó verticalidad, por lo que también aumentó su peligrosidad. Tanto es así que, antes de que se cumpliesen los primeros 10 minutos de la segunda parte, el equipo de Mendia tuvo dos ocasiones más de ponerse por delante. La primera la arruinó el fuera de juego, pero la segunda la arruinó Arnau Fábrega. 

Esta última fue la más peligrosa, y es que Joel Febas tiró un desmarque de tiralíneas y recibió un balón certero procedente del centro del campo rojillo que lo dejó prácticamente solo contra el portero visitante. No obstante, su posición algo escorada no le dejó mucho espacio y a la hora de definir Arnau Fábrega lo tuvo fácil para taparle toda la portería y detener su disparo. 

Así, el CD Teruel lo volvía a intentar, pero le volvía a pasar la de la mayor parte de los partidos, y es que no estaba acertado de cara a puerta. Ante esta situación, Mendia probó algo nuevo, y es que optó por quitar un hombre del centro del campo y meter a otro delantero para buscar el tanto con más ahínco. En este sentido, Óscar Caro abandonó el terreno de juego y entró en su lugar Peru Ruiz, que fue recibido con aplausos y vítores por la afición rojilla. 

El partido fue madurando y con ello, la UD Barbastro también fue encontrando su sitio, de tal forma que fue igualando las fuerzas y las ocasiones se fueron repartiendo. Así, el choque entró en un estado de estancamiento, ya que en esta fase del partido ningún equipo era capaz de ser decisivo en las áreas. 

Ello obligó a los dos técnicos a mover ficha. En el caso turolense, Mendia dio entrada a Beñat Leiza por Cabetas, que solicitó el cambio aquejado de unas molestias, y a Giuliano Bertino por Aimar Peña. Con estos nuevos cambios Moha pasó a la delantera junto con Peru Ruiz, mientras que Giuliano ocupó la banda izquierda y Obeng el costado derecho. 

Cuando todo está estancado el balón parado puede convertirse en tu mejor aliado, y así fue, pues, poco después de que se hubieran producido los cambios, Giuliano Bertino provocó una falta peligrosa en la frontal favorable al conjunto rojillo que acabó suponiendo el gol turolense. El propio Giuliano probó suerte con un disparo raso tratando de sorprender a Arnau Fábrega, pero este lo leyó bien y pudo meter una mano baja que repelió el disparo, no obstante, no pudo controlar el rechace y allí estaba Iván López con la caña de pescar para dibujar el 1-0 en el luminoso. 

Este tanto desató la locura visitante, que trató de agotar sus opciones de gol mediante incesantes acometidas a la meta de Taliby. El Teruel trató de defenderse como en el final de la primera parte, con el balón, pero lo cierto es que en ese momento el Barbastro achuchaba como nunca, por lo que al cuadro rojilllo no le tocaba otra cosa que sufrir. O eso parecía en un inicio, pues al filo del 90 Peru Ruiz se negó a tener que vivir otro final de partido de infarto, y es que el ariete rojillo hizo buena una contra turolense para materializar el 2-0 y otorgar a los suyos un final más llevadero. En este sentido, del posible empate se pasó al tanto de la tranquilidad rojillo, y es que Beñat Leiza despejó un caramelo que dejaba solo delantero del Barbastro con tal fortuna que la pelota le cayó a otro compañero para armar rápidamente la jugada que acabó con el gol a la media vuelta de Peru.

Esto no hizo más que evidenciar que el CD Teruel está en un momento de forma excelso, pues, pese a llegar al choque maltrecho debido a las cinco bajas en sus filas, el equipo llevó a cabo un gran ejercicio de resiliencia para encontrar el camino hacia la victoria. “Quiero ascender a primera contigo”, acabó cantando la grada turolense. 

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