Miguel Marí pisa el balón para zafarse de un jugador rival. Bykofoto/Antonio García
El CD Teruel empata un partido que mereció ganar a los puntos (1-1)
Un desajuste puntual en la defensa aleja a los de Mendia de su segunda victoria consecutiva
El CD Teruel tuvo que contentarse ayer con un empate que supo a poco ante el Tudelano. El equipo de Mendia comenzó adelantándose a las primeras de cambio y desplegó un fútbol brillante, digno del que suele practicar en Pinilla. No obstante, un error puntual en la zaga rojilla lo penalizó y permitió la igualada de los de Tudela. Así pues, pese a su gran partido, el CD Teruel no pudo sacar rédito de su primera victoria fuera de casa el fin de semana pasado y no logró acumular dos triunfos consecutivos.
Como en todos los campos de Primera RFEF y Segunda RFEF, la tarde en Pinilla arrancó con un sentido minuto de silencio en honor a las víctimas y los afectados por la dana en Valencia. Todos los pensamientos se trasladaron allí antes de que comenzase la acción sobre el feudo turolense.
La buena noticia del regreso a la titularidad de Moha Sanhaji, ya totalmente recuperado de su rotura de isquio, le permitió a Unai conformar un once más parecido al del inicio de la temporada con Théo Le Normand regresando al centro del campo. No obstante, la importante baja de Cabetas en la zaga le obligó a tener que tirar de recursos. De esta manera, el CD Teruel salió de inicio con Taliby en la portería, José Val y Áxel Ariel en la pareja de centrales, Ander Dufur y Roger Marcé en los laterales, Óscar Carlo, Miguel Marí y Théo Le Normand en la medular, Moha y Jorge Domínguez en los extremos y Peru Ruiz en la punta de lanza.
El choque arranó con un CD Teruel valiente que se hizo con las primeras posesiones para llegar por los extremos a la meta rival. Tan valiente fue el conjunto rojillo que, antes incluso de que los visitantes se pudiesen asentar en el verde, los de Mendia pudieron cantar el primer gol con una jugada exquisita.
Parecía que no iba a acabar en nada la acción porque Théo Le Normand se había hecho un lío dentro del área rival y lo habían rodeado varios zagueros del Tudelano. Sin embargo, el centrocampista sacó fuerzas para dejar el balón atrás y que Miguel Marí inventase. Moha dibujó un desmarque de tiralíneas, Marí lo vio y el resto es historia. Miguel dibujó un pase certero con la precisión de un cirujano para romper todas las líneas y dejar a Moha solo contra Peñalver. Este no perdonó y firmó el primero del partido.
Tras el gol el CD Teruel continuó con el dominio del esférico. Sin embargo, igual de rápido que llegó la alegría se fue, pues unos instantes después el Tudelano pudo hacer efectiva una contra suya para igualar la contienda.
José Val, que en esta ocasión actuaba de central y no de lateral, se vio obligado a salir de su posición para tratar de cortar un esférico, dejó un espacio que tenía que cubrir Roger Marcé, pero este llegó tarde y Pol Prats le comió la espalda. Taliby dudó en la salida y le dio tiempo al jugador tudelano a definir con clase para colocar el 1-1.
El empate supuso un duro mazazo para los locales, pero ello no los apartó de su idea de juego y, con la pelota en los pies, seguían siendo peligrosos. El centro del campo turolense, comandado por Marí y Le Normand era letal. Los dos sentaban cátedra con sus pases y su visión de juego, pues hacían jugar al equipo en línea de tres cuartos y levantaban al público mudéjar con cada acción de peligro que generaban.
Estaban siendo tan importantes que todo el respetable sostuvo la respiración cuando Marí recibió un golpe en su rostro y tuvo que ser atendido por los médicos del CD Teruel. Finalmente Marí se pudo levantar por su propio pie y seguir en el césped, por lo que no hubo que lamentar males mayores.
Entre todas las acciones turboletas destacó una de Jorge Domínguez. El extremo recibió un balón en el balcón del área cargado de veneno, pero este se equivocó en su decisión y en vez e disparar de primeras optó por recortar y le robaron la cartera.
Ante esta situación el Tudelano no estaba incómodo del todo, ya que cuando robaba conseguía generar peligro con poco. Sin Cabetas, la defensa del CD Teruel estaba magullada y los visitantes lo sabían. Tanto es así que volvieron a retarla en otra contra y a punto estuvieron de colocar el 1-2 en el luminoso, de hecho lo hicieron, pero el linier levantó la bandera para indicar un fuera de juego que sostuvo a los de Mendia. En esta acción Taliby volvió a dar sensaciones de flaqueza para aumentar más si cabe la inseguridad del equipo atrás.
Ander Dufur tuvo la réplica en un saque de esquina, pero el defensa, menos acostumbrado a este tipo de acciones, vio como el balón le superaba sin opción de remate.
Rondando el minuto 40 las fuerzas se equilibraron. El CD Teruel seguía teniendo la posesión, pero ahora era menos determinante con él y no conseguía acercarse a la portería de Peñalver. Le Normand quiso buscarle rápida solución mediante el disparo lejano y a punto estuvo de encontrarla. El francés se inventó un tremendo golpeo desde una distancia de más de 30 metros y obligó a Peñalver a esforzarse al máximo para sacar el balón a mano cambiada.
De cara el final del primer tiempo Peru y Moha estuvieron al borde de rascar el gol en dos balones al espacio, pero finalmente se quedaron en dos nuevos intentos frustrados del CD Teruel.
Tras el paso por vestuarios el CD Teruel recuperó la mordiente del inicio, pues antes incluso de los primeros diez minutos de juego los rojillos ya habían probado los guantes de Peñalver hasta en tres ocasiones con acciones de Le Normand y Peru.
Jonathan Risueño, el técnico visitante, al olerse lo peor decidió mover el banquillo el primero para buscar la reacción de los suyos. En este sentido, sustituyó a tres hombres de ataque dando entrada a Farru, Antonio Otegui y Johar Mejía. Poco después se vio obligado a introducir un nuevo cambio por lesión y le dio minutos a Ángel Lizárraga.
Unai Mendia, por su parte, al ver que su planteamiento inicial todavía funcionaba, decidió esperar un poco más para hacer sus primeros cambios. No obstante, la merma física ya comenzaba a hacer mella sobre sus jugadores, pues estos perdían claridad en sus acciones. Pese a ello, tiraban de corazón para seguir buscando el gol que les diera la victoria.
Con el corazón solo no bastaba, así que en el minuto 70 Mendia realizó el primer cambio para dar oxígeno a los suyos. Así, sustituyó a Óscar Caro por Febas.
Posteriormente llegó la acción polémica del partido. Entre muchos rechaces, un central del Tudelano entregó el balón a su portero y este la agarró con las manos dentro del área, lo que levantó a todo el público reclamando cesión, pero el árbitro no pitó nada.
Mientras tanto, el CD Teruel continuó a la suya. En el tramo final del choque los rojillos tuvieron ocasiones de todos los colores para conseguir ponerse por delante, de hecho, Peru tuvo la más clara a puerta vacía, sin embargo, finalmente tuvieron que resignarse al empate y no pudieron sacar rédito de la victoria que consiguió el fin de semana pasado fuera de casa.
En este tramo final la polémica regresó con tres posibles manos dentro del área del Tudelano que reclamó todo el CD Teruel, pero el colegiado tampoco decretó nada y el empate fue inevitable.
Como en todos los campos de Primera RFEF y Segunda RFEF, la tarde en Pinilla arrancó con un sentido minuto de silencio en honor a las víctimas y los afectados por la dana en Valencia. Todos los pensamientos se trasladaron allí antes de que comenzase la acción sobre el feudo turolense.
La buena noticia del regreso a la titularidad de Moha Sanhaji, ya totalmente recuperado de su rotura de isquio, le permitió a Unai conformar un once más parecido al del inicio de la temporada con Théo Le Normand regresando al centro del campo. No obstante, la importante baja de Cabetas en la zaga le obligó a tener que tirar de recursos. De esta manera, el CD Teruel salió de inicio con Taliby en la portería, José Val y Áxel Ariel en la pareja de centrales, Ander Dufur y Roger Marcé en los laterales, Óscar Carlo, Miguel Marí y Théo Le Normand en la medular, Moha y Jorge Domínguez en los extremos y Peru Ruiz en la punta de lanza.
El choque arranó con un CD Teruel valiente que se hizo con las primeras posesiones para llegar por los extremos a la meta rival. Tan valiente fue el conjunto rojillo que, antes incluso de que los visitantes se pudiesen asentar en el verde, los de Mendia pudieron cantar el primer gol con una jugada exquisita.
Parecía que no iba a acabar en nada la acción porque Théo Le Normand se había hecho un lío dentro del área rival y lo habían rodeado varios zagueros del Tudelano. Sin embargo, el centrocampista sacó fuerzas para dejar el balón atrás y que Miguel Marí inventase. Moha dibujó un desmarque de tiralíneas, Marí lo vio y el resto es historia. Miguel dibujó un pase certero con la precisión de un cirujano para romper todas las líneas y dejar a Moha solo contra Peñalver. Este no perdonó y firmó el primero del partido.
Tras el gol el CD Teruel continuó con el dominio del esférico. Sin embargo, igual de rápido que llegó la alegría se fue, pues unos instantes después el Tudelano pudo hacer efectiva una contra suya para igualar la contienda.
José Val, que en esta ocasión actuaba de central y no de lateral, se vio obligado a salir de su posición para tratar de cortar un esférico, dejó un espacio que tenía que cubrir Roger Marcé, pero este llegó tarde y Pol Prats le comió la espalda. Taliby dudó en la salida y le dio tiempo al jugador tudelano a definir con clase para colocar el 1-1.
El empate supuso un duro mazazo para los locales, pero ello no los apartó de su idea de juego y, con la pelota en los pies, seguían siendo peligrosos. El centro del campo turolense, comandado por Marí y Le Normand era letal. Los dos sentaban cátedra con sus pases y su visión de juego, pues hacían jugar al equipo en línea de tres cuartos y levantaban al público mudéjar con cada acción de peligro que generaban.
Estaban siendo tan importantes que todo el respetable sostuvo la respiración cuando Marí recibió un golpe en su rostro y tuvo que ser atendido por los médicos del CD Teruel. Finalmente Marí se pudo levantar por su propio pie y seguir en el césped, por lo que no hubo que lamentar males mayores.
Entre todas las acciones turboletas destacó una de Jorge Domínguez. El extremo recibió un balón en el balcón del área cargado de veneno, pero este se equivocó en su decisión y en vez e disparar de primeras optó por recortar y le robaron la cartera.
Ante esta situación el Tudelano no estaba incómodo del todo, ya que cuando robaba conseguía generar peligro con poco. Sin Cabetas, la defensa del CD Teruel estaba magullada y los visitantes lo sabían. Tanto es así que volvieron a retarla en otra contra y a punto estuvieron de colocar el 1-2 en el luminoso, de hecho lo hicieron, pero el linier levantó la bandera para indicar un fuera de juego que sostuvo a los de Mendia. En esta acción Taliby volvió a dar sensaciones de flaqueza para aumentar más si cabe la inseguridad del equipo atrás.
Ander Dufur tuvo la réplica en un saque de esquina, pero el defensa, menos acostumbrado a este tipo de acciones, vio como el balón le superaba sin opción de remate.
Rondando el minuto 40 las fuerzas se equilibraron. El CD Teruel seguía teniendo la posesión, pero ahora era menos determinante con él y no conseguía acercarse a la portería de Peñalver. Le Normand quiso buscarle rápida solución mediante el disparo lejano y a punto estuvo de encontrarla. El francés se inventó un tremendo golpeo desde una distancia de más de 30 metros y obligó a Peñalver a esforzarse al máximo para sacar el balón a mano cambiada.
De cara el final del primer tiempo Peru y Moha estuvieron al borde de rascar el gol en dos balones al espacio, pero finalmente se quedaron en dos nuevos intentos frustrados del CD Teruel.
Tras el paso por vestuarios el CD Teruel recuperó la mordiente del inicio, pues antes incluso de los primeros diez minutos de juego los rojillos ya habían probado los guantes de Peñalver hasta en tres ocasiones con acciones de Le Normand y Peru.
Jonathan Risueño, el técnico visitante, al olerse lo peor decidió mover el banquillo el primero para buscar la reacción de los suyos. En este sentido, sustituyó a tres hombres de ataque dando entrada a Farru, Antonio Otegui y Johar Mejía. Poco después se vio obligado a introducir un nuevo cambio por lesión y le dio minutos a Ángel Lizárraga.
Unai Mendia, por su parte, al ver que su planteamiento inicial todavía funcionaba, decidió esperar un poco más para hacer sus primeros cambios. No obstante, la merma física ya comenzaba a hacer mella sobre sus jugadores, pues estos perdían claridad en sus acciones. Pese a ello, tiraban de corazón para seguir buscando el gol que les diera la victoria.
Con el corazón solo no bastaba, así que en el minuto 70 Mendia realizó el primer cambio para dar oxígeno a los suyos. Así, sustituyó a Óscar Caro por Febas.
Posteriormente llegó la acción polémica del partido. Entre muchos rechaces, un central del Tudelano entregó el balón a su portero y este la agarró con las manos dentro del área, lo que levantó a todo el público reclamando cesión, pero el árbitro no pitó nada.
Mientras tanto, el CD Teruel continuó a la suya. En el tramo final del choque los rojillos tuvieron ocasiones de todos los colores para conseguir ponerse por delante, de hecho, Peru tuvo la más clara a puerta vacía, sin embargo, finalmente tuvieron que resignarse al empate y no pudieron sacar rédito de la victoria que consiguió el fin de semana pasado fuera de casa.
En este tramo final la polémica regresó con tres posibles manos dentro del área del Tudelano que reclamó todo el CD Teruel, pero el colegiado tampoco decretó nada y el empate fue inevitable.
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