El Andorra recupera la sonrisa con un trabajado triunfo ante el Cuarte (0-1)

El Andorra volvió a recuperar la sonrisa en la liga después de lograr un trabajado triunfo en su visita al campo del Cuarte por 0-1 en el partido correspondiente a la decimotercera jornada del grupo 17 de la Tercera Federación. Magu marcó el tanto de la victoria visitante a los 21 minutos de juego. Con esta victoria, el bloque turolense vuelve a meterse en los puestos de play-off de ascenso y suma 20 puntos en el campeonato.

El equipo minero llegó a este partido en el momento más crítico de la temporada después de haber encadenado tres derrotas en sus cuatro últimos enfrentamientos ligueros, con derrotas a domicilio ante el Fuentes (2-1) y Épila (3-1), y la pasada jornada encajó un inesperado tropiezo en casa frente a uno de los rivales de la zona baja de la clasificación, el Belchite 97, por 0-2. Este último revés liguero hizo que el club andorrano buscara soluciones para tratar de mejorar en la faceta defensiva tras encajar siete goles en estas últimas tres jornadas y por ello esta misma semana realizaron una nueva incorporación, la del pivote hispanocongoleño Kever Embeya, que llegó procedente del Sariñena, de la Regional Preferente. El jugador, nacido en Zaragoza, llegó al equipo turolense para cubrir la baja del lateral izquierdo, Maina, al que se le dio de baja.

Con este nuevo fichaje, su entrenador, Carlos Gil, tendría en sus filas a un nuevo refuerzo para mejorar las prestaciones defensivas de un equipo que fue de más a menos durante toda la campaña, aunque prefirió no meter finalmente a Kever en la convocatoria para este partido.

Los números que firmó el cuadro minero en este arranque de temporada fueron excelentes, llegando a estar invicto en las ocho primeras jornadas de liga, llegando a estar tercero en puestos de play-off de ascenso y teniendo un gran rendimiento defensivo, llegando solo a encajar un gol en los cinco primeros partidos de liga. Sin embargo, su primera derrota en la liga en el campo del Fuentes, que estaba situado en aquel momento en zona de descenso y que venía de encajar cinco derrotas consecutivas, marcó un antes y un después en el devenir de la temporada, en la que solo pudo sumar en estas últimas cuatro jornadas tres puntos tras vencer como local al Tamarite por 3-1. Por lo tanto, los chicos de Carlos Gil querían romper con este maleficio precisamente ante un rival al que ya consiguió ganar en su último partido de pretemporada en este mismo escenario del estadio de Juan Guerrero El Lobo por 0-1 con un gol del juvenil Carlos Corral. Además, este duelo podría devolver a los de Carlos Gil a la zona de play-off de ascenso, en el caso de lograr un triunfo en el feudo zaragozano ante un rival directo, que se presentó a esta jornada, ubicado en la cuarta plaza con dos puntos más que los mineros.
 

Sin embargo, el Cuarte tampoco llegó en su mejor momento a este encuentro tras encajar dos derrotas en sus tres últimos partidos, la última encajada a domicilio la pasada jornada frente al líder, Binéfar, por 3-1. Bien es cierto que los chicos de Loreto se mostraron bastante sólidos en su propio campo, donde ganó sus últimos tres partidos ante el Ebro (1-0), Fraga (2-1) y Zuera (1-0).

El técnico visitante, Carlos Gil, tomó buena cuenta del último test de pretemporada jugado ante el Cuarte y realizó un buen planteamiento táctico, aprovechando las debilidades de su oponente. Los andorranos realizaron un encuentro muy serio en todas sus líneas, maniatando el juego del centro del campo de su rival.

La presión arriba a la salida del balón abortó toda posibilidad de los zaragozanos para crear ocasiones de peligro, mientras que los mineros se sintieron cómodos sobre el campo, jugaron muy concentrados para no permitir demasiadas concesiones a su rival, que no vio la forma de superar la barrera defensiva de los visitantes. De este modo, no tardó mucho en llegar el primer y único gol del partido del bloque turolense en una gran jugada individual de Kemo, que culminó Magu anotando el 0-1 cuando se llegó al meridiano de la primera mitad. Este tanto afianzó el juego de los de Carlos Gil, mientras que afloraron los nervios en el equipo maño, desesperado por ver que sus ataques no inquietaron a la segunda defensa rival.

Tras el paso por los vestuarios, el Cuarte buscó soluciones para tratar de neutralizar su desventaja, mientras que el equipo minero siguió manejando bien el partido y sin cometer ningún error en defensa. Los andorranos ofrecieron su mejor versión en este partido y volvieron a recuperar esa solvencia que tuvo en el inicio de temporada. Las manecillas del reloj avanzaban en favor de los visitantes y para los maños el tiempo pasó volando. Ni los cambios hicieron el efecto deseado para los chicos de Loreto, que vieron cómo el Andorra se convirtió en su particular bestia negra esta temporada y que volvió por la senda del triunfo ante un rival directo en la pelear por el play-off de ascenso.

El Andorra volverá a jugar en la liga el próximo 14 de diciembre (sábado) en el partido donde recibirá en el estadio Juan Antonio Endeiza al Ebro a partir de las 16:00 horas.