Síguenos
El Andorra gana en Cuarte y acaba la pretemporada con buen tono global El Andorra gana en Cuarte y acaba la pretemporada con buen tono global
Buen ensayo del Andorra para concluir la pretemporada, con victoria en Cuarte. A. Martínez

El Andorra gana en Cuarte y acaba la pretemporada con buen tono global

El cuadro minero, bien físicamente y sólido en lo táctico, da buena imagen
banner click 236 banner 236

El Andorra se sacó una victoria de mérito en Cuarte, uno de los rivales de la temporada. El equipo de Carlos Gil, que regresa a Tercera RFEF después de siete años, emitió señales positivas y demostró estar preparado para el reto, aún y cuando quedan cosas por mejorar. Pero físicamente el equipo estuvo entero, fuerte en lo físico, sólido en defensa y con iniciativa para proponer. Agradeció el Andorra las dimensiones del Municipal de Cuarte, con amplitud para tener espacios y desarrollar un juego de toque y combinativo. Los de Gil, al igual que los de Loreto, salieron con un guion similar y en esa afinidad se produjo cierto contrapeso.

El equilibrio era manifiesto aunque era el Cuarte el que llegaba con más frecuencia que no claridad, porque tanto los de Loreto como el Andorra se diluían en la zona de tres cuartos, a donde era relativamente fácil llegar pero donde se revelaba más complejo idear soluciones que simplificaran el asalto a la portería.

Los de Gil se esmeraban en tratar con mimo el balón y en protegerlo con celo para no perderlo. Tenerlo era estar inmune ante el peligro, pero el Cuarte también lo quería, lo conseguía y avanzaba en ocasiones con argumentos inquietantes, sobre todo cuando el balón llegaba a Hamza Bouayadi, delantero cualificado que demostraba su talento para el gol. No consiguió sin embargo superar a Javito, que no tuvo que intervenir demasiado, bien abrigado por una defensa liderada por el muro que puso Blasco.

Intensidad tras el descanso

Ya en la segunda parte, ambos equipos elevaron la intensidad de su juego y aún sin perder el hilo al juego vistoso y de salón, confirieron un grado más de agresividad como bálsamo con el que encontrar resquicios para encontrar el santo grial del gol. También empezaron a salir muchos jugadores desde el banquillo que perturbaron el orden establecido. Y en esta tesitura, los mineros se sostenían con templanza sin perder concentración defensiva y con la chispa del habilidoso Alberto Gracia, que encaraba por bandas para agitar al equipo.

Entre él y Kemo Cisee con su envergadura, intimidaban a un Cuarte que seguía creando juego y llegando en ocasiones aunque con más precauciones en defensa. Y se entró en la recta final cuando una contra muy bien llevada por Gracia la remató el juvenil Carlos Corral, que celebraba de esta forma su ascenso al primer equipo.

El gol puso al Cuarte en modo empate y llegó entonces su mejor oportunidad, que no supo definir. Para entonces Gil había retirado a Kemo, con molestias y todos los cambios hechos, por lo que el Andorra terminó el partido en inferioridad, encerrado pero gestionando la contingencia con nota.

El redactor recomienda