El Andorra dice adiós al 2024 del mismo modo que lo inició: con victoria (0-1)

El Andorra CF no falló en esta última jornada de un año para enmarcar y consiguió sumar los tres puntos en un campo difícil como Los Rosales y ante un vecino tan complicado como el CD Caspe. Todo ello después de un partido de mucha igualdad y pelea, de poco dominio de nadie y donde Alberto Gracia se convirtió en gran protagonista marcando un golazo recién superada la hora que supone un triunfo de enorme valor. Una victoria que devuelve a los andorranos a las posiciones de play-off después de pasar una noche fuera de tan privilegiada y habitual posición tras la victoria de otro de los equipos turolenses del grupo, un Calamocha al que la alegría le ha durado bien poco y que tendrá que esperar a que pasen las fiestas para volver a intentarlo.

En el campo de Los Rosales se vio una primera parte muy trabada en todo momento, con mucho balón sin control y donde los hombres de Carlos Gil siempre llevaron algo más la iniciativa y ya desde los primeros compases de partido. Por su parte, el Caspe estaría atrás en su parcela de campo, bien sólido e intentando que no se filtrase ninguna acometida de su rival. Ni locales ni visitantes tendrían ocasiones en todo el primer periodo, cuando los porteros pasaron inadvertidos, pero los turolenses aprovecharon todos los contragolpes que dispusieron aunque no acabaron nunca de materializar esas intentonas en nada reseñable.

Más adelante en el primer tiempo, el Caspe buscó algo de protagonismo y dispuso de alguna acción a pelota parada, pero cabe destacar que el cuadro caspolino tuvo en todo momento muy poca llegada al área rival. Así que la primera mitad terminó con empate a cero y poco más, ya que fue bastante disputada llevando el peso los vgisitantes y con un Caspe bien plantado en su parcela de campo.

Empezada la segunda mitad el conjunto de Carlos Gil generó muchas más preocupaciones que antes, pero de nuevo las defensas se impusieron a los atacantes de ambos equipos y los minutos volvieron a correr despacio, sin ocasiones en las áreas y con todo demasiado ajustado. El equipo entrenado por el míster local Javier Romero no hacía nada de daño a los turolenses, pero tampoco sufría lo suficiente como para ponerse nervioso y parecía estar muy seguro de estar en el camino correcto, de tener un plan que pasaba por hacer largo el partido y apretar con todo en el tramo final para conseguir el triunfo apoyado por su siempre animosa afición.

Pero todo se torció de golpe para los zaragozanos en el minuto 66, cuando Alberto Gracia recogió un balón en el costado izquierdo y se giró perfectamente para deshacerse del central y orientarse de cara a portería. Una vez superada la zaga Gracia soltó un gran chut con rosca que se coló cerca de la escuadra del palo largo. Así, el equipo de Carlos Gil golpeaba primero y eso bien podría ser suficiente en un duelo de tanta igualdad.

Recibido el gol el Caspe respondió sacando gran parte de su potencial, de modo que a partir de ahí, y hasta el final, dominaría más que nunca, acosando de manera insisitente a los andorranos, pero lo cierto es que no tuvo el fútbol suficiente para desarbolar a un Andorra muy serio y rocoso en lo defensivo que no pasaría por grandes apuros para mantener su portería cerrada. Así y a pesar de que el Caspe intentara anotar el tanto que les diera el empate en el partido, entre la zaga y el portero del Andorra acabó siendo suficiente para que su equipo consiguiera el valioso punto.

En los instantes finales el equipo del míster local Javier Romero se volcó con todo pero ni aún así tuvo peligro en acciones elaboradas y sólo pudo empatar en un par de acciones de estrategia, mientras que los visitantes incluso en las postrimerías del choque tuvieron un par de contras que pudieron acabar mucho mejor para el Andorra.