Diez alineaciones en diez jornadas, pero el primer triunfo turolense sigue sin llegar

Diez alineaciones distintas en las primeras diez jornadas de competición. Es el balance de un CD Teruel que esta semana estuvo más cerca que nunca de acabar con la mala racha de resultados. Después de muchas probaturas, Víctor Bravo dio con la tecla para sumar el primer triunfo de la temporada, pero, en esta ocasión, le fallaron los cambios. Clau Mendes, en el minuto 90, echó al traste todo el buen trabajo rojillo. El técnico zaragozano se mostró crítico consigo mismo y con sus jugadores al término de un encuentro que marca el camino a seguir para los que están por venir. Mañana en la Copa del Rey, el cuerpo técnico turolense tiene otra oportunidad para probar una nueva alineación o repetir con alguna de las diez anteriores y tratar así de doblegar al Valle de Egüés.

El CD Teruel sigue sin tener un once fijo en su aventura por la Primera RFEF. Lo que el año pasado en una categoría inferior era un 4-4-2 casi inamovible este año se ha transformado en un esquema distinto en más de una ocasión. Víctor Bravo le ha dado la titularidad a 20 de sus 23 hombres en alguna ocasión y ha ido variando su planteamiento inicial en una especie de fórmula de ensayo y error. Este domingo, con un once similar al que sacó ante el Barça Atlétic, el entrenador estuvo a punto de dar con la solución. Sin embargo, la ecuación se le volvió a enrevesar cuando ya acariciaba el éxito.

El camino hasta un once tipo

En la primera jornada, el preparador zaragozano apostó por una alineación titular similar a la que le llevó al ascenso, aunque con numerosa presencia de jugadores recién fichados. Arnau Gaixas tuvo que debutar debido a la lesión de Cabetas y desde entonces solo ha salido del once titular en una ocasión.  El central catalán es el fichaje que más minutos ha disputado en lo que va de temporada con Nacho Castillo persiguiéndole de muy cerca. El centrocampista ha partido de inicio en los diez encuentros disputados por el bloque rojillo hasta el momento y se ha convertido en uno de los jugadores imprescindibles para Víctor Bravo.

En el segundo partido del curso, Víctor Bravo apenas cambió el esquema. La única modificación llegó en la delantera, donde Villa jugó de inicio y relegó al banquillo a Buenacasa.
En la visita a Riazor, el esquema turolense empezó a tomar una forma distinta. El 4-4-2 que había predominado en las dos primeras jornadas de competición pasó a ser un 4-3-3, con Facu García, Tena y Nacho Castillo dando forma al trivote de la medular. Borja Martínez se estrenó como titular robándole la banda izquierda a Aparicio. La variación obtuvo premio, con un empate a cero positivo ante un rival con mucho más poderío.

Una jornada después, ante el Gimnástic de Tarragona, a Víctor Bravo le tocó experimentar con la defensa debido a la inesperada lesión de Carmona, que se sumaba a la de Cabetas. Sin sus dos centrales de referencia, el míster optó por dar entrada a los dos zagueros con los que se había reforzado la entidad rojilla. Arnau Gaixas e Ismael Sierra formaron la dupla en defensa y al CD Teruel se le escapó el empate en una jugada a balón parado.

La sequía goleadora empezaba a ser un problema para un equipo que llevaba sin anotar desde la primera jornada. Por lo tanto, Víctor Bravo reajustó el dibujo antes de visitar al Real Unión. La primera titularidad le sentó de maravilla a Jorge Alastuey, que fue autor de uno de los dos goles del bloque turolense y que desde entonces no ha perdido su hueco en el once inicial. Ante el cuadro vasco también debutaron como titulares Borja Romero y Aitor Pascual, sin demasiado éxito, ya que los locales terminaron llevándose los tres puntos.

En la sexta jornada, la principal novedad fue el cambio de ubicación de Alastuey, que pasó de jugar en banda a acompañar a Gabarre en la punta de ataque. La banda derecha la ocupó Ahn y la izquierda fue para Borja Martínez, pero el equipo volvió a echar en falta el gol. De hecho, la falta de pegada de cara a puerta se prolongó durante varias jornadas más, en concreto hasta la décima. 
El choque ante el Arenteiro era vital para tratar de salir del pozo y Víctor Bravo optó por una defensa con tres centrales y dos carrileros largos, que para la ocasión fueron Rubén Correia y Aitor Pascual. El equipo mejoró su rendimiento ofensivo, pero volvió a fallar en su asignatura pendiente y solo pudo sumar un punto.

Frente al Barça Atlétic, el CD Teruel partió de inicio con una formación innovadora pero que dejó sensaciones positivas. Arnau Gaixas actuó como falso lateral, algo que se repitió este pasado fin de semana, y permitió que el equipo creciera a nivel ofensivo, pero se mantuviese firme atrás. En una nueva acción a balón parado, el filial culé se llevó los tres puntos para desgracia del cuadro rojillo.
En Pinilla ante el Fuenlabrada regresó el 4-4-2 y el equipo volvió a generar más bien poco, por lo que en el duelo de este pasado domingo la opción fue de nuevo la defensa de tres centrales, con Arnau como falso lateral por un costado y Aitor Pascual en el otro. Ahn tuvo que cubrir toda su banda y por en medio, con mayor libertad actuaron Nacho Castillo, Aparicio y Alastuey, con Fran Tena cubriéndoles las espaldas. Arriba, Buenacasa se peleó y al final obtuvo la recompensa del gol.

Frente al Cornellá, el cuadro turolense jugó uno de sus mejores encuentros y rozó el primer triunfo, por lo que ese puede ser el esquema que lleve al conjunto turolense a conseguir la victoria.
Los dos siguientes duelos, ante el Valle de Egüés y frente a la Ponferradina servirán para comprobar si Víctor Bravo, por fin, ha encontrado el once titular con el que empezar a sumar de tres.