‘Turquesa’, o el arte que sigue creyendo en el Mediterráneo como un nexo de unión, pese a todo
Doce artistas españoles, griegos y turcos ofrecen nueve piezas de videoarte inspiradas en el simbolismo del marHa sido singlado por naves militares y conquistadoras desde los albores de la navegación a mar abierto, en el primer milenio a. de C., y en la actualidad sigue siendo una frontera infranqueable para muchas personas que huyen de la muerte y a menudo la encuentran en él. Sin embargo el Mediterráneo ha sido sobre todo una vía de comunicación y encuentro, que ha ejercido una impronta en los pueblos que han habitado su ribera tan significativa e inequívoca como en su paisaje físico. Es una marca de identidad de una enorme comunidad humana que ha moldeado su economía, su cultura y su idiosincrasia en mucha mayor medida que las fronteras artificiales y contingentes de los estados en los que el devenir histórico ha dividido a esa comunidad.
Ese es el relato de fondo de Turquesa, la exposición que se inauguró ayer en la sala de muestras del Vicerrectorado del campus universitario de Teruel, y que permanecerá abierta únicamente durante dos días, hasta mañana miercoles, 15 de noviembre.
Turquesa hace referencia al color azul verdoso que suelen presentar los mares poco profundos, como es el caso del Mediterráneo. Reúne nueve piezas de videoarte de doce artistas, docentes e investigadores procedentes de seis universidad, la Universidad de Zaragoza, la Complutense de Madrid, la Politécnica de Valencia y la Miguel Hernández de Elche, en España; la Universidad Medeniyet de Estambul, en Turquía, y la Universidad de Tesalónica en Grecia.
María José Zanón Cuenca, Özlem Oguzhan, Joan Bernat Pineda -profesor en el grado de Bellas Artes de Teruel-, Gioula Papadopoulou, Lourdes Santamaría Blasco, Isabel Arquero Blanco, Georgios Katsagelos, Rafel Arnal, Dolores Furió Vita, Gorkem Katmer, Rubén Díaz de Greñu Marco y María Ángeles López Izquierdo, plasman diferentes aspectos y facetas del mar Mediterráneo que les es común a sus ámbitos vitales desde la disciplina del vídeoarte, en una muestra que en enero inició una gira en Tesalonika que concluirá en diciembre en Estambul, tras recorrer los seis centros colaboradores.
Eva Fernández Palop y Diego Martínez Ramos, profesores asociados de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Zaragoza en el campus de Teruel son los comisarios de esta muestra, que es uno de los hitos del trabajo de investigación y creación artística sobre la cultura mediterránea que lleva a cabo desde hace años Joan Bernat Pineda.
Ese trabajo insiste sobre todo en las cosas comunes a unen a todos los pueblos mediterráneos, mucho más patentes que las diferencias, que en el ámbito político -casi exclusivamente- también existen. “De hecho muchos de los vídeos que forman la exposición están descontextualizados”, explica Eva Fernández, una de las comisarias, “de manera que no hay forma de saber dónde estás ubicado”. El color del mar, de los montes, de la vegetación, incluso de las personas en muchos casos no dan pistas de en qué país están grabadas las imágenes, aunque inequívocamente sugieren la cuenca mediterránea de forma inequívoca. “De esa forma se incide en ese aspecto que tiene Turquesa, de hablar de los nexos en común, de lo que se comparte”.
Joan Bernat Pineda y Rafel Arnal presentan 1609 (2023); María Ángeles López Izquierdo y Dolores Furió Vita Azul 23. Estudio de los límites (2023); Lourdes Santamaría Blasco Mare Nostrum: llevo tu luz y tu olor (2023); Georgios Katsagelos Idomeni (2016), Görkem Katmer Time and Turquoise (2022-23), Gioula Papadopoulou When I was the moon (2020), José María Zanón Cuenca Connotaciones (2023), Özlem Oguzhan Sound colo of Istanbul (2023), e Isabel Arquero Blanco y Rubén Díaz de Greñu Marco Waves are arround the corner (2022).
Las nueves piezas de videoarte abordan el discurso expositivo de diferentes modos, “más documental el de Isabel Arquero o más poético el de Gioula Papadopoulou, por ejemplo”, explica la comisaria, aunque es interesante algo que sigue redundando en las tesis expositivas de Pineda; las diferencias en la forma de abordar el Mediterráneo desde el audiovisual depende de la sensibilidad individual, del libre criterio del artista, y no de la nacionalidad o de la longitud que ocupa cada uno en el mapa. “Es cierto que no hay dos vídeos similares, cada uno busca su lenguaje, más romántico, más sugerente, más histórico... pero las diferencias no dependen de los países de los que proceden, porque en ese sentido no se detectan patrones”, asegura Eva Fernández.
Por su parte Diego Martínez, explica que “al indagar en las conexiones y semejanzas de todos los pueblos que habitan el Mediterráneo, la exposición muestra que la percepción que cada pueblo tiene del propio mar también es común, así que las diferentes perspectivas con las que se refleja no tienen que ver con la nacionalidad”.
Tampoco se trata de negar la evidencia, porque tras siglos de políticas imperiales y del azote que supusieron los nacionalismos, en sustitución de los integrismos religiosos en el siglo XIX, a las concepciones internacionalistas de la humanidad, no solo hay muchas diferencias entre los distintos estados mediterráneos, sino que algunas de ellas se han transformado en conflictos en ocasiones irreconciliables, como consecuencia de las tensiones migratorias entre el norte y el sur o las continuas tensiones políticas entre Turquía y Grecia, sin ir más lejos, dos de los países que participan en esta exposición. Las relaciones diplomáticas entre estos dos países están jalonadas por crisis y conflictos armados, con cuestiones como la isla dividida de Chipre, y tensiones fronterizas y culturales que remiten al siglo XIII, y que se agravaron especialmente a partir de la I Guerra Mundial. Ese pasado en continuo conflicto ha trascendido al imaginario popular y la enemistad se ha convertido en un prejuicio entre turcos y griegos. “Por supuesto que existen esas diferencias”, afirma Eva Fernández, “pero de lo que se trata es de conectar a través del arte, saber y admitir que España no tiene un pasado tan diferente al de Turquía o Grecia, producto de ocupar una posición en torno al Mediterráneo. Venimos de lo mismo, busquemos lo que tenemos en común aunque tengamos cosas que nos diferencien”.
Turquía censura la obra artistica de Pineda y Arnal por “sexual”
Joan Bernat Pineda hizo público durante la inauguración de la exposición Turquesa, visiblemente contrariado, que la Universidad Medeniyet de Estambul ha censurado el clip de videoarte que aporta a la colectiva junto a Rafel Arnal, por lo que cuando la muestra viaje a Turquía se proyectarán únicamente los otros ocho videos, por considerar pecaminoso el que aporta la Universidad de Zaragoza. El hecho resulta especialmente lacerante e insólito teniendo en cuenta que se trata de una exposición que trata de estrechar lazos entre diferentes poblaciones de un mismo ámbito, el mediterráneo.
La pieza se titula 1609 y hace referencia, precisamente, a la expulsión de los moriscos de España desde una perspectiva crítica. Son apenas unos segundos de vídeo en los que un individuo ataviado con ropa musulmana es salpicado por las olas del Mar Mediterráneo, que se convirtió en la vía del destierro de 300.000 habitantes de la península Ibérica por el fanatismo religioso de la época de Felipe III.
¿Qué problema tiene la Universidad de Estambul con el vídeo? Tras ser mojada por el agua, la saya blanca del individuo trasparenta y deja ver parte de su piel y la ropa interior también blanca. Según explicó Pineda, la universidad de Turquía, que es un país islámico laico, ha considerado que “la imagen es sexual”, y por tanto constituye haram -pecado-.
Pineda lleva desde 2012 promoviendo intercambios culturales con Turquía, y ayer no daba crédito a la censura que ha sufrido su vídeo. “Da igual que tratemos de acercarnos, esto demuestra que para algunos es imposible entendernos. Así nunca solucionaremos nada”, afirmaba con tristeza. “Si tu vas a un hamman -baños de vapor- en Turquía la ropa se pega a la piel igual o más que en este video, se te ven los pechos, los testiculos y todo lo demás, y no sucede nada. El problema es que este vídeo está realizado por occidentales, y allí siguen teniendo esa visión, quizá inconsciente, de que lo que se hace desde occidente siempre está mal”, explicó.
La muestra girará por seis universidades de tres países
La exposición Turquesa estará en ArteSala del edificio de Bellas Artes de Teruel hoy y mañana, 14 y 15 de noviembre, como segunda etapa de una itinerancia que comenzó en la Universidad Miguel Hernández de Elche en octubre y que concluirá en enero de 2024 en la Universidad de Tesalónika, después de pasar por la Complutense de Madrid (27 de noviembre), la Politécnica de Valencia (13 de diciembre) y la Medeniyet de Estambul (22 de diciembre), cercenada sin embargo en este caso por la censura de una de las piezas, la de Joan Bernat Pineda y Rafel Arnal.
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