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Bartolomé Palazón homenajea al pintor Juan Valdés con la escultura ‘Partida doble’ Bartolomé Palazón homenajea al pintor Juan Valdés con la escultura ‘Partida doble’
‘Partida doble’ es el homenaje a Juan Valdés que aporta Bartolomé Palazón a la exposición ‘Postrimerías’, en Sevilla Jesús Manuel Conde García

Bartolomé Palazón homenajea al pintor Juan Valdés con la escultura ‘Partida doble’

El profesor del campus de Teruel participa en una exposición en Sevilla
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El profesor de Bellas Artes del campus de Teruel Bartolomé Palazón Cascales es uno de los artistas participantes en la muestra colectiva Postrimerías. Valdés Leal desde la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, exposición inaugurada en la universidad hispalense el 14 de octubre con motivo del cuarto centenario del pintor Juan Valdés (Sevilla, 1622-1690).

Palazón se encuentra desarrollando este año una estancia de investigación en la Universidad de Sevilla, en el grupo Técnicas del Bronce, con el proyecto Sostenibilidad y Tecnologías digitales aplicadas a la fundición artística: Colaboración Universidad-Empresa para el prototipado e impresión 3D de modelos gasificables-licuables y revestimientos cerámicos sostenibles, gracias a la concesión de una de las becas de Recualificación del Profesorado Español 2021-2023, financiadas por la Unión Europea Next-Generation.

La exposición, que toma su nombre Postrimerías en alusión a las célebres pinturas conocidas como Jeroglíficos de las Postrimerías, que Miguel Mañara encargara al pintor para el programa iconográfico que él mismo diseñó cuando fue nombrado Hermano Mayor del Hospital de la Santa Caridad de Sevilla en el año 1663, está formada por obra de más de 80 artistas de diferentes disciplina -escultura, objeto encontrado, pintura, videoarte-, y puede visitars en el Hospital de la Santa Caridad de Sevilla hasta el 9 de noviembre.

El profesor del campus de Teruel participa en la muestra con Partida doble, que define como “un homenaje a In ictu oculi y Finis Gloriae Mundi (dos pinturas de Valdés). A modo de bodegón escultórico, la obra nos muestra esa dualidad del bien y el mal, y cómo todos seremos pasto de los gusanos”. 

Detalle del cráneo sin mandíbuloa -el mundo- que pisa un esqueleto. JMCG

La obra, materializada en bronce, representa a dos esqueletos que se dan la espalda, posicionados a distinto nivel. Cada uno sostiene la mitad de una balanza, que se completa con la diagonal de sus brazos. En este sentido, un acto no pesa más que otro, ya que la ceniza que hay bajo los platos representa la igual recompensa de nuestros actos, el mismo fin y la certeza de que todos acabaremos en el mismo lugar. 

El bien porta la mitad de la balanza con los brazos unidos paralelos al suelo. Muestra su cabeza inclinada hacia abajo, en un acto de humildad y resignación de su suerte. El mal se posiciona de forma más activa, amenazante, vanidoso. Con su mano derecha sostiene la otra mitad de la balanza y, con la izquierda, un pergamino en el que contempla la sentencia de muerte. 

La unión de los platos perforados forma un reloj de arena (ceniza), simbolizando la fugacidad del tiempo. “Aquí aparece inservible, descompuesto, fragmentado, desecho…”, matiza Bartolomé Palazón.

La composición de la obra confiere al conjunto la apariencia de una escena teatral. Los libros en el suelo, y que la Muerte pise el globo terráqueo –los cráneos sin mandíbula–, es símbolo de que la sabiduría puede ser tan efímera como el poder o la riqueza.  Se trata de “un careo con la muerte que nos recuerda la fugacidad de la vida y la fragilidad de nuestros cuerpos. La única certeza que tenemos es la muerte, sean cuales sean nuestros actos, la muerte nos alcanza inevitablemente a todos. Pues, recordando la clásica frase cristiana, ‘polvo eres y en polvo te convertirás’”, explica al autor.

La exposición está comisariada por Daniel Bilbao, Enrique Valdivieso, María Arjonilla y Felipe Infante, está formada por ochenta artistas, entre ellos Olegario Martín Sánchez, Paco Lara, Cristina Lafotet, Nino Gañán, MP&MP, Lucía Álvarez Borrajo, Manolo Moreno, AAron, o el propio Bartolomé Palazón, como profesor invitado de Teruel, entre otros.

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