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Slap! Festival busca consolidarse en Alcañiz como un nuevo espacio para la música negra Slap! Festival busca consolidarse en Alcañiz como un nuevo espacio para la música negra
Cuatro integrantes del grupo Anís Guateque, se preparan para su concierto de cumbia del sábado, en una prueba de sonido a primera hora de la tarde. P.A

Slap! Festival busca consolidarse en Alcañiz como un nuevo espacio para la música negra

Esta primera toma de contacto en la localidad ha tenido buena respuesta, según la organización
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En el idílico paisaje del camping La Estanca de Alcañiz, rodeado de pinares y un tiempo que se mostró muy generoso, se ha celebrado por primera vez Slap! Festival, una cita de música afroamericana, y lo hizo fuera de su habitual sede en Zaragoza. Tras catorce años de trayectoria en la capital aragonesa, sus organizadores, liderados por Víctor Domínguez decidieron trasladar la propuesta a un escenario rural, con la idea de reinventarse, expandirse y acercar la música afroamericana a un público nuevo. Según Domínguez, la organización tiene un deseo claro sobre su futuro. “Nuestro objetivo es establecer Slap! como un referente en Alcañiz, pero siempre respetando el entorno rural y su gente. Queremos que las familias vengan, que los niños jueguen y aprendan a través de la música, y que todos se sientan parte de esta experiencia. Este fin de semana ha sido solo el comienzo; el próximo año esperamos consolidar el evento con un cartel más amplio y nuevas actividades.”, explicó.

La idea de este traslado de una gran capital, a una localidad de unos pocos más de 16.000 habitantes, es explorar las posibilidades de llevar la cultura musical fuera de los grandes núcleos urbanos, buscando nuevas audiencias ambientes, más cercanos y en sintonía con la naturaleza. El camping La Estanca, en pleno paraje natural, se perfiló como el lugar idóneo para esta experiencia, ofreciendo un escenario íntimo donde se fusionan la música, el aire libre y una experiencia cultural que busca diferenciarse de los grandes festivales masivos.

Víctor Domínguez, organizador de Slap! Festival frente al escenario. P.A


La primera jornada comenzó el pasado viernes con DJ Pendejo, uno de los artistas más veteranos del festival. Con su set cargado de ritmos que fusionaban el funk, el soul y el jazz electrónico logró crear una atmósfera envolvente, en la que los primeros asistentes se movieron al compás y muchos de ellos con sus hijos en brazos. El camping, que no alcanzó un aforo completo ofreció una sensación de cercanía e intimidad, una característica que, según Domínguez, es parte de la esencia que siempre han buscado para Slap!. “Nos queremos alejar de las grandes aglomeraciones; preferimos generar experiencias auténticas, donde las personas puedan disfrutar sin prisas ni agobios, rodeados de naturaleza y buena música”, comentó.

Propuestas para todos

El sábado arrancó con una propuesta para las familias. A mediodía, la actividad Slap-Kids-Pintando la Música invitó a los más pequeños a explorar su creatividad, guiados por DJ Luna Roja. El objetivo era claro: acercar la música desde la niñez, integrando las artes plásticas y promoviendo un ambiente en el que las familias pudieran disfrutar juntas, sin que el espacio rural supusiera una barrera, sino un puente hacia la experiencia artística. Domínguez explicó el gran trabajo de la organización para conseguir el ambiente familiar tan esperado por los presentes. “Este festival no se enfoca solo en adultos, sino en la comunidad entera. Aquí en Alcañiz, buscamos hacer lo mismo: que las familias puedan pasar un día entero, que los niños corran libres por el camping y participen de la cultura en un entorno que les invite a descubrir y aprender.”, explicó.

Los festivaleros disfrutan de las canciones de Naked Family el sábado, donde el grupo presentó al público alcañizano su nuevo álbum: La Vuelta . P.A


Por la tarde, un miembro de Violadores del Verso, Rubén Cuevas, también conocido como R de Rumba impartió un taller llamado El Arte del Sampler, en el cuál explicó a todos los presentes cómo extraer sonidos de otras canciones. Dos de los asistentes, Nico y Lidia quienes escuchaban atentos al DJ, quedaron encantados con las muestras que allí se emitieron. “Nos está gustando mucho, además de que siempre hemos estado unidos a la música es un sitio muy accesible para todos”, comentaron.

El sábado fue también el día grande para los conciertos en vivo. A las 20.00 horas, la banda Naked Family, formada por siete músicos presentó su nuevo álbum: La Vuelta. Manuel León y Antonio García, integrantes del grupo describieron el proyecto como un viaje por la psicodelia, el rock sinfónico y la música negra de diferentes épocas. “Nos gusta explorar y mezclar. Desde el folk hasta la música clásica, pasando por el rock y el funk, lo nuestro es experimentar con diferentes estilos”, comentaron. En escena, el uso de instrumentos poco convencionales en festivales de este tipo, como el sitar y el cello, sumergió a los asistentes en una experiencia única, donde muchos de ellos, descubrían por primera vez a este grupo.

A las 22 horas fue el turno de Anís Guateque, una banda madrileña que se autodefine como embajadora de la “cumbia castiza”. “La cumbia es nuestra base, pero la adaptamos a lo que vivimos en Madrid; por ejemplo, mezclamos ritmos de cumbia villera, con otras referencias como el manzanares o mezclando el chotis”, explicó Lauri Revuelta, una de las músicas del grupo. Además, también destacó la acogida del público de las zonas rurales por esta música. “Nos gusta llevar la cumbia a rincones donde nunca ha estado. En los pueblos de Teruel hemos tenido un recibimiento increíble; la gente quizás no conocía el género, pero se entregan y disfrutan porque es bailable, y el ritmo los atrapa.”

Los asistentes participan en el taller de samples de R de Rumba. P.A


Su actuación fue un torbellino de energía: las trompetas y las congas marcaron el ritmo, mientras las voces y armonías hicieron que el público se dejara llevar en un baile colectivo que se extendió hasta la madrugada.

Un festival en construcción

Pese a ser una primera edición en esta nueva ubicación, su organizador, Domínguez se mostró optimista sobre el futuro del festival en Alcañiz. “Estamos empezando poco a poco, probando el espacio y viendo cómo responde la gente. Queremos que la población local sienta que este es su festival y que cada año crezca un poco más”, reflexionó. El aforo para este primer evento fue modesto, unas cien personas, muchas de las cuales se sumaron espontáneamente al ver la actividad en el camping.

Aunque el número de asistentes dista de las 2.000 o 3.000 personas que el Slap! Festival solía reunir en Zaragoza, Domínguez no lo ve como un inconveniente. “La idea es que el Slap! siga creciendo aquí, pero siempre manteniendo la esencia de un festival acogedor y de calidad. No buscamos ser masivos, sino ofrecer experiencias cercanas, donde la gente pueda sentirse parte de algo único.” , comentó.

La elección de Alcañiz, y en particular del camping La Estanca, no fue casual. Domínguez explicó, que la invitación de los gerentes del camping, Juan y Carmen, fue lo que les motivó a trasladar el evento. “Es importante sentir que trabajamos con personas que comparten nuestra visión. Ellos nos ofrecieron el espacio y nos brindaron todo su apoyo. Además, nos pareció un entorno perfecto para nuestro tipo de festival, con naturaleza, calma y la posibilidad de convivir en el mismo lugar donde se celebra el evento.”

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