Sergio Falces y David Chapín, responsables de Aragón Musical y organizadores de los premios de la música aragonesa: “No aceptamos patrocinios que amenacen nuestra independencia ni necesitamos regalar nada a nadie”

Sergio Falcés y David Chapín son el alma de Aragón Musical, una plataforma independiente dedicada a difundir y promocionar la música aragonesa. Independiente significa independiente. Detrás no tienen hipotecas ni servidumbres ni están en esto para hacerse ricos o populares. La única legitimidad que les sostiene es la de llevar más de 25 años al pie del cañón, haciendo una labor indispensable para la cultura aragonesa que, de otro modo, se quedaría sin hacer. Si tiene una banda de música o una sala de conciertos no se pregunte qué puede hacer Aragón Musical por usted, sino qué puede hacer usted por la música aragonesa.

-¿Cómo nació Aragón Musical y cómo nacieron los Premios de la Música?

-Primero fueron los premios. Sergio (Falcés) tenía un programa en Radio Ebro dedicado en cuerpo y alma al panorama musical aragonés. Algo nunca visto hasta entonces. Siempre hemos sido unos kamikazes. Solo sonaba música aragonesa, con entrevistas a grupos y solistas de Aragón, conversaciones con salas, promotores, pequeños sellos, fanzines locales… La primera fiesta anual de este espacio fue en la desaparecida Sala Morrissey de Zaragoza. En ella se entregaron dos premios. Uno fue a la Difusión y lo recibieron Especialistas y otro fue a la Proyección y lo recogieron Dream Lovers. Así comenzaron, terminando el siglo XX, los Premios de la Música Aragonesa. Una maravilla, porque además tocaron un montón de grupos de la época, desde Malamente a Superyó pasando por Puravida, que abrió la jornada, con Pedro Andreu, batería de Héroes del Silencio, al frente. De verdad, una maravilla: https://www.premiosdelamusicaragonesa.com/i-premios-de-la-musica-aragonesa/.

Aragón Musical nació cinco años más tarde, en 2004, y tomaría las riendas tanto de aquellos premios como de la filosofía del espacio radiofónico. Beatriz Pitarch nos acompañó en la fundación aunque tuvo que dejar el proyecto cinco años después, cuando comenzó a publicar libros. Queríamos conducir nuestro propio medio de comunicación y vimos en ese nuevo invento de Internet una oportunidad para no depender de otros y llevar las riendas de nuestros contenidos. Nacimos veinte días antes que Facebook, aunque con menos ojo. Todo era muy diferente entonces desde las pantallas de los ordenadores. Nos hemos adaptado muy bien a los avances que han ido llegando porque nos apasiona la música, sí, pero también las nuevas tecnologías.

-Aragón Musical es muy ambicioso solo para dos personas... ¿Hay alguien más aparte de Sergio Falces y David Chapín?

-Uno de nuestros lemas es “Tú también eres parte de Aragón Musical”, así que nuestra intención es siempre involucrar al máximo de personas en todas nuestras actividades. Es cierto que somos la cabeza visible y aunque en el día a día somos los que estamos pendientes de todo, nos sentimos afortunados de contar con un equipo de fotógrafos, redactores y producción que son parte de esta pequeña locura. Desde siempre hemos creído que el panorama musical aragonés merece por su calidad, variedad y cantidad un medio de comunicación solo para ellos. Que piense en ellos. Lo seguimos intentando.

-¿Se han planteado alguna vez convertirlo en un modelo de negocio? ¿Un medio de comunicación que genere ingresos para sus trabajadores?

-La idea inicial siempre fue poder contar lo que pasa en la música aragonesa de forma libre. No obstante, en un momento determinado, nos percatamos de que estábamos formando parte del panorama musical aragonés, con todo lo que ello implica. Igual que cuando organizas un concierto es importante pagar al grupo, al técnico, a la gente que trabaja en la barra o al promotor, empezamos a pensar que nuestra labor de difusión, de horas y horas delante de la pantalla del ordenador, merecía su justa recompensa. Por eso mismo nos constituimos como empresa. Lo cierto es que no recibimos una justa recompensa económica; pero el problema somos nosotros: nos gusta tanto la cultura que descuidamos los números. Pero, como cantaron los Más Birras, “ya no tiene sentido abandonar”. Nuestro sueño es dejar nuestros trabajos y dedicarnos a esto. Pero si Aragón Musical es un negocio, aunque pequeño, con los Premios de la Música Aragonesa hay que ir de otra forma. No podemos aceptar según qué patrocinios que nos obliguen a dejar de ser independientes. Lo llevamos a rajatabla, y nos da para asumir gastos.

-¿Cómo se financian las galas que realizan anualmente?

-Los Premios de la Música Aragonesa y las galas donde se entregan los premios son financiadas básicamente por patrocinios públicos y privados. Sin estos apoyos sería imposible por su magnitud. La producción de este evento es enorme y como es obvio se adapta al presupuesto que cada año existe, porque siempre nos exigimos que cada gala sea mejor que la anterior. Estos premios nacieron en un formato muy básico y en la actualidad se reparten 18 premios, en una gala televisada en Aragón TV y en los últimos 6 años, hemos recorrido las tres provincias aragonesas, con sus capitales. Esto conlleva un sobrecoste y un esfuerzo extra a la hora de organizarlo todo. Pero creemos que merece la pena, porque llevar este evento a distintos puntos de la comunidad, hace territorio y fortalece el tejido cultural en Aragón.

-¿Se han planteado constituirse en una asociación oficial, algo así como un colegio o ‘academia’ de la música aragonesa que aglutine a los artistas del género y les proporcione representatividad ante las instituciones?

-Por el momento tenemos un elenco de casi dos centenares de personas académicas de los Premios de la Música Aragonesa. Personas de gustos variopintos, edades diferentes y con alguna relación con la cultura en Aragón. Que en un futuro esta academia, u otra similar, sea oficial e independiente a estos galardones, es algo complicado pero altamente deseable, ya que lo peor de organizar unos premios, los que sean, es intentar dejar claro que se llevan trofeo sus justos ganadores. En el momento en el que en un futuro, ojalá que pronto, exista un órgano que de modo independiente a la dirección de los Premios de la Música Aragonesa elija a las propuestas ganadoras, nos habremos quitado de encima el mayor marrón de un evento de estas características. Estamos yendo hacia ahí. Nuestras pandillas de amigos no incluyen ni a músicos ni a gente del mundillo musical. No tenemos ninguna necesidad de regalarle nada a nadie, y eso es algo que debe quedarnos claro siempre.

-¿Quienes forman parte del jurado de los Premios de la Música Aragonesa, y cómo son elegidos?

-En la actualidad son casi 200 los miembros del jurado, que participan en cada votación. Es una amplia representación del ámbito cultural aragonés, periodistas, músicos o productores entre otros muchos sectores. Cada año se incorporan nuevos miembros y entendemos que cuanto más variado sea, más plural será al final la difícil decisión de elegir a los cuatro nominados y ganadores en cada categoría en primera y segunda vuelta respectivamente.

-Otorgar premios es una decisión que puede granjear muchos enemigos... ¿cómo llevan esta presión, de cara a los artistas?

-Tenemos que reconocer que para llevar más de un cuarto de siglo entregando pero, en la mayoría de los casos, dejando de entregar premios, la relación con todo el mundo es excelente. Nos sentimos muy arropados por un sector del que formamos parte. El modo de llevar este proyecto adelante, de forma estable además, y hacerlo con total libertad, es que cada vez que te relaciones con el panorama musical aragonés vengas con los amigos hechos de casa. A partir de ahí poco pueden afectar los enfados puntuales que te puedas encontrar, más cuando nosotros mismos comprendemos a gente que no está de acuerdo con que propuestas buenísimas y trabajadoras se queden fuera. Son cabreos más que comprensibles. Cualquier gala que intenta premiar el arte, cuando el arte es algo tan subjetivo, cuenta con la grandeza de la exclusividad, ya que todo el mundo no se puede llevar premio, y con la miseria de la exclusión, por lo injusto que resulta siempre dejar a gente muy preparada fuera.

-¿Alguien les ha acusado de tongo alguna vez?

-En este tipo de reconocimientos, en los que se destaca y reconoce la labor realizada por los artistas aragoneses durante el último año, sus directos, sus discos, las mejores producciones, salas y programación de conciertos, al final hay 18 artistas muy contentos de recibir su reconocimiento, 45 nominados que no se llevan premio y muchos otros que ni lo uno ni lo otro, y que seguramente piensen que han sido víctimas de una injusticia. Y seguramente tienen razón. Para fortuna de todos, Aragón tiene un potencial y calidad brutal. Por eso, el jurado tiene tan complicado reconocer de la forma más justa lo destacado del último año. Como espectadores nos pasa igual, sabemos que cada año se publican en Aragón discos brutales que desafortunadamente no consiguen la suma de votos. Eso no implica que no tengan gran nivel. Desde Aragón Musical intentamos destacar todo lo que sucede con la música y los grupos de Aragón. Aun así, estando cada segundo del día, todos los días, todo el año, pendiente de lo que ocurre e intentar hacernos eco, siempre se nos escapa algo.

-¿Diría que los músicos aragoneses son especialmente ególatras? ¿o no?

-El artista suele tener su puntito de ego. Es complicado trabajar a veces con músicos. Pero de ahí a que sean ególatras hay un trecho. Los Premios de la Música Aragonesa lo que nos han mostrado año a año es que los músicos aragoneses son especialmente generosos. En esta misma edición, quienes van a abrir la gala de sorpresa total, han tenido que luchar contra viento y marea para acudir. Guardamos bonitas historias de personas que se han desvivido por dar al panorama musical aragonés la visibilidad que merece. Tanto artistas y distintos profesionales emergentes como nombres muy consolidados. Aragón cuenta con grandes músicos y la gente con más talento suele ser la más cercana.

-¿Qué cambiarían de los actuales Premios de la Música Aragonesa? ¿Hay algo que les gustaría y que no pueden hacer por alguna razón?

-Pues siendo prácticos, empezaríamos por desear seguramente tener un presupuesto más amplio y estable anualmente para poder trabajar la producción de estos premios con mayor nivel (nunca es suficiente) y con el suficiente tiempo. Indudablemente agradecemos enormemente los patrocinios y empresas que nos están apoyando todos estos años. Sabemos que para ellos también es un esfuerzo, pero creemos firmemente que no solo la gala, además la repercusión que tiene, es un merecido reconocimiento para la música en Aragón.

-¿Zaragoza centraliza demasiado la actividad musical aragonesa?

-Zaragoza centraliza. Lo peor no es que lo haga, sino que la propia población que vive en Zaragoza no se de cuenta. Si no es realmente consciente de ello, siendo que suman más de la mitad de la población aragonesa, va a ser complicado cambiarlo. Nuestro compañero Sergio lleva años diciendo que quiere ir a vivir a Teruel. Es un enamorado de esta localidad. Sería lo suyo que Aragón Musical tuviese su epicentro aquí. Habrá que rentabilizar más Aragón Musical para cumplirlo.

-¿Es mucho más complejo o caro o caro llevar la gala de los premios fuera de Zaragoza?

-En nuestro vigésimo aniversario en el Teatro Principal de Zaragoza (sede durante la última década) decidimos que ya era hora de salir de la capital y, aunque tarde, coger las maletas y recorrer el resto del territorio con la gala. Era un reto, porque abandonas un espacio como el Teatro Principal que ya dominas. Pese a que todo se complica y se encarece decidimos desde el primer momento que no dejaríamos de ofrecer un espectáculo tan bueno como el de las últimas galas. La primera experiencia fuera de Zaragoza fue en Huesca el comienzo de la pandemia. Con todo montado en el Teatro Olimpia todo se canceló por el estado de alarma el día anterior a la gala. Pero cambiamos fechas, espacios y nos adaptamos a cada situación en cada momento, nunca hemos dejado de celebrarla. El esfuerzo fue triple, pero queríamos demostrar que la decisión de recorrer Aragón es firme.

-De la jota al reguetón, pasando por la lírica o la música orquestal, la música es un concepto muy amplio. ¿Hay algún género, tipo, o música que se quede fuera del ámbito de Aragón Musical por alguna razón?

-Nacimos con la filosofía de abarcarlo todo. Éramos jóvenes e ignorantes, y hoy sabemos que este objetivo se nos escapa. Da rabia pero es así. En los propios Premios de la Música Aragonesa somos autocríticos en este aspecto y cada año añadimos al jurado a personas de ámbitos muy distintos. Sentimos que nos portamos mal con géneros como la clásica o el jazz, y no debería ser así. Queremos que en un futuro próximo esto cambie y estamos abiertos a propuestas.

-¿Hay algo que no soporte de la actual industria musical?

-En Aragón tenemos la suerte de poder tratar con los artistas de primera mano. Muchos los conocemos de siempre, de cuando habían sus primeros conciertos. Es verdad que luego todo se puede complicar cuando mucha gente se interpone, pero queremos pensar que en nuestro caso y cumpliendo 26 años de premios, tenemos una trayectoria con mucho ya demostrado. Afortunadamente no tenemos mucho que pelear con la industria y nos mantenemos al margen.

-¿Y alguna ventaja de cómo funciona ahora la música con respecto a hace dos o tres décadas?

-Muchas. Funciona mejor. Antes íbamos a conciertos a descubrir grupos. Realmente era el mejor modo. Hoy los descubrimientos vienen a través de la escucha de novedades en streaming. Los conciertos llegan ya después, cuando el grupo decide en algún momento subirse a un escenario; es entonces cuando publicamos su evento en la agenda de Aragón Musical. Está mal decirlo pero es la referencia: no hay nada más que teclear “conciertos aragón”, en Google y aparecemos de inmediato. Seguimos en las redes sociales y en Spotify a centenares de grupos y solistas, lo cual nos permite estar al día de lo que sucede en la música de Huesca, Teruel y Zaragoza. Somos muy frikis de los grupos que van saliendo, de grabaciones que se publican en Aragón y de fechas de conciertos y festivales. Cuando encendemos el ordenador y entramos en el mundo del Aragón Musical nos sentimos nosotros mismos. Casi tanto como cuando disfrutamos un concierto.

-Da la impresión de que ahora es imposible hacerse un hueco en la música, como hicieron Héroes, Más Birras o Los niños del Brasil en su día, si un músico no tiene un padrino potente, una buena fuente de financiación detrás. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?

-Ahora es más fácil poder hacer llegar tu música a cualquier rincón del mundo. El problema que es que compiten muchos grupos y artistas entre sí. Antes todo más primario, analógico y lento. Ahora todo es muy rápido y quizá no da tiempo a empaparnos de todo. Para los grupos supone mucho más esfuerzo poder destacar sin un apoyo detrás que lo haga por ti. Para que te hagas una idea, en nuestra lista de los más votados en aragonmusical. com, que se confecciona por votación popular, se consiguió confeccionar una lista de 175 discos editados en 2024. Aragón es una comunidad con una riqueza musical envidiable que merece tener más grupos destacados a nivel nacional.

-Ahora casi cualquiera puede grabar un disco por poco dinero y hasta lanzarlo a todo el mundo por Spotify. ¿Esto ocasiona que muchos grandes músicos estén enterrados entre un montón de discos mediocres y, por tanto, nadie los vea?

-Bueno, para unos frikis de los grupos emergentes como nosotros, que alguien con talento tenga acceso a las nuevas tecnologías y pueda plasmar en un disco lo que ronda por su cabeza es del todo positivo. Un sueño, vaya. Cuando hay demasiada gente levantando el dedo desde Spotify, obviamente todo se disipa. Hoy hay grupos muy buenos que no saben moverse muy bien por las redes y pasan desapercibidos. Para todos ellos existen plataformas independientes como Aragón Musical.

- No es la primera gala que Aragón Musical trae a la provincia, porque en 2021 ya estuvo en Alcañiz. Qué recuerda de aquella vez, tan especial y tan emocionante porque estábamos apenas recién salidos del confinamiento?

-¡Cómo no recordarlo! Además de ser la primera vez en la provincia de Teruel, fue la única gala al aire libre y en horario de tarde, con luz. La pandemia y las condiciones de aquel momento mandaban. Aún teníamos reducción de aforo y nos estrenamos en un espacio tan bonito como distinto a lo habitual, el anfiteatro Pui Pinos. Gracias al apoyo del Ayuntamiento de Alcañiz y de su alcalde Ignacio Urquizu, tuvimos todas las facilidades para poder sacarla adelante, la gala y varios días de conciertos previos a la ceremonia de entrega.

-¿Qué sorpresas se pueden avanzar de la gala de mañana? ¿Qué nos espera a quienes vamos a ir a verla?

-Alguna actuación inesperada por no tener que ver nada con las propuestas nominadas; artistas nominados colaborando entre sí, y no es una sorpresa si avanzamos que sonarán estilos musicales del todo diversos. Las mejores sorpresas de cada gala de los Premios de la Música Aragonesa son las que no aparecen en ningún guion, y consiguen emocionarnos también a los organizadores.