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La fotografía de autor reina en Albarracín La fotografía de autor reina en Albarracín
Foto de familia de los asistentes al Seminario de Fotografía de Albarracín, que este año cumple su edición número XXIII. Josep García

La fotografía de autor reina en Albarracín

Senovilla relata su experiencia en Ucrania y habla de la precariedad del reporterismo de guerra en España
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Bajo el título Oficio: Fotografiar el mundo, Gonzalo Azumendi (Getxo, 1960) abrió las intervenciones en el segundo día del Seminario de Fotografía y Periodismo que dirigen Gervasio Sánchez y Sandra Balsells en la Fundación Santa María de Albarracín. Azumendi es un veterano fotógrafo freelance quien lleva más de 40 años descubriendo al público el mundo con su cámara.

A pesar de estar licenciado en psicología, siempre se ha dedicado a la fotografía de viajes, atesorando una enorme trayectoria profesional, en la que ha participado en las mejores publicaciones especializadas en viajes, en incontables proyectos editoriales y todo tipo de trabajos imaginables con sus imágenes, desde exposiciones, a decoración con enormes fotografías en hoteles, stands, carteles, discos, campañas publicitarias…

“Como fotógrafo soy inquieto, curioso, vital y responsable. Persevero y casi nunca me rindo, por lo que a veces sufro, pero mi motivación minimiza los gigantescos castigos que me auto infrinjo en mi profesión. Algo inevitable. Para mí, fotografiar es respirar… cada toma una inspiración para vivir, para sentir el mundo y relacionarme, para darme entero. Y si en mi entrega he sido generoso y la suerte me premia, llegar a una buena imagen”, argumentó durante su intervención de este domingo en Albarracín.

Senovilla y lo que no se ve

La siguiente ponencia corrió a cargo de la periodista y fotógrafa independiente María Senovilla (Madrid 1969), con el título Miradas de vidas en conflicto. Está especializada en la cobertura de conflictos armados y defensa. Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, ha sido una de las corresponsales que más tiempo ha pasado en el país, dedicándose a informar sobre la realidad del conflicto desde el terreno.

Su trabajo se caracteriza por contar o que no se ve durante la guerra, buscando historias que van más allá de los comunicados oficiales. A través de sus crónicas, fotografías y vídeos, se esfuerza por proporcionar un contexto profundo sobre la situación en Ucrania. Es una periodista comprometida con una profesión de la que no le gustan todas sus vertientes: “El periodismo de guerra es de los pocos remanentes de periodismo que dignifican la profesión a día de hoy”, aseguró. la veterana reportera.

En su intervención habló de la precariedad del periodismo en España, concretamente de los medios comparado con el resto de países: “Los alemanes cobran más del doble que yo, los franceses cobran casi el triple que yo y los americanos cobran cuatro veces más que yo por hacer la misma pieza”, relató.

Gonzalo Azumendi, ayer en Albarracín. Josep García


Para finalizar la mañana le llegó el turno al dúo compuesto por Anna Devís y Daniel Rueda, dos jóvenes fotógrafos españoles, nacidos en 1990, que se conocieron en la Universitat Politècnica de València, donde ambos se graduaron en arquitectura, lo que ha influido en su estilo fotográfico.

En la actualidad, este dúo creativo emplea su conocimiento arquitectónico para contar historias a través de imágenes divertidas y sorprendentes, alejándose de la fotografía convencional de arquitectura.

Humor visual

Su estilo distintivo se caracteriza por un sentido del humor visual, creatividad, precisión y una estética delicada inspirada en la geometría, el minimalismo y la ciudad. Combinando su percepción espacial y su visión artística, basada principalmente en formas sencillas y patrones audaces, han logrado crear narrativas magnéticas y alegres que inteligentemente sugieren tanto la naturaleza de las relaciones humanas como la fascinación por el entorno urbano.

‘Todo empezó hace tiempo, cuando todavía éramos estudiantes. Nos encantaba viajar y descubrir nuevas ciudades pero a diferencia de los turistas “al uso” que consultan guías de cada ciudad, los arquitectos solemos prepararnos nuestras propias rutas para visitar edificios que otros compañeros han diseñado: una biblioteca, una vivienda unifamiliar, un polideportivo… Durante nuestras escapadas siempre fotografiábamos estas arquitecturas. Y poco a poco, nos dimos cuenta de que mediante la imagen y jugando con la geometría, el humor, la creatividad y el minimalismo podíamos contar historias extraordinarias en lugares ordinarios”, confesaron durante la ponencia que ofrecieron.

Se definen como narradores, buscando transmitir mensajes universales a través de sus imágenes sin necesidad de palabras. Su proceso creativo se caracteriza por una combinación de planificación meticulosa y espontaneidad generando emociones positivas en el espectador, ofreciéndole una perspectiva alegre y optimista sobre la arquitectura y el entorno urbano. En este sentido, consideran cada fotografía “no solo como una imagen, sino como una historia visual que invita a la reflexión y al disfrute”

Devís y Rueda han sido recientemente incluidos en la lista Forbes, que reconoce a jóvenes innovadores menores de 30 años, en la categoría de Arte y Cultura. Su éxito en redes sociales ha llevado a colaboraciones con marcas reconocidas como Facebook, Disney, Netflix y Coca-Cola.

Proyecciones nocturnas

Por la tarde, los alumnos pudieron mostrar sus trabajos a los diferentes profesores. Todos ellos tienen la posibilidad de optar a las prestigiosas becas, que se darán a conocer el martes durante el acto de clausura. En esta XXIII edición del curso participan un total de 160 personas.

Las proyecciones nocturnas tuvieron un marcado carácter documental, ya que además de ver los trabajos de las ponentes matinales (Gonzalo Azumendi, María Senovilla, Anna Devís y Daniel Rueda), se vieron los reportajes de Iris G. Merás, Mar Sáez y Ricardo Cases.

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