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Irene Vallejo, nueva Madrina de la Librería Santos Ochoa de Alcañiz Irene Vallejo, nueva Madrina de la Librería Santos Ochoa de Alcañiz
Irene Vallejo y su hijo Pedro firman libros a una de las lectoras que acudieron a la cita en Santos Ochoa de Alcañiz

Irene Vallejo, nueva Madrina de la Librería Santos Ochoa de Alcañiz

La autora visitó el espacio que celebra el décimo aniversario de su creación
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La filóloga y escritora zaragozana Irene Vallejo, autora del Premio Nacional de Ensayo El infinito en un junco o Manifiesto por la lectura, es desde este martes Madrina oficial de la Librería Santos Ochoa de Alcañiz. La autora y su familia pasaron toda la tarde en el establecimiento de Eugenio Ramo, donde se formaron importantes colas, firmando libros y charlando con la legión de lectores con la que cuenta en la capital del Bajo Aragón.

Fue un espléndido colofón al décimo aniversario que cumple Santos Ochoa en Alcañiz, desde que Eugenio Ramo creó este espacio en 2013, dedicado no solo a la venta de libros, sino también a la prescripción de los mismos y a la organización de numerosas presentaciones y eventos literarios y culturales.

En aquel 2013 el Padrino fue Javier Sierra, que aunque todavía faltaban cuatro años para ganar el Premio Planeta, ya era el autor nacido en Teruel más leído de la historia. Y diez años después a la placa que descubrió el autor de La cena secreta se une la del Irene Vallejo, la autora aragonesa más aclamada en estos momentos y la única que ha sido capaz de situar un ensayo -sobre la literatura y los libros- en las estanterías de los best sellers.

Ramo, a quien le une una amistad personal con Irene Vallejo fruto de varias presentaciones previas al Premio Nacional de Ensayo 2020 o el Premio Aragón 2021, se mostró pletórico por la visita de la autora y por la masiva asistencia de público: “Es precioso que alguien como ella, que tiene una de las agendas más ocupadas del país, siga sacando tiempo para venir a una pequeña librería de Teruel como esta”.

Vallejo se dirigió a los asistentes con un breve discurso en el que recordó que “ningún algoritmo posee el talento para la sorpresa y lo inesperado”, y que “en un mundo de pantallas frías y comunicación remota” las librerías de verdad siguen siendo “un espacio saludable para la acogida, el encuentro y la palabra”. También recordó que “hace diez años, cuando Eugenio abrió este librería como un gesto de entusiasmo y generosidad, me invitó a venir, cuando apenas empezaba a dar mis primeros pasos en la aventura de la escritura. Me regaló su confianza en los inicios, y eso no lo olvidaré nunca. Ha sido un regalo de la vida crecer juntos y me emociona infinitamente celebrar hoy esta amistad”.

Irene Vallejo estuvo firmando libros prácticamente desde las 17 a las 20.30 horas -Santos Ochoa rara vez cierra a la hora-, como a ella le gusta hacerlo, recreándose y conversando con cada lector, dedicándole unos minutos y haciendo de cada acto público un momento especial, con el que le librería alcañizana cierra el año.

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