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El FIB y las pequeñas citas se codean en la  clausura del Congreso Tierra de Festivales El FIB y las pequeñas citas se codean en la  clausura del Congreso Tierra de Festivales
Foto de grupo de los participantes en el congreso tras la clausura

El FIB y las pequeñas citas se codean en la clausura del Congreso Tierra de Festivales

La primera edición del encuentro se cerró con sabor a éxito y voluntad de repetirse en 2024
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Uno de los más grandes del mundo, el Festival Internacional de Benicassim, y los más pequeños y humildes, como el Boina Fest, la Muestra de Cine de Ascaso o el Enluquecidos de Luco, compartieron escenario este viernes en la jornada de clausura del I Congreso Tierra de Festivales, que se celebra desde el jueves en el edificio del antiguo Banco de España de Teruel.

Más allá de que las últimas ponencias y mesas redondas mantuvieron el máximo interés, esta primera experiencia integradora entre festivales de la provincia de Teruel y el resto de España, de todo tipo y pelaje y con el nexo común de haberse creado en pueblos y ciudades de pequeño tamaño, se ha cerrado con un excelente regusto a éxito, muchas ganas de repetir el próximo año y algunas colaboraciones ya prácticamente cerradas entre diferentes ponentes y congresistas de los que se han dado cita estos días.

El Congreso Tierra de Festivales ha estado organizado por la Diputación Provincial de Teruel y Plata Eventos e impulsado por DIARIO DE TERUEL. Su director, Chema López Juderías, aseguró que la respuesta de los 99 congresistas inscritos y de los ponentes ha sido “excelente” y que se han cumplido todos los objetivos marcados para esta primera edición.

Uno de ellos era crear colaboraciones y contactos entre festivales de toda España, “y lo hemos conseguido porque ha habido muchas conversaciones a ese respecto”, añadió.

“Además hemos conocido festivales de fuera de Teruel que son muy interesantes, como Deltebre Dansa o Morella Negra,  ha habido ponencias muy interesantes en las que hemos aprendido mucho sobre cómo programar y como gestionar un festival, y los ponentes de fuera de Teruel se han ido encantados con el potencial de nuestros festivales, porque otro de los objetivos era promocionar lo que se hace aquí”.

López Juderías aseguró que “tenemos toda la intención de que esto continúe. Este año han estado representados algunos de los festivales que se hacen en nuestra provincia, pero a lo largo de los próximos años van a estar incluidos todos, pequeños y grandes”.

Por su parte, el diputado de Cultura y Turismo Diego Piñeiro clausuró el Congreso destacando “la calidad de las ponencias y las mesas redondas que   van a ayudar a los festivales de la provincia a seguir creciendo y mejorando”.

Durante todo el congreso no solo se dieron a conocer experiencias particulares tan interesantes como las del FIB, Viña Rock o Deltebre Dansa, entre otras, sino que además hubo ponencias muy didácticas sobre cómo poner en marcha una de estas citas.

También se debatió largo y tendido sobre uno de los asuntos más limitantes, el presupuestario. No tanto por la cantidad, que también, sino sobre el hecho de que los pagos de las instituciones aplazados en el tiempo, en algunos casos muy aplazados, genera una enorme indefensión entre quien arriesga su patrimonio personal para pagar a los proveedores y artistas participantes en los festivales.

Última jornada


En la última jornada del Congreso, la del viernes, se contó con la presencia de José Luis Morán, cofundador del FIB, con Rodrigo Gismera como creador del Boina Fest contra la despoblación de Arenillas (Soria), y con el activista cultural y responsable de diferentes festivales Luis Lles.
Rodrigo Gismera expuso cómo la organización de festivales en zonas escasamente pobladas puede constituirse como una herramienta para luchar contra la despoblación. Gismera indicó que para ello, en el caso del Boina Fest, ha sido clave combinar la presencia de artistas de territorios despoblados con otros de zonas más pobladas que, por lo general, no tienen la oportunidad de actuar en Soria.

En la mesa redonda posterior a la conferencia, moderada por la periodista Elisa Alegre, junto con Gismera intervinieron representantes de festivales de menor tamaño pero que reivindican su importancia en el territorio. Es el caso del Festival contra la Despoblación de Allepuz, el Festival Enluquecidos de Luco del Jiloca y  la Muestra de Cine de Ascaso. Entre las distintas cuestiones que salieron en la conversación, destacó la propuesta de profesionalizar el trabajo de gestión de los festivales para mantener la calidad que requieren como producto cultural, y la importancia del apoyo institucional para llevar a cabo estos festivales.

La ponencia de clausura fue impartida por el oscense Luis Lles, activista cultural y responsable de distintos festivales nacionales. En su intervención, Lles explicó los eventos que se celebran en Huesca y reflexionó sobre el trabajo que desempeñan los programadores culturales. La singularidad, la creación de redes y de equipos de confianza, la estimulación de la creatividad local y la ilusión son algunas de las características que señaló como imprescindibles en un buen programador cultural.

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