El curso de restauración de Albarracín devuelve la luz a un tapiz del siglo XVI

El Curso de Conservación y Restauración de Textiles de la Fundación Santa María de Albarracín afronta su recta final con la intervención sobre tres piezas, una de ellas un tapiz del siglo XVI, en las que trabajarán hasta el viernes diez alumnos, técnicos de restauración procedentes de Aragón, Andalucía, Navarra, Madrid y Galicia, dirigidos por la profesora Mónica Enamorado.

La pieza más destacada en la se están interviniendo es uno de los tapices de los seis que se encuentran expuestos en el Museo Diocesano de Albarracín. Como el resto está fechado en el siglo XVI, y corresponde a una escena de la Anunciación. Se ha limpiado con microaspiración y esponja de humo, cerrándose después los relés, que es el nombre que reciben las aberturas que se producen por el cambio de color a lo largo del textil, y la eliminación de bolsas. El escudo que preside el tapiz, y cuya autoría se adjudica a Vicente Roca de la Serna, se ha encapsulado con tejido semitransparente. Donde mayor intervención se han necesitado es en la franja inferior del tapiz, la más deteriorada, sobre la que ha sido necesario realizar trabajos de consolidación con punto de restauración. Este tapiz es el primero de la serie de seis que se exponen, aunque es el cuarto de los que se han intervenido durante las sucesivas convocatorias del curso.

Las otras dos piezas son un frontal de altar, formado por tejidos de épocas diferentes -desde finales del XVII hasta el siglo XIX- y las caídas laterales de un dosel realizado en seda brocada de principios del siglo XVIII. Los desperfectos y daños que padecen son consecuencia de las características propias de cada tejido, de la técnica decorativa que en su día se utilizó y también del uso dado a las obras y de su exposición al entorno. Según los responsables de la Fundación Santa María de Albarracín, “en general padecen roturas y pérdidas de las fibras en los tejidos, tensiones y deformaciones de diferente naturaleza, y acumulación de polvo y depósitos de cera”. Para recuperar las piezas se les ha aplicado un tratamiento de limpieza y consolidación en los tejidos, y además se han almacenado de forma adecuada para su conservación futura.

Y desde un punto de vista más didáctico también se intervino parcialmente en una capa pluvial del siglo XIX -lo que hoy denominaríamos un chubasquero-, cuyo acusado deterioro producto del uso en condiciones de lluvia y frío se utiliza para determinadas prácticas en el contexto de este curso.

El de Conservación y Restauración de Textiles es el séptimo de los cursos de la serie anual que anualmente realiza la Fundación Santa María de Albarracín, y que tienen que ver con la conservación y restauración de patrimonio mueble como documentos, madera o metales, entre otros. Se imparten por espacio de tres semanas y están promovidos por la Fundación en colaboración con el Inaem, que los incluye dentro de su plan formativo, y con el Instituto de Patrimonio Cultural de España, que interviene en el resto de los aspectos técnicos. Hasta hoy se han desarrollado 23 ediciones, con más de 1.500 participantes en total y otros tantos bienes de diferente naturaleza intervenidos.