Catorce artistas turolenses homenajean a Agustín Alegre con una muestra de dibujo

La Escuela de Arte de Teruel clausura este jueves la exposición de dibujo de desnudo al natural que catorce dibujantes turolenses han producido en homenaje al reconocido y recordado pintor turolense Agustín Alegre (1936-2024).

Comisariada por Luis Fernández Uriel y por Nuria Alegre Brun, hija del artista, la muestra reúne dibujos de los catorce, además del propio Agustín Alegre, que fueron realizados durante las sesiones de dibujo bimensuales en la que participaban, y que todavía tienen lugar en el centro social Arrabal.

Los autores de las piezas son José Aventín, Ramón Boter, Antonio Córdoba, Antonio Garza, José Játiva, Joaquín JPG, Fernando Laredo, Gene Martín, Loli Méndez, Manuela Ortiz, Isabel Rando, Hugo Saliente, Celia Suárez, Adolfo Torres y Luis Fernández Torres. También aportan sus dibujos el propio Agustín Alegre, una de sus hijas, Nuria Alegre, y su nieta Lidia Repullés.

Algo más de una docena de ellos siguen reuniéndose cada dos jueves, y recuerdan el entusiasmo y sobre todo la maestría de Alegre. “Llamaba la atención que Agustín venía con una ilusión bárbara. A su edad y con lo buen dibujante que era, me recordaba a los futbolistas, que siguen entrenando todos los días aunque ya sean de la elite”, asegura Fernández Uriel.

Fernández, que también expone varios dibujos a carboncillo o sanguina, y que fue el impulsor de la iniciativa de reunir algunos de los dibujos realizados durante esas sesiones, tiene claro que “Velázquez, Picasso... todos los grandes pintores han sido primero grandes dibujantes. La agilidad en la mano es fundamental, porque si no sabes dibujar, que no es más que poner en el papel lo que ves, es imposible pintar. Si no sabes poner en el papel lo que ves, no me creo que seas capaz de poner lo que piensas”.

Y en ese sentido Fernández Uriel, arquitecto de profesión que fuera alcalde de la ciudad entre 1995 y 1999, afirma que la prueba del algodón para el lapicero es precisamente el dibujo al desnudo. “Ahí no hay trampa ni cartón. Si el modelo tiene ropa todavía tienes margen para disimular cosas, pero si está desnudo no hay nada que hacer. Como se te vaya una proporción se va a ver”.

Fernández Uriel recuerda al artista de Santa Eulalia como un dibujante “al que le gustaban las cosas muy hechas”. “A otros dibujantes les gustaba hacer más poses y más cortas, pero a Agustín le gustaba tomarse su tiempo, y recrearse en las formas y las sombras. Cuidaba mucho el detalle”. Las sesiones de dibujo no eran clases propiamente dichas en las que un profesor enseñara técnica a unos alumnos, sino que se trataba de que diferente aficionados al dibujo, de muy distinto nivel, procedencia, edad y sensibilidad , se reunieran en torno a un modelo para practicar.

Por fortuna no es lo mismo un profesor que un maestro, y Agustín Alegre en esas sesiones era lo segundo. “El profesor enseña y del maestro se aprende”, afirma Fernández Uriel. “Tú le mirabas y veías lo bien que hacía las cosas, aunque estas sesiones no eran de preguntar, el objetivo era dibujar”.

 

Uno de los grandes

Los integrantes del grupo de dibujo que le han rendido homenaje en la Escuela de Arte de Teruel tienen claro que ha sido una fortuna poder compartir charla y sesión de dibujo con Alegre, “uno de los grandes” en el panorama del arte contemporáneo turolense. “En estos tiempos decir el mejor es muy complicado, porque lo que no se puede contar, pesar y medir va mucho en la opinión de cada uno... Pero solo hay que fijarse en los visitantes que han venido a ver la exposición. Sin haber leído las cartelas se van derechos a los dibujos de Alegre”.

Esas sesiones de dibujo funcionan desde hace varios años, aunque no es tan fácil conseguir modelos para dibujo al desnudo, especialmente entre los hombres. Normalmente son estudiantes de Bellas Artes o personas vinculadas al arte, y aunque pudiera pensarse que es sencillo encontrar fotografías, para un dibujante esta es un mal sucedáneo de un modelo real: “No tienen nada que ver. En Bellas Artes puede haber poses muy largas, de dos horas con descansos. De hecho el modelo nunca es una estatua, pero el dibujante debe captar el espíritu de la pose y completarlo. En ese sentido es muchísimo más interesante dibujar modelos del natural”. De hecho existe una práctica habitual entre los estudiantes de Bellas Artes que consiste en dibujar un modelo desnudo en movimiento, que camina por una tarima.

La exposición resulta especialmente rica por la calidad de algunos de los dibujos, realizador por autores que vienen del mundo del arte, pero también por la homogeneidad que provoca el hecho de que no todos sean pintores o dibujantes profesionales.

Pese a que Alegre fue un pintor figurativo muy clásico, en el sentido de que no abrazó las abstracciones de vanguardia, entre algunas de sus preferencias estaban, precisamente, algunos de los dibujantes que en esas sesiones de los jueves más se apartaban del realismo o del puro figurativismo. Es el caso de Gene Marín o Hugo Saliente, que plantean en sus formas elementos más conceptuales, más expresivos. “Agustín sabía apreciar lo bueno y sabía dónde había talento. Lo que es bueno es bueno, y puede ser moderno o no”.

Algunos de los dibujos se exponen tal cual salieron del centro social del Arrabal, como los que firma Alegre, por ejemplo. Otros sin embargo están terminados, a base de sanguinas, carboncillo e incluso acuarelas.

Fernando Uriel se muestra especialmente orgulloso de que quince personas de diferentes procedencias hayan permitido el montaje de la exposición-homenaje a Alegre. “Estamos unidos por dos cosas; el afecto que nos unía a Agustín y la pasión por el dibujo”.

Más proyectos colaborativos

De hecho el arquitecto jubilado echa de menos la colaboración de la comunidad artística turolense el proyectos cooperativos. La Escuela de Arte de Teruel ha sido precisamente el escenario de alguna de las escasas excepciones. El más relevante en el pasado inmediato fue SOS Ucrania, una muestra que se inauguró el 26 de abril de 2022 y cuya venta de obras fue destinada a la agencia ACNUR de protección al refugiado con motivo de la invasión rusa de Ucrania -se recaudaron 4.945 euros-. Nada menos que 80 artistas turolenses o vinculados a Teruel participaron en esa exposición. Ha habido otras iniciativas, como MIL Festival, el Festival Ilustrado, la exposición El maravilloso vacío, producida por más de 30 autores turolenses que itineró por varias salas a lo largo de 2023 o, de forma más sectorial, el Teruel Punto Photo; aunque en general Fernández Uriel sigue pensando que “somos tres por cuatro calles”. “Debería haber más contacto entre la gente de Teruel con inquietudes artísticas. Tenemos un grado de Bellas Artes, tenemos la Escuela de Arte, y el único patrimonio de la humanidad de Aragón está en Teruel... Desde Ángel Novella hasta los hermanos Alegre o Monleón, siempre ha habido buenos pintores por aquí, y la ciudad debería estar más volcada hacia el arte”.

De hecho uno de los proyectos que tiene en mente Luis Fernández Uriel es promover otro homenaje a un artista turolense que, en su opinión, no es lo suficientemente conocido, que no es otro que el escultor Manolo Górriz. “La gente no se acuerda de él, y tiene obra impresionante. La restauración del retablo de la Catedral de Teruel, o la decoración del órgano del Pilar de Zaragoza”.

Durante la inauguración de la exposición, el pasado 18 de noviembre, el concejal de Cultura Carlos Méndez recordó que “Agustín Alegre fue un referente de la pintura figuracionista y también de la vida cultural de la ciudad de Teruel”.

Entre los reconocimientos de Luis Alegre figura la Medalla de Oro de la Ciudad de Teruel y la Medalla al Mérito Cultural del Gobierno de Aragón. Es un error sin embargo atribuirle el Premio Nacional de Pintura como aparece en numerosas referencias en internet, incluida su página oficial. Alegre ha ganado numerosos premios de categoría nacional por toda España, pero no el Premio Nacional de Pintura -el nombre oficial es Premio Nacional de Artes Plásticas- que otorga anualmente el Ministerio de Cultura.