La Escuela de Arte de Teruel anticipa el final del curso con la exposición ‘¡Figúrate!’

Más de 60 alumnos y algunos de los profesores de la Escuela de Arte de Teruel (EAT) inauguraron ayer la muestra colectiva ¡Figúrate! en la sala de exposiciones del propio centro, que permanecerá abierta al público hasta el 28 de junio en su horario habitual, de lunes a viernes entre las 19 y las 21 horas.

Se trata de una selección de algunos de realizados durante el curso por el alumnado de todos los niveles que se cursan en la EAT, tanto de 1º y 2º de Bachillerato Artístico como de los ciclos que se imparten, el Superior de Ilustración y el Medio de Asistencia al Producto Gráfico Impreso.

Las obras abarcan diferentes disciplinas y gran número de técnicas, aunque todas giran en torno a la figuración, la figura humana y el retrato. “En realidad no hay un hilo conductor común”, explica Paco Argilés, profesor de Dibujo Artístico y comisario de la exposición, “aunque hemos querido darle cierta coherencia con la temática del retrato extendiéndola a la figura humana”. Según el docente, “el retrato es algo muy recurrente en las propuestas de trabajo que hacemos en muchos ejercicios de varias asignaturas, para practicar cuadrículas o cualquier otra técnica, porque un retrato o la fotografía de alguien es algo que tenemos muy a mano”. Otros trabajos responden específicamente a ejercicios de retrato, que se abordan desde diferentes perspectivas como la pintura, el dibuno de línea, la ilustración digital o el collage. También encuentran su acomodo algunas piezas de volumen y escultura.

El objetivo de la muestra, que tradicionalmente se organiza en el centro con motivo de la finalización del curso lectivo, es reunir una serie de obras de las que se realizan en los diferentes estudios de la EAT. Paco Argilés advierte que “como ocurre en todas las exposiciones, solo vemos el final, el resultado, aunque desde mi punto de vista es mucho más interesante conocer el proceso, las soluciones que se plantean cuando surgen complicaciones, y la gestión de la frustración, porque es muy frustante tener una idea en la cabeza y que tu mano ejecute otra cosa diferente”.

Las obras son, evidentemente, piezas de formación, ya que “no hay que olvidar que este es un centro educativo” están en plena evolución técnica y artística. Con todo varios de los autores que exponen ya han publicado algunas de sus obras en diferentes soportes visuales, como el fanzine Teruel Mutante.

La gran diferencia que existe en la experiencia, en la técnica y en la sensibilidad de cada uno de los autores dota al conjunto de una extraordinaria heterogeneidad. En ese sentido Argilés cree que, aunque permite hacerse una idea de lo que se exige en los estudios impartidos en la EAT, “tampoco puede afirmarse que sirva para hacerse una idea de por donde va a ir el futuro del arte o del diseño”. Según el profesor “la muestra es muy genérica y no hay que olvidar que es el resultado de ejercicios concretos que se realizan durante el aprendizaje de los alumnos en un centro de formación como la EAT. No ves tanto el futuro del arte sino el presente de los estudiantes de arte”.

En cuanto a ese futuro, una tónica habitual es el cada vez más habitual uso de herramientas digitales en el diseño o la ilustración. En la controversia de sí tiene más valor o mérito dominar las técnicas convencionales, clásicas o más manuales, Argilés afirma que el uso del ordenador es imparable, especialmente en diseño industrial y editorial. “Es la evolución natural y lógica de proceder. Al final la mayoría de los trabajos, sobre todo en ilustración, son por encargo. La editorial te va a pedir muchas correcciones sobre lo que presentas, de detalles, de colores...” y la ilustración digital “te permite realizar en un instante cualquier tipo de corrección en el tono, en el acabado, reubicar elementos, quitarlos y ponerlos... es verdad que el germen de la idea habitualmente no es digital y se realiza manualmente, pero después es mucho más cómodo y versátil trabajar con herramientas digitales, al menos en las últimas fases del proceso”, concluye. Eso por no hablar de los contenidos que directamente se encargan para formatos digitales, cada vez más habituales, y que nunca llegan a dar el salto al papel porque están concebidos para soportes web.