La ganadería extensiva tiene un papel crucial en la pervivencia de los pueblos de montaña

-La ganadería extensiva es fundamental para la pervivencia de los pueblos de alta montaña y la actividad reclama una puesta en valor del producto, algo que actualmente no ocurre, con el fin de que la carne procedente de este tipo de explotaciones deje de comercializarse junto con, y al mismo precio, que la de animales estabulados y alimentados con pienso. Estas fueron las dos principales conclusiones de la mesa redonda celebrada el pasado fin de semana en Linares de Mora, en el marco de una jornada para la puesta en valor de los pastores trashumantes.

En la mesa redonda estaba presente el profesor de Veterinaria de la Universidad Complutense se Valencia, Joel Bueso, quien planteó que la calidad de una carne procedente de extensivo no es igual a la de un animal criado n intensivo, pero aclaró que además hay otros muchos valore añadidos en este tipo de explotaciones, como “fijación de población o conservación del medio ambiente”.

En la mesa redonda también se habló del veganismo y el vegetarianismo, que en muchos casos, como explicó el antropólogo Pablo Vidal, profesor de la Universidad Complutense se Valencia, es una reacción ante el maltrato animal. En este sentido, destacó la importancia que tiene distinguir entre ganadería extensiva e intensiva a la hora de comprar en el supermercado. “El vegetarianismo tiene un aumento muy importante y eso implica que disminuye el consumo de carne y los precios bajan”, aseguró.

Pero además de poner en valor el producto, debe haber más apoyo por parte de las administraciones, según indicaron durante la mesa redonda puesto que “no nos jugamos la pervivencia de la ganadería o de la trashumancia, sino la de estos pueblos en zonas de montaña, porque su economía está ligada a esa actividad”, argumentó Vidal.

José Luis Castán

Por su parte el historiador José Luis Castán, de la Universidad de Zaragoza, comentó durante su intervención que la tradición de los pastores turolenses de desplazarse a las zonas cálidas del reino “viene de la época de Jaime I”. Una costumbre que como quedó patente durante la jornada, la mantienen todavía 30 pastores trashumantes turolenses, que siguen buscando los pastos de la Comunidad Valenciana por una cuestión “puramente económica”, argumenta Vidal.

El geógrafo de la Universidad Jaime I de Castellón, Javier Soriano, hizo un repaso por el patrimonio cultural asociado a la trashumancia que existe en toda la zona y la importancia de ponerlo en valor enfocado hacia el turismo.

La charla por parte de los técnicos, se complementó con la realización de un tramo de vereda. “Queríamos poner en valor que no se trata d una calle, sino de una vía pecuaria”, comentó la alcaldesa de Linares, Yolanda Sevilla. Los participantes recorrieron, acompañados por un pequeño rebaño de ovejas, un tramo del camino hacia la zona de la Escaleruela, que es el que realizaron los últimos pastores trashumantes de la localidad, Florencio Monforte y Joaquín Guillamón.

Han creado una silueta de hierro en una fuente que hay en la entrada del pueblo y que fue recientemente restaurada en honor a los pastores. Junto a la fuente se ha colocado un cartel explicando “lo que es la trashumancia y lo que supone para Linares de Mora”, argumentó Sevilla.

La jornada fue un éxito de participación y la intención es convertirla de cara al año que viene en una reunión científica donde se presenten diversas investigaciones científicas realizadas sobre el tema.