En la imagen, una de las balsas que se ha construido para poder distribuir el agua de riego por las diferentes parcelas
El regadío social para 960 hectáreas truferas creará alrededor de un centenar de empleos
La segunda fase ya se ha incluido y el proyecto estará terminado en diciembre de este año
El proyecto de regadío social de Sarrión, que afecta también a superficie actualmente de secano de las localidades de Albentosa, Manzanera y La Puebla de Valverde, supondrá la creación de un total de 96 empleos, en torno a 10 por cada 100 hectáreas de carrascas truferas transformadas en regadío. El proyecto, que incluye ya la primera y la segunda fase, contempla la irrigación de un total de 960 hectáreas de 220 propietarios diferentes.
Se trata de un importante impulso para la zona de Gúdar-Javalambre, donde el cultivo y comercialización de Tuber melanosporum suponen un pilar económico fundamental del que viven miles de familias de forma directa o indirecta.
Las obras de regadío de Sarrión ya incluyen también la segunda fase con el nuevo proyecto modificado que supone ampliar la superficie irrigada en más de un 50%, hasta un total de 960 hectáreas distribuidas en 1.444 parcelas de más de dos centenares de agricultores. Pese al importante incremento en superficie la modificación del proyecto supone un aumento del 17% en el presupuesto y tendrá un coste de 18 millones de euros, frente a los 15,3 millones de la primera fase, lo que supone un aumento de 2,66 millones.
El hecho de acometer las dos fases constituye un ahorro para los regantes, que pasarán de pagar 14.000 euros por hectárea a abonar 11.788 euros. Eso sí, todo el dinero de la nueva fase será asumido por los propietarios, ya que el Gobierno de Aragón no incrementa la subvención, que sí concedió para la primera fase y que se eleva a 6,67 millones.
La nueva fase de las obras tenía un presupuesto de 3,8 millones, pero al aprovechar buena parte de las infraestructuras ya construidas sólo supone un incremento de 2,66 millones. En total esta ampliación en el proyecto afecta a 515 parcelas con una superficie de 332 hectáreas.
La primera fase de las obras del regadío social se iniciaron en marzo del año 2020, en pleno estallido de la pandemia, y el plazo de ejecución era en marzo de este año 2023. Sin embargo, al sumar la segunda fase, los trabajos culminarán a final de año ya que la modificación del proyecto supone un incremento de nueve meses en el plazo de ejecución. Todos los trabajos están siendo ejecutados por Tragsa.
La ejecución conjunta de ambos proyectos permite, según explicó el responsable del proyecto y subdirector provincial de Agricultura y Ganadería, Ricardo Ibáñez, compartir no solo los elementos principales de las infraestructuras de las obras en ejecución, como bombeos y balsas, entre otros, sino que evita zanjas y tuberías que resultarían redundantes al ejecutar las obras de forma independiente, con los correspondientes ahorros económicos y menores efectos ambientales.
El sistema consiste en una captación de tres pozos, dos de ellos situados al norte de la zona, en el paraje Lomas de Babor, y otro en la zona sur, en el paraje San Cristobal. De todas formas, Ricardo Ibáñez indicó que el proyecto entraña una gran complejidad precisamente por la diferencia de cotas entre las parcelas de riego, ya que hay algunas a 860 metros y otras que llegan a los 1.270 metros de altitud. Eso ha obligado a diseñar un total de seis sectores para optimizar los gastos energéticos. El centro de transformación está ubicado en las proximidades de la balsa.
El responsable del proyecto incidió en que las tuberías generales para el transporte hídrico son las mismas para las dos fases, por eso el incremento del coste no es proporcional al número de hectáreas a irrigar.
De los dos primeros pozos, con un caudal de explotación de 80 y 90 litros por segundo, respectivamente, se bombea a la balsa número uno, con una capacidad de 60.000 metros cúbicos. De esta balsa se riegan los sectores 1, 2 y 3; con una superficie de 152; 216 y 279 hectáreas, respectivamente. El sector 1 se riega en parte por presión natural desde la balsa y los sectores 2 y 3 por bombeo directo.
Del tercer pozo, se bombea a una balsa de 10.000 metros cúbicos de capacidad situada en sus proximidades, del que se riega el sector 4 (132 hectáreas) por presión natural. El sector 5 (29 hectáreas) se riega por bombeo desde la balsa, mientras que el sector 6 (156) se riega por rebombeo un ramal terminal que abastece al sector 5.
El total de hidrantes es de 215, con un máximo de ocho tomas o parcelas por unidad y diámetros de dos a seis pulgadas en función de la superficie que sirven. Todos ellos estarán automatizados y controlados vía GPRS.
Se trata de un importante impulso para la zona de Gúdar-Javalambre, donde el cultivo y comercialización de Tuber melanosporum suponen un pilar económico fundamental del que viven miles de familias de forma directa o indirecta.
Las obras de regadío de Sarrión ya incluyen también la segunda fase con el nuevo proyecto modificado que supone ampliar la superficie irrigada en más de un 50%, hasta un total de 960 hectáreas distribuidas en 1.444 parcelas de más de dos centenares de agricultores. Pese al importante incremento en superficie la modificación del proyecto supone un aumento del 17% en el presupuesto y tendrá un coste de 18 millones de euros, frente a los 15,3 millones de la primera fase, lo que supone un aumento de 2,66 millones.
El hecho de acometer las dos fases constituye un ahorro para los regantes, que pasarán de pagar 14.000 euros por hectárea a abonar 11.788 euros. Eso sí, todo el dinero de la nueva fase será asumido por los propietarios, ya que el Gobierno de Aragón no incrementa la subvención, que sí concedió para la primera fase y que se eleva a 6,67 millones.
La nueva fase de las obras tenía un presupuesto de 3,8 millones, pero al aprovechar buena parte de las infraestructuras ya construidas sólo supone un incremento de 2,66 millones. En total esta ampliación en el proyecto afecta a 515 parcelas con una superficie de 332 hectáreas.
La primera fase de las obras del regadío social se iniciaron en marzo del año 2020, en pleno estallido de la pandemia, y el plazo de ejecución era en marzo de este año 2023. Sin embargo, al sumar la segunda fase, los trabajos culminarán a final de año ya que la modificación del proyecto supone un incremento de nueve meses en el plazo de ejecución. Todos los trabajos están siendo ejecutados por Tragsa.
La ejecución conjunta de ambos proyectos permite, según explicó el responsable del proyecto y subdirector provincial de Agricultura y Ganadería, Ricardo Ibáñez, compartir no solo los elementos principales de las infraestructuras de las obras en ejecución, como bombeos y balsas, entre otros, sino que evita zanjas y tuberías que resultarían redundantes al ejecutar las obras de forma independiente, con los correspondientes ahorros económicos y menores efectos ambientales.
El sistema consiste en una captación de tres pozos, dos de ellos situados al norte de la zona, en el paraje Lomas de Babor, y otro en la zona sur, en el paraje San Cristobal. De todas formas, Ricardo Ibáñez indicó que el proyecto entraña una gran complejidad precisamente por la diferencia de cotas entre las parcelas de riego, ya que hay algunas a 860 metros y otras que llegan a los 1.270 metros de altitud. Eso ha obligado a diseñar un total de seis sectores para optimizar los gastos energéticos. El centro de transformación está ubicado en las proximidades de la balsa.
El responsable del proyecto incidió en que las tuberías generales para el transporte hídrico son las mismas para las dos fases, por eso el incremento del coste no es proporcional al número de hectáreas a irrigar.
De los dos primeros pozos, con un caudal de explotación de 80 y 90 litros por segundo, respectivamente, se bombea a la balsa número uno, con una capacidad de 60.000 metros cúbicos. De esta balsa se riegan los sectores 1, 2 y 3; con una superficie de 152; 216 y 279 hectáreas, respectivamente. El sector 1 se riega en parte por presión natural desde la balsa y los sectores 2 y 3 por bombeo directo.
Del tercer pozo, se bombea a una balsa de 10.000 metros cúbicos de capacidad situada en sus proximidades, del que se riega el sector 4 (132 hectáreas) por presión natural. El sector 5 (29 hectáreas) se riega por bombeo desde la balsa, mientras que el sector 6 (156) se riega por rebombeo un ramal terminal que abastece al sector 5.
El total de hidrantes es de 215, con un máximo de ocho tomas o parcelas por unidad y diámetros de dos a seis pulgadas en función de la superficie que sirven. Todos ellos estarán automatizados y controlados vía GPRS.
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