Chapuzas y chanchullos, chanchullos o chapuzas, a veces es muy difícil distinguir unos de otras, y en cambio el significado y lo que conllevan es extraordinariamente diferente. Estos días me han llamado la atención dos muy importantes, en dos deportes en donde se mueven miles y miles de millones, y donde parece difícil explicar tales situaciones.
En primer lugar el tan comentado sorteo de Champions, que si sistemas informáticos, que si algoritmos, que si un montón de tecnología, para acabar sacando un papelito dentro de una bolita que a su vez están en varios “bombos”… pero para colmo no sé si el sistema informático, el algoritmo o el encargado de las bolitas se equivocó y propicio un tsunami futbolero. Como siempre ya salieron los memes, Florentino tiene amañado su sorteo, el Atleti contra el todopoderoso Bayern… pero en un giro inesperado, o mejor dicho en algo nunca visto, se dio el sorteo como nulo y se volvió a celebrar.
Ahora si parece que nadie se equivocó y los emparejamientos dejaron a algunos más contentos y a otros menos, pero ya no hay vuelta atrás. Parece difícil de entender, que en un evento de estas características ocurran estas cosas, algo donde hay millones de ojos puestos en esas bolitas y en esos papelitos, porque hay mucho en juego, resulta que “alguien” se equivocó, ¿chapuza o chanchullo? Cada cual puede juzgar. En segundo lugar, domingo al mediodía, última carrera del campeonato de F1, donde también son miles de millones los que se mueven cada temporada, y después de una emocionante carrera, donde parece que Hamilton va a ser de nuevo el campeón, hay un accidente que provoca un Safety Car, durante el cual la FIA se salta sus propias normas y pone en marcha de nuevo la carrera en un contexto donde Verstappen tenía todas las de ganar y así pasó. Independientemente de quien lo merezca, quien nos guste más o menos, y de todo lo que ha pasado durante la temporada, en una vuelta, una última vuelta detrás de un Safety se ha decidido toda una temporada, y donde los coches se han colocado y el Safety se ha ido en virtud de una decisión cuanto menos polémica.
De nuevo esto parece más una chapuza que un chanchullo, pero parece difícil de entender que con la tecnología y dinero que mueven estos deportes, se dependa de decisiones de este calibre.
