Esta tarde tenemos un Barcelona-Real Madrid en las semifinales de la Supercopa de España, se va a jugar en el King Fahd Stadium, en la ciudad de Riad, que para los que no están muy puestos es la capital de Arabia Saudí. El Jueves lo harán el Atlético de Madrid contra al Athletic de Bilbao, y del ganador de ambas saldrá la final. Un formato aparentemente divertido, emocionante, con cuatro de los mejores equipos españoles y un título en juego, título que los sauditas podrán disfrutar en vivo, poderoso caballero…
Recuerdo hace años que pude disfrutar en Agosto de un Real Madrid – Barcelona en la ida de la Supercopa, Estadio Santiago Bernabéu a reventar, ambiente inigualable (todo el que ha estado en un partido así sabe de lo que hablo) cuando aún estos títulos eran a ida y vuelta, y cuando estos títulos estaban para que los disfrutaran los aficionados de los equipos. No es que tenga nada en contra de los sauditas, pero es que parece un auténtico despropósito privar de esta manera a miles de socios, aficionados y simpatizantes de estos equipos.
Seguramente el bolsillo de la organización será el que más lo agradezca.
Pero es que la semana empezó movida, con la polémica de Djokovic y su entrada ( o mejor dicho no entrada) en Australia, debido a su negativa a la vacuna, su “presunto” positivo semanas atrás y a las más que probables mentiras en su declaración para su exención médica. Más allá de posicionarse en uno u otro lado, en vacunarse o no vacunarse, en pensar que la ley es buena o es mala, da la sensación que a un famoso, sea deportista, o de cualquier otra índole, cuando le pasa algo así tiene otro trato, tanto en los medios, como en repercusión social, porque estoy seguro que casos como el de Novak pasan diariamente a ciudadanos de a pie sin ninguna repercusión. Así que veremos como acaba todo este lío, que a fecha de hoy parece no tener aún solución.
Por último, quiero destacar el caso Piqué y su “nómina” semestral, de 7 dígitos. Una suma considerable que la mayoría de los mortales no veremos nunca sino es en una captura de pantalla, una anécdota que da para mucho debate y opinión.