Por historia, por tradición futbolística, por afición, por trabajo, por rendimiento, por resultados, y por toda su gente, el C.D. Utrillas estará la próxima temporada donde se merece, compitiendo en la Tercera División Aragonesa. Un cuarto de siglo ha tenido que pasar para volver a tener plaza en una categoría en la que fue habitual durante muchas temporadas, y en la que los más jóvenes del lugar no han tenido ni siquiera la opción de verle jugar.
Ha sido una temporada extraordinaria, con una eliminatoria copera y un premio gordo en forma de enfrentamiento contra todo un Valencia, que además ha sabido exprimir, y ganarse la simpatía de miles de valencianistas, y del propio club valenciano, además de la enorme experiencia para club, jugadores, cuerpo técnico y afición que supone enfrentarse a un equipo de esas dimensiones. Pero además de todo ello, de ser el equipo de moda durante semanas, su día a día, jornada a jornada ha sido grandioso. Y pese a que se le ha dado algo más de emoción que la esperada al final, con un par de derrotas inesperadas, era de lógica que en una u otra jornada se produjera el tan ansiado y merecido ascenso, no pudo ser en La Vega, pero igualmente vale y estuvo acompañado de un buen número de seguidores que se desplazaron hasta Zaragoza.
Toca disfrutarlo, saborearlo y empezar a preparar lo que tendrá que ser el intentar consolidarse en una categoría superior. Aunque en realidad ya lleva tiempo haciéndolo, con el fútbol base, con todo el esquema organizativo, con su planificación, que le ha llevado a este éxito pero que deberá continuar en los próximos años. Porque está más que demostrado que una mala temporada puede pasar factura durante muchísimos años, hay bastantes ejemplos de ello, y volver a categorías superiores a veces suponen esfuerzos enormes en todos los ámbitos.
Mis felicitaciones personales a todos los que forman parte de este club, en una u otra parte, dentro y fuera del campo, amigos y conocidos, y mis deseos de que este buen rumbo dure mucho tiempo. ¡Enhorabuena!.