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Varios municipios del Bajo Martín llevan más de 20 días sin agua potable Varios municipios del Bajo Martín llevan más de 20 días sin agua potable
El Río Martín a su paso por Urrea de Gaén a principios de mes cuando se dieron tormentas. Ayuntamiento de Urrea de Gaén

Varios municipios del Bajo Martín llevan más de 20 días sin agua potable

Unas tormentas provocaron turbidez en el pantano de Cueva Foradada
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Los vecinos de la Comarca del Bajo Martín y algunos municipios de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos no tienen suministro de agua potable desde hace más de 20 días.

Unas tormentas originaron a principio del mes de septiembre la turbidez del agua del pantano de Cueva Foradada y desde entonces, municipios como Híjar, la Puebla de Híjar, Urrea de Gaén, Albalate del Arzobispo, Samper de Calanda, Castelnou, Jatiel, Oliete y Ariño continúan sin poder consumir agua del grifo, una situación que se prolonga sin una fecha clara de resolución.

Pese a algunos avances en la mejora de la calidad del agua, los responsables municipales todavía no pueden levantar la restricción hasta que se cumplan los parámetros permitidos de salubridad que se exigen.

El problema comenzó a principios de septiembre, tras unas tormentas que provocaron un aumento en la turbidez del agua del embalse que abastece a la planta potabilizadora de Oliete. A este problema meteorológico se suma la avería de una toma flotante que debía extraer el agua de las capas más superficiales y, por lo tanto, más limpias del pantano. Desde entonces, los municipios han tenido que recurrir a restricciones, vaciando con mucho cuidado los depósitos de agua solo para las necesidades básicas. De esta forma lo explicó Alfonso Pérez, presidente de la Comarca del Bajo Martín: “Hasta que Sanidad no diga que el agua es óptima para consumo humano, no podemos levantar las restricciones”.

Mientras tanto, se siguen realizando análisis diarios para medir los niveles de turbidez y cloro, con resultados que varían, pero no son suficientemente consistentes para levantar la restricción. Jesús Puyol, alcalde de Híjar, explicó que en este municipio se han realizado alrededor de 30 análisis. “De las comprobaciones que hemos hecho, sólo entre cuatro y cinco veces hemos superado el límite permitido de turbidez”, aclaró. Este valor mide la cantidad de partículas suspendidas en el agua, que debe mantenerse por debajo del número seis para que el agua pueda declararse apta para consumo humano.

A pesar de que en Híjar y Ariño la situación parece estar más controlada debido a mejores resultados en los análisis realizados, aún se registran fluctuaciones que impiden normalizar el servicio. “Un día sale bien por la mañana y mal por la tarde, no se entiende. Mientras sigan existiendo estos picos, todavía seguimos informando a los vecinos que no pueden beber”, afirmó Puyol.

Una avería agrava el problema

La toma flotante, que debería garantizar que se extraiga agua limpia de la superficie del pantano lleva meses sin funcionar correctamente. Puyol explicó que el pantano dispone de tres tomas fijas y una flotante. “La flotante es la que siempre se utiliza porque absorbe de la lámina del agua, pero como se rompió, ahora se está usando una de las tomas fijas. El problema, es que, con el nivel tan bajo del pantano, ahora se toma el agua de una de las capas inferiores, donde el agua no es tan clara”, detalló.

La reparación de esta toma flotante es clave para intentar mejorar la situación, pero el proceso está siendo más lento de lo que los responsables pensaban. Según Adolfo Tesán, vicepresidente de la Comarca del Bajo Martín, ya se ha preparado el proyecto y se espera que la licitación se publique en breve. “Estamos en proceso de aprobar la modificación presupuestaria y la licitación debería de estar lista en una semana”, explicó.

Frustración entre los vecinos

La situación está provocando cierto malestar entre los vecinos, que llevan semanas comprando agua embotellada para poder beber y cocinar. Silvia Blasco, la alcaldesa de Urrea de Gaén, explicó el problema de este largo proceso. “Llevamos sin agua potable 20 días. Los parámetros no salen bien y, aunque parece que van bajando, lo hacen mucho más lentamente de lo que pensábamos”, aclaró. Aún así, Blasco reconoció que ya se ha dado algún paso importante por parte de la comarca para reparar la toma flotante. Sin embargo, los municipios siguen esperando.

La alcaldesa también destacó que, aunque la situación ha sido complicada, lo peor sería un corte total de agua. “En su momento tuvimos que agradecer que no cortaran todo el suministro. Hemos podido seguir haciendo uso del agua para las necesidades más básicas, pero la situación es insostenible a largo plazo”, aclaró Blasco.

Puyol también hizo especial hincapié en este punto. “Los vecinos preguntan si ya pueden beber agua del grifo, pero les recuerdo que hemos pasado días mucho peores, cuando solo nos daban tres horas de agua al día”, dijo. Además, subrayó que un corte total del agua no habría afectado tan solo a las personas, sino también al ganado. “Si no hubiéramos conseguido mantener el suministro, habría resultado en un problema, ya que los animales podrían llegar a morir en las granjas por falta de agua”, explicó.

Desde Sanidad, fuentes oficiales del Gobierno de Aragón indicaron que el principal problema son los parámetros físico-químicos del agua, como la turbidez y la presencia de ciertos metales. Aclararon que no se trata de un problema microbiológico del agua, sino que los parámetros no cumplen con lo establecido para el consumo humano. “Se han hecho análisis semanales desde el día 19 de septiembre, pero el agua sigue sin ser apta”, aclararon.

Por ahora, todavía no hay una fecha clara de cuándo se podrá declarar el agua como apta en estos municipios. Aunque los niveles de turbidez están mejorando, todavía queda por avanzar. Mientras tanto, los vecinos y las autoridades locales continúan a la espera de volver a la normalidad en cuanto antes.

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