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Ráfales celebra 30 años de su feria con un guiño solidario a los damnificados por la dana Ráfales celebra 30 años de su feria con un guiño solidario a los damnificados por la dana
Los dulzaineros y Amadeo el pregonero posan junto al puesto benéfico del alambique. P.A

Ráfales celebra 30 años de su feria con un guiño solidario a los damnificados por la dana

El evento acogió a cerca de 40 expositores y gran afluencia de público
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Ráfales ha vuelto a ser el punto de mira este segundo fin de semana de noviembre en el Matarraña. Como cada año, la localidad ha celebrado la Feria de Recursos Naturales y Medio Ambiente, un evento que este año conmemora su 30 aniversario con una propuesta que ha combinado tradición, cultura y solidaridad.

Uno de los grandes protagonistas de esta edición ha sido uno de los 40 puestos que han estado presentes en total durante los dos días de feria: el puesto del alambique tradicional, cuyos beneficios de la venta de chupitos de aguardiente se destinarán íntegramente a los damnificados por la reciente dana que ha azotado comunidades como Valencia y Castilla. Este gesto solidario ha sido impulsado por el Ayuntamiento de Ráfales, en colaboración con vecinos y voluntarios, quienes ven en esta feria una oportunidad no solo de promoción local, sino también de apoyo a quienes más lo necesitan. Cristian Berge, concejal de Ferias en el Ayuntamiento de Ráfales subrayó la importancia de este tipo de iniciativas en el marco de un evento que atrae a visitantes de toda la región y más allá. "La feria de Ráfales siempre ha sido un punto de encuentro, pero este año queríamos ir más allá y aportar nuestro granito de arena en una causa solidaria", explicó. La recaudación se destinará íntegramente a proyectos de recuperación en las zonas afectadas, una acción que ha sido bien recibida tanto por los asistentes como por los expositores.

Sin embargo, el puesto del alambique no solo ha captado la atención por su fin solidario, sino también por la fascinación que despierta el proceso artesanal de destilación. Pedro Albesa, concejal del ayuntamiento explicó a los visitantes cómo el vino se transforma en aguardiente mediante un proceso de destilación que utiliza fuego de leña y un sistema de refrigeración por agua fría. “Es una tradición con orígen judío que a día de hoy mantenemos viva”. Además, también añadió que ha sido un puesto muy concurrido. “Por aquí ha pasado mucha gente y ha tenido buena acogida”, explicó Albesa.

Expositores y animaciones

La feria de este año ha contado con la participación de cerca de 40 expositores, ofreciendo una amplia gama de productos que van desde artesanía y gastronomía local hasta cosmética natural y demostraciones de oficios tradicionales. La plaza mayor y las calles del casco histórico se han llenado de vida, con un ambiente festivo que ha perdurado durante todo el fin de semana. Según Berge, la afluencia de público ha sido notable, especialmente el domingo, cuando el buen tiempo animó a más visitantes a acercarse.

Uno de los puestos veteranos fue Espartos Manolito, al mando de Manuel Gallardo, artesano, quién destacó la importancia de eventos como este para preservar oficios en peligro de extinción. En su taller al aire libre, mostró a los asistentes cómo se trabajan fibras naturales como el esparto, elaborando objetos que van desde cestas hasta pequeñas joyas decorativas. "Es un arte que muchos jóvenes están redescubriendo, y eso es gracias a ferias como esta. En mi caso, hago pendientes, llaveros y ambientadores, jugando con materiales más finos y estéticos. Hoy en día, esto es más un arte que una necesidad, pero sigue despertando mucho interés", comentó mientras enseñaba sus creaciones.

Espartos Manolito en la feria. P.A


Además, en la animación de la feria no faltaron los gaiteros que recorrían las calles del pueblo animando a la gente a cantar y bailar, aunque no solo ellos animaron, sino también una figura muy reconocida en esta localidad: Amadeo, el pregonero de Ráfales. Encarnado por Carlos Mazo, también ha tenido un papel destacado. Ataviado con el traje tradicional, ha recorrido las calles junto a los dulzaineros, anunciando las actividades y entreteniendo a los más pequeños. "En su día, el pregonero era el alma del pueblo, el que comunicaba todo, desde las ferias hasta los objetos perdidos. Es un personaje romántico que merece ser recordado y así lo estamos mostrando", explicó Mazo con una sonrisa junto a un niño pequeño, consciente de la importancia de mantener vivas estas figuras del pasado.

Concurso fotográfico

La iglesia del pueblo acogió el domingo la entrega de premios del Concurso Fotográfico Entorno, Paisaje y Medio Ambiente, una de las actividades más esperadas de la feria. Organizado por la Comarca del Matarraña desde 2004, el certamen busca poner en valor el rico patrimonio natural y cultural de la zona. Este año, la convocatoria ha sido todo un éxito, con 153 fotografías presentadas. Los ganadores, entre los que destacan nombres como Joaquín Querol, Pablo Moreno o Elizabeth Arrufat han capturado con sus lentes la esencia de esta tierra, desde paisajes imponentes hasta la fauna autóctona. Además, el premio especial, dedicado a los Amaneceres y atardeceres del Matarraña, ha sido para Vicente Licer.

Un balance positivo

El alcalde Arrufat hizo un balance muy positivo de esta edición, destacando la participación y el ambiente que se ha vivido en las calles del pueblo. "El sábado fue más flojo por el tiempo, pero el domingo ha sido un día espectacular. La feria no solo dinamiza la economía local, sino que también refuerza los lazos con nuestra historia y cultura", afirmó. Tanto él como el concejal Berge han coincidido en que el éxito de esta feria radica en la colaboración de todo el pueblo.

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