Lakuerter Íbera llena de vida Andorra con gran éxito de participación

La localidad de Andorra continúa sumergida en su pasado íbero, con una multitudinaria edición de Lakuerter. Este sábado, el día central del evento, el tiempo acompañó a todos los presentes, en especial al Club de los Clanes, los encargados de dar vida a esta festividad año tras año. En su decimosexta edición, la feria íbera ha demostrado ser un rotundo éxito, de esta manera lo mostró Ernesto Gracia, presidente del Club de los Clanes. “Es cierto que este año el tiempo nos ha acompañado, hace más sol que el año pasado y eso se ha visto reflejado en la participación de la gente y en las visitas de otras localidades vecinas”, explicó. De la misma forma lo relató el alcalde de Andorra, Rafael Guía, quién destacó la esencia única del programa. “Este acto no está en toda la provincia, ni tampoco en Zaragoza o Huesca. Creo que este año le hemos dado una vuelta a los actos y a la celebración en sí y todavía hay más gente y más animación que en otras ediciones”, dijo el edil.

Este sábado, Andorra se convirtió en el corazón de la cultura íbera con una gran aflucencia a de visitantes y la entusiasta participación de los clanes locales. Desde primera hora de la mañana, la localidad vibró con los primeros desfiles y tradicionales rituales, que hacen de la fiesta un evento tan característico. “Es una fiesta muy especial. Cada vez vamos un paso más allá. Desde el Ayuntamiento de Andorra intentamos potenciar cada vez más la fiesta y su programación, además de ayudar a los clanes con una aportación económica”, explicó Guía.

Un sábado repleto de actos

Uno de los actos más emotivos que unió a todos los presentes, fue la ceremonia de presentación de los recién nacidos a los dioses. En este evento, cargado de simbolismo, los bebés de las familias de los clanes fueron introducidos a la comunidad y bendecidos con los roles que desempeñarán en el futuro: guerreros, campesinos o artesanos. La procesión del Clan del Ciervo, encargada de llevar a los pequeños por el poblado, se convirtió en uno de los momentos más emocionantes del día, acompañados con música celtíbera con las dulzainas y otros instrumenos de percusión.

El escenario de la Residencia los Jardines fue el lugar elegido para este ritual. En un entorno adornado con elementos de la cultura íbera, los clanes, acompañados de tambores y cánticos, llevaron a cabo la ceremonia que simboliza la integración de los nuevos miembros en la comunidad. Este acto ha cobrado cada vez más importancia en las últimas ediciones, atrayendo a un gran número de espectadores que no quisieron perderse la oportunidad de presenciar un evento tan especial. “Este actosirve para introducir a los más pequeños en la cultura íbera. Es una ceremonia muy bonita, llena de simbolismo. Queremos que cada año tenga más calidad y significado”, dijo Andrés Ruiz, vocal del Club de Clanes.

Fueron al menos diez recién nacidos, procedentes de diferentes clanes los que subieron al escenario acompañados de sus padres, para recibir la acogida de los dioses. “Ha sido un año próspero. Todos estos niños han sido aprobados por los dioses. Os vais a convertir en futuros artesanos, campesinos o guerreros del poblado íbero”, decía el encargado de dar esta bendición.
 

Al finalizar la ceremonia, el humor celtíbero de Jesús Patón arrancó carcajadas entre el público. El monólogo del artesano, con su característico tono satírico, puso un toque desenfadado a la solemnidad del ritual.

Con la caída de la tarde, el ambiente festivo alcanzó su clímax. Los clanes se reunieron en las inmediaciones de la Plaza de Toros para dar inicio al tradicional desfile. Alrededor de 2.000 personas, ataviadas con trajes íberos, marcharon por las principales avenidas del pueblo, portando antorchas y estandartes totémicos. La procesión, que unió historia y espectáculo, fue aclamada por los espectadores, tanto locales como foráneos. Aunque la tensión entre íberos y romanos es un elemento central de esta recreación, la jornada se desarrolló en un gran ambiente de diversión.

Por otro lado, Los juegos íberos, organizados por Ludus Piagordus y el Clan del Ciervo, ofrecieron un espectáculo lleno de acción. Los asistentes pudieron disfrutar de combates cuerpo a cuerpo y demostraciones de habilidades que transportaron a todos a la época de las grandes batallas.

Otra de las actividades alternativas de la jornada fue el mercado íbero, un punto de encuentro para todos, situado en el centro de la localidad y que también resultó ser todo un atractivo para los visitantes. Formado por más de 30 puestos de artesanía, gastronomía y productos típicos de la época, este espacio ofreció una amplia variedad de artículos. Los asistentes pudieron disfrutar de productos como joyería, cerámica y tejidos, elaborados siguiendo técnicas tradicionales. Además, la gastronomía jugó un papel destacado, con degustaciones de muestras de embutidos como quesos, longanizas o dulces, que permitieron a los visitantes saborear la esencia de la cultura íbera. Además, los más pequeños pudieron disfrutar de las aves rapaces que allí se encontraban descansando en momentos previos al vuelo de demostración.

Lakuerter Íbera ofreció una programación variada en la que se incluyeron actividades para todas las edades. Desde visitas guiadas al poblado íbero El Cabo, hasta talleres infantiles y espectáculos para los más pequeños, el evento garantizó diversión y aprendizaje para toda la familia. Además, otra de sus características es la familiaridad del evento. Todos los clanes, formados por al menos 200 personas, son un gran atractivo para los visitantes, que son acogidos en sus locales como unos más del clan.

Además, no solo es un evento cultural de gran importancia, sino también un motor económico para Andorra. Durante el fin de semana, los negocios locales, especialmente bares, restaurantes y alojamientos, experimentan un notable incremento en sus ingresos gracias a la gran afluencia de visitantes. El evento, que nació con la intención de dinamizar la economía local, ha superado todas las expectativas. La participación activa de los clanes, también ha generado un impacto positivo en el comercio y la artesanía.

La calidad de las recreaciones fue uno de los aspectos más destacados de Lakuerter Íbera, un evento que se ha consolidado como un referente en Aragón gracias al esfuerzo y dedicación de los organizadores y participantes.