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La Venta del Barro reivindica el cargadero y la A-68 para impulsar el polígono Teruel Norte La Venta del Barro reivindica el cargadero y la A-68 para impulsar el polígono Teruel Norte
Emilio Querol, Pedro Bello y Enrique Gómez exponen el plan estratégico. M. N.

La Venta del Barro reivindica el cargadero y la A-68 para impulsar el polígono Teruel Norte

La Puebla quiere ampliar 600 hectáreas el área industrial para aumentar los 650 empleos actuales
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La Mancomunidad Industrial Venta del Barro reivindica ante las administraciones supralocales retomar el proyecto del cargadero ferroviario como elemento “diferenciador” para el desarrollo futuro del polígono Teruel Norte. Esta infraestructura, junto a la ansiada autovía A-68, permitiría enviar los prefabricados de hormigón, alabastros, yesos, arcillas y productos agroalimentarios a puerto en condiciones de competitividad.

Así se puso de manifiesto este jueves en la presentación del Plan de Dinamización y Crecimiento del Polígono Venta del Barro que la mancomunidad y el Ayuntamiento de La Puebla de Híjar organizaron junto a la Subdelegación del Gobierno en Teruel, que a través del Ministerio para la Transición Justa y el Reto Demográfico (Miteco) ha financiado el estudio de estrategias y acciones a implantar para posicionar el área industrial como un motor estratégico para el crecimiento del norte de la provincia.

Entre otras cuestiones, el plan vislumbra las necesidades de ampliación del polígono en “500 o 600 hectáreas”, según indicó el alcalde de La Puebla y presidente de la mancomunidad industrial, Pedro Bello, que invitó al acto celebrado en el hotel Venta del Barro a empresarios, representantes de Cámara de Comercio y de Adibama, entre otros.

Bello destacó como fortalezas la coyuntura general en cuanto al desarrollo de energías renovables, el potencial del corredor del Ebro o las subvenciones ligadas al cierre de la central térmica de Andorra, pues por primera vez ha entrado el Bajo Martín en zona de Transición Justa.

El agua está asegurada con los ríos Martín y Ebro cerca, lo cual permite competir con polígonos de todo el valle del Ebro. Además, el potente sector del alabastro “ha mantenido empleo en la industria y ha cerrado el círculo” porque hasta el residuo sale como producto de calidad. Por otra parte, La Puebla atesora “150 años de comunión con la industria”, “desde el carbón a la azucarera y todo lo que se ha movido” después, primero con Pretersa-Prenavisa y ahora con Molins.

Un esfuerzo como con Platea

La mancomunidad alberga una veintena de empresas que generan en torno a 650 empleos, aunque “en algún momento de subidón” han rozado los 700. “No hay una nave vacía”, aunque está costando vender una parcela de 40.000 metros pensada hace 20 años para pequeñas promociones. Pero “lo que requiere el industrial de hoy es espacio”, asumió el presidente del polígono, que quiere proyectarlo decididamente.

Entre los desafíos, Bello destacó la necesidad de contar con un cargadero ferroviario a pie de polígono que “sería diferencial”. El alcalde solicitó un esfuerzo a las administraciones similar al que han hecho con Platea en Teruel. “El norte de la provincia tiene que tener una condición similar que nos permita competir para dar servicio a empresas de más de 50 kilómetros a la redonda”, destacó Bello, quien mencionó el centro coworking recién acabado con ayudas del Miteco.

Para el decano del Colegio de Ingenieros Técnicos de Minas de Aragón, Emilio Querol, “este es el polígono Teruel Norte y así ha de ser para todos los turolenses; es la oportunidad para los que vivimos en esta zona de por fin ver el desarrollo industrial”, que no será completo en su opinión mientras no existan “vías de comunicación” adecuadas.

El también ingeniero de la empresa de transformación del alabastro Exportadora Turolense urgió la autovía, pero sobre todo un cargadero. “Puede ser una bomba”, dijo, para “descongestionar la carretera de Vinaroz” de camiones de arcilla, y “una facilidad importante” para sacar recurso de forma competitiva hacia el puerto de Tarragona, como alternativa a las fábricas de Castellón que absorben hoy las 1,6 millones de toneladas producidas.

En cuanto al alabastro, “poder mandar este material a Tarragona vía puerto facilitaría la exportación”, indicó. El cargadero también permitiría hacer despegar al sector de los yesos.

Más lenta de lo deseado

El subdelegado del Gobierno en Teruel, Enrique Gómez, emplazó al consistorio poblano a seguir colaborando juntos para el plan estratégico del polígono, también en materia de cargadero, y mostró el “compromiso firme del Gobierno de España” con la A-68. “A todos nos gustarían unos plazos más cortos, pero la realidad es que la tramitación administrativa lleva su complejidad”, sobre todo desde el punto de vista medioambiental, señaló.

Gómez auguró un futuro prometedor al norte de Teruel con un polígono con proyección, con el plan de Endesa para el Nudo Mudéjar con estribaciones en Molins y en una nueva empresa de reciclaje de placas solares, y con las renovables en ebullición.

Además, felicitó al consistorio por ser, “en valores relativos, probablemente el que más ayudas ha captado de diferentes ministerios: Vivienda, Transporte y Transición Ecológica”, lo cual demuestra que es “dinámico”.

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