La térmica de Endesa en As Pontes vuelve a quemar carbón

La central térmica de Endesa en la localidad coruñesa de As Pontes reanudará este lunes su actividad ante el contexto de auge de precios de la electricidad y la previsión de la llegada de olas de frío que provocarán un aumento del consumo energético.

La planta, en proceso de cierre desde finales del año 2019, estará operativa, como mínimo, hasta el próximo viernes, ya que el funcionamiento de la central se planifica semanalmente.

El reinicio de la actividad ha sido confirmado por fuentes cercanas a la compañía energética, que inciden en el carácter excepcional de la medida, para la que la planta se ha ido preparando a lo largo de las últimas semanas.

El pasado martes se inició el traslado a As Pontes de las 100.000 toneladas de carbón que se encontraban almacenadas en el puerto exterior de Ferrol y que, ahora, abastecerán el funcionamiento de la térmica.

El carbón fue adquirido por Endesa con el objetivo de retomar la actividad en su planta ante la llegada del invierno en un contexto de auge de los precios a nivel global.

Así, el primer carguero con carbón de importación llegó a Ferrol con 20.000 toneladas a finales de octubre, mientras que el segundo lo hizo el pasado 14 de noviembre con 80.000 toneladas del mineral.

Por lo tanto, Endesa dispone ahora de 140.000 toneladas de carbón para su combustión, puesto que, a las traídas por vía marítima en las últimas semanas, se suman las 40.000 que están almacenadas desde hace meses en el recinto de la central.

También en Los Barrios

Por otra parte, según el sindicato UGT, la empresa Viesgo tiene previsto reabrir la central térmica de Los Barrios (Cádiz), desde mediados de enero de 2022 y por un periodo inicial de tres meses.

Según fuentes de UGT Viesgo citadas por el periódico digital 8directo.com, ya se ha mantenido contacto con los antiguos trabajadores, que se encuentran en ERE en la actualidad, para el inicio de la actividad. La vuelta a los puestos de trabajo se haría, según el sindicato, respetando las condiciones económicas que tenían, además de un bonus de un 10% a la finalización, y sin riesgo fiscal por las indemnizaciones recibidas, haciéndose cargo la empresa del riesgo fiscal si no fuese así.

Ninguna de estas dos situaciones se replicarán de ninguna manera en la central térmica de Andorra, pues está en proceso de desmantelamiento desde el pasado mes de febrero. Endesa prevé que se movilicen durante 48 meses picos de 140 trabajadores en estas labores, con una inversión de 60 millones de euros.

El proyecto de desmantelamiento de la central tiene la singularidad de compatibilizar los trabajos de demolición con actuaciones de desarrollo de futuras centrales renovables en el mismo emplazamiento. En total, Endesa prevé implantar 1.725 megavatios (MW) en tres fases. La tercera, de 1.390 MW, depende de la asignación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) del llamado Nudo Mudéjar. El plan Futur-e de Endesa para Andorra comprende también 60 MW de electrolizadores de hidrógeno verde.