La Comarca del Bajo Aragón lleva a 40 vecinos a conocer las oliveras de la variedad Manzanella

Un recorrido para conocer los ejemplares de olivar de variedad Manzanella más antiguos del valle del Mezquín fue el itinerario elegido para la segunda ruta del programa Tierra de Centenarias, que impulsa la Comarca del Bajo Aragón y que el pasado domingo tuvo un gran éxito de participación.

Más de cuarenta senderistas se dieron cita en esta salida al campo en la que los asistentes pudieron conocer algo más de las variedades autóctonas del olivar en la Tierra Baja, especialmente de la Manzanella, que es una variedad autóctona en la zona, muy minoritaria (la mayoría de los ejemplares fueron sustituidos hace siglos por pies de empeltre) y ampliamente reconocida por los vecinos.

Esta salida a la naturaleza se celebró en el marco del programa Tierra de Centenarias, un proyecto que se ha puesto en marcha a iniciativa del área de Patrimonio de la Comarca del Bajo Aragón y con el que se pretende realizar un reconocimiento a la olivera y al olivar bajoaragonés como símbolo de identificación del territorio.

Explicaciones

El Agente de Protección de la Naturaleza (APN) Fernando Zorrilla se encargó de guiar y explicar a los participantes en la ruta el tipo de ejemplares que se estaban viendo, su antiguedad y las características de los frutos y de la madera del árbol.

La jornada contó, además, con la colaboración de la cooperativa agrícola del Mezquin,  que ofreció a los participantes la degustación de algunos productos relacionados con la oliva y el aceite.

Dentro de este proyecto comarcal se han organizado  diferentes rutas a lo largo del año. En ellas está previsto que se recorran hasta 15 pueblos de la comarca. Según la comarca del Bajo Aragón, la finalidad de estas rutas es crear un producto turístico más para promocionar la comarca y rendir homenaje a las oliveras que pueblan los campos de cultivo.

Recorrido

Durante el recorrido se visitaron algunos de los grandes ejemplares de oliveras catalogadas en los términos de Torrevelilla y La Codoñera, destacando la Olivera de Mir, el ejemplar de mayores dimensiones del término de La Codoñera, con más de 800 años de edad, según la datación científica que se ha realizado de ella.

Asimismo, los participantes también visitaron varios ejemplares de variedad protagonista de estas jornadas situados en el entorno del río Mezquin.

La Manzanella es una variedad autóctona muy minoritaria de la zona que, sin embargo, cuenta con grandes ejemplares en el territorio como son las oliveras de los Mases en Torrevelilla y la de Santa Lucía en La Codoñera. Esta variedad apenas representa el 1% de lo plantado en el valle del Mezquín, según informaron desde la comarca del Bajo Aragón, de ahí su singularidad y antigüedad. Sus frutos son más redondos y pequeños que los de la variedad empeltre y suelen consumirse como olivas de mesa.