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La Codoñera y La Portellada cuentan ya con sendas depuradoras, en las que se han invertido 1,5 millones de euros La Codoñera y La Portellada cuentan ya con sendas depuradoras, en las que se han invertido 1,5 millones de euros
Visita a la nueva estación de aguas residuales de La Portellada

La Codoñera y La Portellada cuentan ya con sendas depuradoras, en las que se han invertido 1,5 millones de euros

Ambas están dimensionadas para 500 habitantes equivalentes y serán gestionadas por el Instituto Aragonés del Agua
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Los municipios turolenses de La Codoñera y La Portellada cuentan ya con sendas depuradoras en las que se han invertido globalmente 1,5 millones de euros. Las dos nuevas Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (Edar) han entrado recientemente en funcionamiento y han sido financiadas íntegramente por el Instituto Aragonés del Agua (IAA) a través de los Fondos FITE 2021 destinados a impulsar la depuración en la provincia de Teruel.

El consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, ha visitado ambas instalaciones, acompañado por el director del Instituto Aragonés del Agua, Luis Estaún. Durante la visita, ha destacado el esfuerzo de los ayuntamientos de La Codoñera y La Portellada, que con el apoyo técnico y administrativo del IAA, han conseguido ejecutar las obras en un tiempo récord desde la concesión de las ayudas en diciembre de 2022.

La Edar de La Codoñera ha supuesto una inversión de 730.000 euros. Está diseñada para una población de 500 habitantes equivalentes e incluye un colector nuevo de 300 metros, alivio de aguas pluviales, pretratamiento con desbaste, desarenado y desengrasado, tratamiento biológico mediante reactor secuencial (SBR) y sistema de gestión de fangos con almacenamiento y deshidratación. El vertido final se realiza al barranco la Val del Pueblo, afluente del río Mezquín.

La Edar de La Portellada ha contado con un presupuesto de 733.000 euros. También dimensionada para 500 habitantes equivalentes, la actuación ha contemplado la renovación del colector general, la instalación de un pozo de bombeo, pretratamiento, tratamiento secundario mediante tecnología de biodiscos, decantación secundaria y tratamiento de lodos con espesador y eras de secado. Las aguas depuradas se vierten al cauce de la Val del Ferro, afluente del río Matarraña.

Las obras han sido ejecutadas por la empresa Aqlara, que se encarga además de la operación inicial de ambas instalaciones durante el primer año. Posteriormente, y tras la cesión por parte de los ayuntamientos, la gestión será asumida por el Instituto Aragonés del Agua.

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