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Judith Carreras, directora del Instituto para la Transición Justa: “Teruel tiene una capacidad de absorción de ayudas y permanencia de las empresas muy superior” Judith Carreras, directora del Instituto para la Transición Justa: “Teruel tiene una capacidad de absorción de ayudas y permanencia de las empresas muy superior”
Judith Carreras, el pasado 22 de marzo en el parque intergeneracional Los Salesianos, en Andorra. Aitana Rodríguez

Judith Carreras, directora del Instituto para la Transición Justa: “Teruel tiene una capacidad de absorción de ayudas y permanencia de las empresas muy superior”

El Miteco ha invertido 157 millones desde 2019 en la Transición Justa de Aragón, y ha apoyado 57 proyectos empresariales y 40 municipales
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Judith Carreras es la directora del Instituto para la Transición Justa (ITJ) desde enero, cuando sustituyó en el cargo a la anterior responsable, Laura Martín. Experta en temas socioambientales, ha desarrollado buena parte de su trayectoria laboral en organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo y el Comité Económico y Social Europeo. De la misma forma que su predecesora, asegura que las ayudas que despliega el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) en el área del Convenio de Transición Justa de Aragón (33 de los 34 municipios son turolenses), unidas al plan de acompañamiento del desarrollo renovable de Endesa para el Nudo Mudéjar, lograrán crear más empleos de los que había en la central térmica de Andorra y las minas de carbón a su cierre en 2020 y 2018, respectivamente.

-¿Cómo valora los equipamientos, como el Hospitalillo para entidades sociosanitarias y el parque de Los Salesianos que ha visitado en Andorra, ejecutados por el plan de infraestructuras del Convenio de Transición Justa?

-Sabemos que, con el cierre de las centrales térmicas, ha habido ayuntamientos que han visto mermados sus ingresos y nos parece importante apoyar con proyectos que son necesarios para proporcionar servicios sociales o dinamización del territorio. Vienen del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado con fondos europeos. Abrimos esta concurrencia competitiva para que las entidades locales presentaran sus iniciativas y Andorra se benefició con tres proyectos. Los dos que están acabados nos parecieron muy interesantes. La infraestructura sociosanitaria es importante y el parque intergeneracional recupera para la ciudadanía un espacio abandonado. Esperemos que todo ello ayude a fijar población en el territorio y los servicios que tienen asociados sean atractivos para las familias.

-De la primera tanda de ayudas a infraestructuras financiadas por el PRTR había también proyectos impulsados por la Comarca Andorra-Sierra de Arcos y los Ayuntamientos de Albalate, Estercuel, Palomar de Arroyos, La Puebla de Híjar, Calanda, Foz Calanda, Berge... ¿Qué grado de ejecución tienen?

-Tienen un desigual grado de ejecución. Sabemos que los plazos son justos pero es importante llegar y estamos haciendo seguimiento semanal. En total, la provincia de Teruel se benefició de 8,1 millones de euros sobre 89 en total. Acabamos de sacar también la resolución provisional de la segunda convocatoria de ayudas a infraestructuras con el PRTR, que beneficia a Urrea de Gaén, Foz Calanda y Azaila para proyectos de vivienda y un parque. Esta segunda tanda estaba dotada con 25 millones para los 197 municipios incluidos en los Convenios de Transición Justa. Beneficiará a 19 ayuntamientos.

-El ITJ anuncia ya por el territorio una nueva convocatoria de ayudas para proyectos empresariales.

-En 2025 se publicarán dos convocatorias de ayudas para empresas de Transición Justa, tanto para grandes proyectos empresariales como para mínimis, con un presupuesto de 24 millones y 4 millones de euros respectivamente. Saldrán después de Semana Santa.

-¿Cuántas convocatorias ha habido para proyectos empresariales en los últimos años?

-Desde 2019 se han lanzado ocho convocatorias de ayudas a empresas: seis en zonas mineras –antiguo plan Miner, en vigor hasta 2027– y dos en zonas de Transición Justa –a través de los convenios–, a través de las cuales ya se han apoyado hasta el momento 57 proyectos empresariales vinculados a actividades como la industria manufacturera; tratamiento, valorización y gestión de residuos; turismo o agroalimentación, con un compromiso de emplear a 430 personas.

-¿Y para infraestructuras?

-Se han apoyado 40 proyectos municipales a través de diferentes líneas de ayudas para satisfacer las necesidades detectadas por los ayuntamientos para dar servicios a su ciudadanía: residencias y centros de día; mejoras en polígonos industriales; renovación de luminarias para la mejora de la eficiencia energética; centros destinados a jóvenes, asociaciones y empresas como espacios de coworking o laboratorios I+D+i; rehabilitación de edificios para la creación de centros interpretativos o alojamientos turísticos.

-¿Qué resultados palpables sobre el territorio han tenido estas líneas de ayudas?

-En total, el liderazgo en la Transición Justa de Aragón por parte del Miteco es indiscutible y se traduce en un total de ayudas, entre el ITJ y el IDAE, de 157 millones de euros desde 2019, que movilizarían 255 millones de euros de inversión. Por otra parte, del Fondo europeo de Transición Justa corresponden a España 868 millones de euros, de los cuales el 96% de los fondos será gestionado por las comunidades autónomas de los territorios elegibles y el 4% restante será gestionado por el ITJ para actuaciones transversales en dichos territorios. Al Gobierno de Aragón le corresponden 92 millones a los que hay que adicionar la cofinanciación autonómica (12 millones). Todo ello ha de ser ejecutado antes de 2029. Los resultados no son aún todo lo palpables que desearíamos pero lo que sí estamos viendo es que se están empezando a desplegar y se está avanzando. Con las ayudas del Miteco y la adjudicación a Enel-Endesa del primer concurso en el Nudo Mudéjar de Transición justa ya se crearán más empleos de los que daban la central y las minas a su cierre.

-¿Cómo controla el ITJ que una empresa genera el empleo al que se compromete en el momento de concurrir a un ayuda?

-Cuando empresa solicita una ayuda, sea mínimis o de proyectos empresariales, tiene de 18 a 24 meses para llevar el proyecto a cabo. Hacemos verificaciones y, si no se mantiene el empleo comprometido durante tres años, tiene que devolver la subvención. Muchas de las empresas que han recibido fondos están empezando a arrancar. En Andorra tenemos el caso de JV20 Forest, por ejemplo. Sinceramente, ya me gustaría que todos los territorios en reconversión estuviesen como Teruel, que tiene una capacidad de absorción de ayudas y permanencia de las empresas en el tiempo muy superior.

-¿Cree que el Fondo de Transición Justa que ejecuta el Gobierno de Aragón con fondos europeos debía haberse dedicado en exclusiva a municipios mineros y no a toda la provincia, como se ha hecho?

-Esas ayudas vienen definidas por Bruselas en sus bases y se han establecido las provincias como zonas de delimitación. Sí que hemos expresado que es importante que esos fondos vayan dirigidos prioritariamente a los municipios que han sufrido más el cierre de minas y centrales. Es una preocupación que compartimos desde el ITJ.

-Pese a las grandes cifras que dan desde el ITJ, la gente del territorio se muestra escéptica y constata que, cinco años después del cierre de la térmica de Andorra, hay pocos desarrollos industriales palpables en los polígonos. ¿Está de acuerdo?

-En Andorra destaca la implantación del aserradero de madera. Se ha apoyado también a algunas empresas que ya existían y a las que estas ayudas les permiten expandirse. Sobre la cuestión de los tiempos, reconozco que no son los de alguien que esté buscando empleo. No consuela, pero es un factor de realidad. Por eso es tan importante la anticipación, porque madurar proyectos empresariales buenos lleva su tiempo. Entiendo que la gente no vea por ahora movimiento suficiente, pero los compromisos están ahí.

-¿Cómo devolver la ilusión a un territorio que se ha ido despoblando tras los cierres? ¿Faltará mano de obra cuando se instalen al fin las empresas?

-En algunos acuerdos que el ministerio firmó con patronal y sindicatos, como el de las centrales térmicas, se estableció que había que dar salida a los trabajadores directos hacia otros territorios pero pensando siempre en que pudiesen volver. Sí puede haber un déficit de personal y en algunos casos así lo manifiestan los propios alcaldes.

-¿Cómo está funcionando la bolsa de empleo del ITJ y los programas de formación?

-La bolsa no tiene gran demanda en Teruel. Hemos desplegado paquetes formativos por zonas de Transición Justa. Se trata de formaciones con certificación profesional en gestión ambiental, certificado de instalaciones solares o gestión de polígonos. Aunque no vayas a tener un trabajo mañana, sí te va a servir para pasado mañana. Además, en el caso de Andorra y su entorno, hay un capítulo de formación ambicioso dentro de los compromisos de Enel-Endesa con el territorio tras la adjudicación del concurso.

-¿En qué punto está el proyecto de Endesa para el Nudo Mudéjar? ¿Cuándo se espera que el Miteco publique la resolución de impacto ambiental con respecto a los desarrollos renovables?

-Puedo decir que el procedimiento sigue dentro de los plazos administrativos marcados. En cualquier caso, los compromisos de empleo y despliegue de medidas de los planes de acompañamiento son muy claros y hay unas garantías depositadas de 200 millones de euros. Convendría empezar a desplegarlas ya porque, aunque la tramitación administrativa está en plazo, esos resultados los tiene que conseguir la empresa. Les animamos en todas las reuniones a que no esperen a que salgan los permisos. Y si algunas medida no pudiesen madurar, porque estas cosas pueden suceder, hay que buscar otras que las reemplacen para lograr los objetivos.

-¿Entenderían que Endesa no desarrollase su plan de acompañamiento hasta no tener atado todo el conglomerado de centrales eléctricas, que es la base de su negocio?

-Sería una decisión empresarial suya, pero los compromisos son los que son. Si deciden empezarlos más tarde, insisto en que van a tener menos tiempo. El territorio agradecería que esa garantías sociales comenzaran cuanto antes, y algunas de las susceptibilidades que percibimos quedarían aparcadas.

-Tendría que estar todo el plan ejecutado en verano de 2029. ¿Cree que se va a demorar? ¿Habrá prórrogas?

-Los plazos son estos y se tendrán que cumplir.

-¿Sigue judicializada la adjudicación del concurso?

-No está cerrado el proceso judicial pero estamos muy tranquilos. Se hicieron alegaciones al concurso y se estudiaron. Nos gustaría que no hubiese estos procesos judiciales, ni en este ni en ninguno de los nudos que vamos a empezar a desarrollar en otras zonas de Transición Justa.

-¿Qué futuro le aguarda al Proyecto Catalina de hidrógeno renovable promovido en Andorra y su entorno por Copenhaguen Infrastructure Partners?

-España está muy bien posicionada para el despliegue del hidrógeno renovable. La subasta del Banco Europeo del Hidrógeno así lo determinó –inyectó 230 millones de euros en este proyecto–. Los valles del hidrógeno son un ejemplo de la apuesta que está haciendo el país por esta tecnología. Se pueden establecer muchas sinergias. Si la energía que se genera sirve para industrializar la zona, mucho mejor.

-¿Cómo ve la provincia de Teruel con respecto a otros territorios en Transición Justa?

-Me preocupan más los territorios menos dinámicos, donde no se están desarrollando los proyectos que aquí sí existen. En Teruel se dan unas cuestiones endógenas de superficie y capacidad renovable que no concurren en todos los territorios. Todos deben aprovechar el potencial que tienen para crear riqueza.

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