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Verónica Casado aboga por un nuevo mapa sanitario y más planificación Verónica Casado aboga por un nuevo mapa sanitario y más planificación
Verónica Casado durante la conferencia que impartió este jueves dentro del ciclo del IET en el Museo Provincial

Verónica Casado aboga por un nuevo mapa sanitario y más planificación

La experta argumenta que cada zona requiere de una solución específica
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La que fuera reconocida en 2018 como la mejor médico de familia del mundo y asumiese un año después la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, aseguró este jueves en Teruel que las soluciones a los problemas de la sanidad en las zonas rurales son complejas pero posibles y pasan por la elaboración de un nuevo mapa sanitario, mayor planificación con la implicación de todos los entes sociales y menos burocratización. Casado intervino en el nuevo ciclo de conferencias titulado Reflexiones sobre Teruel: presente y futuro, organizado por el Instituto de Estudios Turolenses dependiente de la Diputación de Teruel.

El primer asunto abordado en este nuevo ciclo fue El futuro de la asistencia sanitaria en la provincia de Teruel y contó con la participación como ponente de una profesional de referencia en el mundo de la medicina por su labor como ejerciente y como gestora pública. Una labor en el primer caso que fue reconocida en 2018 por la World Organization of Family Doctors al nombrarla ese año como la mejor médico de familia del mundo. En el segundo por su gestión de la Sanidad en la Castilla y León, donde fue consejera de esta materia entre 2019 y 2021.

Casado, cuya trayectoria abarca también la docencia y la investigación, y que ha colaborado en proyectos internacionales, dijo que la sanidad en el mundo rural requiere de un nuevo mapa sanitario porque se está trabajando con un modelo de los años 80 que se ha quedado obsoleto.

Argumentó que es preciso hacer una nueva foto de la situación actual y hacer una “redistribución” interna de los profesionales. Consideró que urge incrementar el número de facultativos ante la carencia que presentan algunas especialidades, algo sobre lo que un estudio realizado por el Ministerio de Sanidad hace veinte años ya advertía y no tuvo en cuenta el Estado. Pero hasta que se produzca ese aumente se mostró partidaria de una reorganización y planificación acorde con las necesidades y las realidades de cada territorio; teniendo en cuenta, además, a las entidades que conforman cada zona.

Durante su intervención también defendió la telepresencia, no como objetivo sino como herramienta, para aprovecharse de todas las posibilidades que ofrecen hoy día las nuevas tecnologías, tanto a nivel de reuniones como de asistencia a pacientes pudiendo realizar pruebas en remoto y consultar directamente con los especialistas en los centros de referencia.

La experta argumentó que en materia sanitaria hay una serie de variables que hacen que la solución de los problemas sanitarios sean complejos, al no ser los mismos en las zonas urbanas que en la rurales, a la vez que cada territorio tiene su especificidad y requiere de propuestas diferentes. Es algo, dijo, que hay que analizar “zona por zona” porque no hay una receta magistral para todas ellas.

“Hay que coger cada zona básica de salud, actualizar el mapa sanitario, ver las distancias, las edades, su demografía y cuáles son sus necesidades y actuar en consonancia”, comentó la ponente a este periódico antes de impartir la conferencia en el salón de actos del Museo Provincial, que se llenó por completo.

Explicó que el problema con la falta de médicos viene de antiguo porque en el año 2005 la entonces ministra Elena Salgado encargó un estudio sobre las necesidades de especialistas en el sistema sanitario que harían falta en el futuro. El trabajo se entregó en 2007 y en el mismo ya se advertía de que muchas comunidades autónomas se encontrarían con una situación en precario para atender entre once y diecinueve especialidades, en particular en atención primaria, medicina de familia y otorrino. No se hizo nada y las consecuencias son las actuales porque la formación de estos profesionales requiere de diez años.

Es un problema latente que mientras se resuelve precisa de un rediseño de los mapas sanitarios existentes, puesto que la realidad actual no es la de los años 80 cuando se hicieron los que están actualmente vigentes. Argumentó que es preciso redistribuir a los profesionales y restar la carga burocrática con administrativos sanitarios que se hagan cargo de ello, así como hacer una gestión a la demanda.

Soluciones

Defendió abordar “nuevas reformas organizativas internas”, así como planificar, organizar y gestionar. “Se puede y se debe hacer, no vale con seguir diciendo que tenemos problemas, sino cuáles son y cuáles las soluciones que se pueden poner en marcha”, apuntó.

Insistió en que “no hay una fórmula magistral única”, que cada zona básica tiene sus peculiaridades que hay que estudiar para darle respuesta, y que en la misma deben implicarse todas las entidades. Abogó por dotar a estos territorios de recursos humanos, incluida la figura de agentes comunitarios que hay en otros países, porque muchas veces se detecta que el problema sociosanitario “es más de soledad”.

Casado defendió que España tiene un “muy buen sistema sanitario”, que en el índice internacional coloca al país en el puesto 19, si bien el problema es que el mismo es “muy heterogéneo”. En cuanto a la falta de profesionales en las zonas rurales, la experta defendió en sensibilizarles desde su formación académica, y en la necesidad de que haya una coordinación y planificación desde el Ministerio. También defendió otras medidas como los incentivos de todo tipo, desde profesionales a económicos, para atraerlos hacia el territorio.

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