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Premio Jerónimo Soriano para un proyecto de atención neonatal en Malawi Premio Jerónimo Soriano para un proyecto de atención neonatal en Malawi
Virginia Giménez y Amalia García agradecieron el premio enviando un video desde Malawi

Premio Jerónimo Soriano para un proyecto de atención neonatal en Malawi

El curso de actualización de Pediatría cumple 30 ediciones y es el más veterano
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El Premio Jerónimo Soriano que la Sociedad de Pediatría de Aragón-La Rioja y Soria (SPARS) entregó este jueves en Teruel durante el Memorial del mismo nombre fue a parar a Malawi, y a un proyecto sobre la Mejora de la Atención Neonatal. Desde allí sus autoras enviaron un video de agradecimiento y para explicar el trabajo que están llevando a cabo durante su rotación externa.

Virginia Giménez y Amalia García, residentes de cuarto año de Pediatría en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, son las responsables de este proyecto con la colaboración de Ainhoa Jiménez e Irene Gil, y de Carmen Ferrer.

Las residentes recordaron que están participando en un programa de cooperación para mejorar la atención en una población con un alto índice de mortalidad infantil.

Además de entregar el premio, el Memorial, que lleva treinta ediciones y es el curso de actualización pediátrica más antiguo de Aragón, abordó diferentes temas de actualidad como la dermatoscopia en Pediatría, con la dermatóloga del Hospital Obispo Polanco, Ana Julia García Malinis, que explicó que se trata de una técnica no invasiva que se utiliza en dermatología de forma continua que ha permitido reducir el número de operaciones al poder cribar y evitar cirugías prescindibles y en el caso de la pediatría se emplea en berrugas, tiñas o moluscos, habituales en los menores.

Otro de los temas que se abordó en la sesión de este jueves fue el autismo como epidemia. José Luis Peña, pediatra de la Unidad de Neuropediatría del Hospital Miguel Servet, y presidente de la SPARS, abordó este punto de vista porque “estamos viendo muchos niños en las consultas de pediatría y de psiquiatría y en las consultas de neuropediatría que presentan rasgos del Trastorno del Espectro Autista y tratamos de analizar si verdaderamente es que hay más niños con esta dificultad o que como sociedad, como médicos, como familias, pensamos más en este problema y hemos extendido el espectro a niños con menos dificultades, más funcionales y con más capacidades”.

Este asunto se está abordando desde distintos puntos de vistas porque hoy en día hay más posibilidades para atender a esos niños que presentan signos de alarma y dificultades. “Como sociedad estamos más concienciados acerca de este problema”, subrayó, lo que explica por qué ha aumentado la prevalencia de esta patología. Además, apuntó que puede haber otros factores que están en investigación, que pueden influir, como es la edad de los padres. Las familias ahora tienen a sus hijos más tarde y eso es uno de los hechos que se está investigando.

Lo que está claro, agregó, es que todos tenemos una carga genética que puede favorecer o dificultar el desarrollo de los circuitos neuronales, pero también en nuestro entorno se puede actuar.

“Si hacemos una educación infantil o una escolarización temprana de 0 a 3, que sea en las mejores condiciones posibles y con horarios, currículos y profesionales adecuados, eso va a favorecer el desarrollo del lenguaje. Podemos hacer cosas que favorezca un mejor neurodesarrollo y una mejor crianza”, afirmó.

Por su parte, José María Civeira, médico especialista en Psquiatría de la infancia y la adolescencia del Miguel Servet, habló de que la medicina se encuentra en un momento de gran desarrollo genético y molecular, en el que se conocen los mecanismos de las enfermedades que culminan en síntomas como el autismo. “Eso requiere una colaboración multiprofesional de médicos, neurológicos, psiquiatras, psicólogos, asistentes sociales, educadores y profesores, que se agrupan y complementan esfuerzos en unidades interprofesionales en beneficio de las familias”, afirmó.

La estructuración en estas unidades es el reto para estos especialistas para atender a estos pacientes y a sus familias.

El Mermorial Jerónimo Soriano, que organiza la asociación del mismo nombre y el Servicio de Pediatría del Hospital Obispo Polanco, ha contado con medio centenar de asistentes y durante la primera jornada, este miércoles, se abordaron temas como la alimentación infantil, sus mitos y realidades y el dolor abdominal o la lactancia en el siglo XXI.

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