![Paisajes de Teruel sospecha que Solarig hace “triquiñuelas” con el proyecto Turboleta SAF](/uploads/diariodeteruel/contenidos/74402_250209-04-01.jpg)
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Paisajes de Teruel sospecha que Solarig hace “triquiñuelas” con el proyecto Turboleta SAF
Se pregunta si antepone la generación eléctrica a la producción de metanol verde y queroseno sosteniblePaisajes de Teruel sospecha que el proyecto Turboleta SAF que promueve Solarig es “una triquiñuela” y que el interés de la empresa no radica tanto en la planta de producción de metanol verde y queroseno sostenible ubicada en la plataforma logística Platea como en los activos de generación renovable que presenta para su autoconsumo: 558,8 megavatios, que incluyen un parque eólico de 208,8 MW con 29 aerogeneradores ubicados en Corbalán, El Pobo y Cedrillas y uno fotovoltaico de 350 MW de 679,4 hectáreas en Teruel.
Así lo explicaron este sábado en El Pobo los catedráticos de Geología de la Universidad de Zaragoza, José Luis Simón, y de Geografía de la Universidad de Valencia, Alejandro Pérez, miembros de los colectivos Sollavientos y Paisajes de Teruel. Ambos actuaron como ponentes en la charla ¿Este es el futuro que queremos? organizada por la asociación local La Albada para recabar información sobre el proyecto Turboleta SAF.
La junta directiva de La Albada decidió organizar esta jornada después de conocer que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) había abierto el pasado 14 de enero el periodo de consultas con el que comienza el procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Las contestaciones al documento de inicio del proyecto redactado por Solarig deben remitirse a la Subdirección General de Evaluación Ambiental antes del martes 11 de febrero.
Entre las 33 administraciones, instituciones y personas consultadas figura el Ayuntamiento de El Pobo que, según la asociación, no ha ofrecido información al vecindario. En este sentido, el presidente de La Albada, Juan Pablo Marco, indicó que ha habido “un silencio total”. “Queremos informarnos para poder tener una opinión clara de lo que se va a hacer”, dijo para explicar la organización de la jornada de carácter informativo.
Marco aseguró: “En estas tierras nuestras, porque la situación de El Pobo es extrapolable a la de cualquier otro lugar de la provincia, llevamos esperando el progreso toda la vida y ahora nos está atropellando y no sabemos cómo vamos a salir parados”.
Alejando Pérez y José Luis Simón comenzaron su intervención en el salón de El Pobo, en el que se dieron cita unas 40 personas, mostrando su oposición al proyecto Turboleta SAF y precisaron que, en nombre del colectivo Sollavientos, Paisajes de Teruel había remitido sus alegaciones al documento de inicio basadas no tanto en los impactos que generaría su ejecución como en las “exigencias” que deberían aplicarse al estudio de impacto ambiental definitivo.
Simón se preguntó en primer lugar para qué Solarig quiere hacer este proyecto: para producir metanol verde y keroseno sostenible para aviación a partir de metanol y CO2 de producción biogénica o para la generación renovable de 350 MW fotovoltaicos y 208,8 MW eólicos.
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La promotora, que prevé invertir 1.300 millones de euros, argumenta que el proyecto se ha planificado para lograr la máxima producción mediante suministro eléctrico con renovables dedicadas. Simón cuestionó que haya demanda para estos biocombustibles mientras que la generación eléctrica prevista para su fabricación equivale a la mitad de lo que producía la central de Andorra.
“¿Puede que Turboleta SAF sea una triquiñuela y que el negocio sea la generación eléctrica?”, se preguntó el catedrático, quien hizo alusión asimismo al “desorden” en el despliegue de las energías renovables en el territorio.
“Solarig plantea que la planta de fabricación de biocombustible necesita energía para funcionar. Si es así, debería haber un estudio que lo demuestre”, comentó al respecto Pérez, que añadió que el proyecto definitivo debería incluir un estudio de viabilidad económica que detallase los avales, la financiación y el desmantelamiento de las instalaciones si la empresa quebrase. “Se supone que lo que se quiere instalar son molinos y placas solares para que funcione la planta de fabricación de biocombustible, no para que sea un proyecto más de producción de energía”, dijo.
Carencias
Alejandro Pérez indicó que la Subdirección General de Evaluación Ambiental “debería haber parado el proyecto por las carencias que tiene el documento de inicio presentado por Solarig”. Sobre este asunto, dijo que no queda claro qué se va a producir: hidrógeno verde, metanol verde o queroseno. Además, sostuvo que de las tres alternativas propuestas, dos están hechas para ser descartadas y quedarse con la que incluye la instalación de los 29 aerogeneradores de 72 MW de potencia unitaria entre Concud (11), El Pobo (9) y Cedrillas (9) y la construcción de una línea de evacuación propia para este parque y otra para el fotovoltaico para llevar la energía hasta Platea.
Paisajes de Teruel también plantea la acumulación de impactos que supondría la ejecución de los cuatro proyectos previstos en el entorno de El Pobo: a los de Monteagudo, Cabigordo y Hoyalta se suma ahora el de Turboleta una vez descartado el de Agualobos.
Por último, Pérez alertó de las afecciones que pueden causar los viales de acceso a los parques y, en concreto, los conflictos que podrían derivarse de la ocupación de terrenos de cultivo donde se ha llevado a cabo concentraciones parcelarias. “Los antiguos propietarios podrían oponerse a que tuvieran un uso distinto al agrícola”, advirtió.
Entre los asistentes a la charla hubo quien cuestionó qué alternativas hay a la solar y la eólica como energías verdes y otro que dijo que la producción debería repartirse. “¿El Pobo necesita esto para la energía que consume?”, preguntó.