Música para el Ecce Homo y la Virgen de los Dolores en la capital

Con mayor devoción si cabe por el regreso de los actos semanasantistas tras el parón de la pandemia, pero con idéntica sobriedad que en otras ocasiones, La Hermandad de Nuestra Señora de la Villa Vieja y la Sangre de Cristo volvió a llevar a la Virgen de los Dolores y al Ecce Homo en la procesión de la Condena, primera tras el Domingo de Ramos desde la Iglesia de San Martín hasta la plaza de la Catedral, donde, como novedad, pudieron escucharse dos canciones, Padre, dedicada al paso de Jesús con la Cruz, y Poemas a la Virgen, dedicada a la Virgen de los Dolores.

Como es tradición, el paso del Ecce Homo salió en primer lugar de la iglesia de San Martín, tras el que marcharon los peaneros de la Hermandad de Nuestra Señora de la Villa Vieja y la Sangre de Cristo portando la imagen de la Virgen de los Dolores.

A la entrada de la plaza de la Catedral desde Yagüe de Salas ambos pasos se colocaron en paralelo y avanzaron hacia el templo. Una vez frente a él se escuchó la música devocional, tras lo cual se celebró un pequeño acto litúrgico en el que se pidió una oración por Ucrania.

La procesión de la Condena representa el momento en el que Poncio Pilatos, prefecto romano en Judea durante la Pasión, condena y envía al suplicio a Jesucristo en contra de su voluntad, por la presión de los ciudadanos que así lo exigían. Ambos pasos avanzan uno detrás de otro, representando a la madre de Jesús acompañando a su hijo en el trance.

En la procesión de la Condena se saca el paso del Ecce Homo, creado por el escultor Romero Tena en 1899, y la Virgen de los Dolores, realizada por Víctor García Villalgordo en 2012.