Máximo Huerta: “Hay muchos tipos de censura y da mucho miedo, cuantos más libros lees más libre eres”

“En todos los lugares ha habido y hay censura y da mucho miedo, por eso cuántos más libros lees eres más libre”, con estas palabras el periodista y escritor Máximo Huerta exponía este miércoles en Teruel que las limitaciones a lo que el escritor quiere contar y cómo lo quiere contar siguen existiendo y proceden de diferente lugares. El autor de Adiós, pequeño (Premio Fernando Lara) ofreció la ponencia Libros, libres en el cuarto congreso internacional Las censuras en la producción infantojuvenil que se celebra en el Campus de Teruel con unos 120 inscritos de varios países europeos y americanos.

Huerta dio su visión como lector, escritor y librero y lamentó que hay muchos libros que no se han escrito por la censura. También señaló que aunque con el tiempo se publiquen no se resuelve el daño causado. “El alma del autor jamás será curada porque está a destiempo”, afirmó.

El periodista hizo un repaso por diferentes obras literarias que son universales y que en algún momento fueron prohibidas o “mutiladas” desde El Lazarillo a Alicia en el país de las maravillas.

También cargó contra lo que se ha dado en llamar “censura positiva” que plantea una revisión de textos del pasado para adecuarlos a las sensibilidades actuales. “Censura y positiva son dos términos que no caben en la misma frase. Lo que hay que hacer es explicar el momento en que se escribieron y por qué eran así”, planteó.

En cuanto a los niños, animó a los padres a que les dejen elegir lo que leen y disfrutar de la lectura.

Este congreso es una colaboración entre la Universidad de Extremadura y la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, que cuenta con el respaldo de la Fundación Universitaria Antonio Gargallo.  

Revisionismo actual

El coordinador de la reunión científica y profesor del Campus de Teruel, Ramón Tena, resaltó la vigencia de esta temática investigadora. “Tendemos a pensar que la censura es cosa de épocas pasadas, sin embargo, cada vez estamos asistiendo más a un revisionismo de lo que se escribe porque creemos que los niños o los lectores infantiles no están capacitados para entender algunas cuestiones, cuando realmente tienen una madurez para tratar cualquier tema, la diferencia está en el tono y la profundidad y el vocabulario, pero muchas veces les evitamos alguna lectura cuando sí que están más preparados”, aseguró el especialista.

Tena también indicó que ha cambiado el mecanismo de control respecto a épocas pasadas como el periodo franquista, pero aseguró que sí que existe una censura. “No te dicen no escribas esto, pero te dicen no está dentro de la línea editorial, hay una forma secundaria, soterrada o más sibilina para decirte este contenido sí y este no o simplemente con no financiar un proyecto”, comentó y aseguró que además los temas siguen siendo los mismos: moralidad, religión o política.

Sobre el público infantil el investigador lamento “la doble barra de medir” que hay en la sociedad. “Nos escandalizamos a lo mejor porque un niño vea en un libro un desnudo que es algo natural y, sin embargo, no controlamos lo que están viendo en el móvil que tienen mucha facilidad de acceder a pornografía siendo menores de edad”, ejemplificó.

Por otro lado, Tena también señaló que se incide mucho en que las lecturas para niños y adolescentes esan “provechosas”, que tengan una finalidad moralizante, que se aprenda algo, que tenga un contenido didáctico y defendió que lo que debería de importar es que esas lecturas sea atractivas para el niño porque sí es así “ese niño, dentro de unos años ya tendrá esa semilla que habrá germinado y le interesarán sus propios libros y será un lector consolidado y con apetito lector”.