Los municipios de la comarca del Matarraña se enfrentan a una situación muy complicada

La comarca del Matarraña sigue atravesando una situación de emergencia por la devastadora dana que ha provocado lluvias torrenciales, crecidas de ríos y graves complicaciones en carreteras, suministro de agua y acceso a servicios básicos. En el municipio de Beceite, el alcalde, Juan Enrique Celma, ha indicado que las precipitaciones han acumulado más de 450 litros hasta la fecha, con lluvias que continúan incesantes. Los caminos están intransitables y varios muros han sufrido desprendimientos, lo que limita la movilidad en la zona.

“Tenemos una acequia que amenaza con desbordarse y entrar en algunas viviendas, y estamos a la espera de que los bomberos puedan acceder, ya que deben limpiar el acceso al pueblo, bloqueado por derrumbes en la carretera”, comenta Celma. Esta situación dificulta la evaluación de daños, aunque el alcalde anticipa que el impacto será grave.

En Lledó, la alcaldesa, Teresa Crivillén, ha confirmado el corte de numerosas vías, como el puente de Arens, que era una ruta alternativa debido a otras obras en la zona. Crivillén señaló que el puente de hierro en Valderrobres es una auténtica “pista de agua” y que el acceso desde Lledó se ha visto gravemente comprometido. “Estamos recomendando a la gente que evite los caminos, porque son inaccesibles y el clima sigue empeorando”, afirmó.

Según Crivillén, el pronóstico advierte de un recrudecimiento de la tormenta al mediodía. Los bomberos de la Diputación de Teruel han llevado sobre las 16 horas 12.000 litros de agua. Dicen que próximamente traerán otros 12.000, pero la alcaldesa afirma que como mínimo necesitan alrededor de 80.000 litros al día. Se ha comunicado a los vecinos que solo usen el agua para lo más necesario, sin emplear electrodomésticos.

En Peñarroya de Tastavins, el alcalde, Ricardo Blanc, ha manifestado su preocupación por las masías rurales, algunas de las cuales están aisladas por el colapso de barrancos y pequeños ríos desbordados. Blanc asegura que los habitantes de estas viviendas cuentan con provisiones y ha insistido en la importancia de que permanezcan seguros en sus casas hasta que la situación mejore y se puedan evaluar los daños en los pasos del río y las carreteras adyacentes.

La alcaldesa de Mazaleón, Rosa Orona, ha expresado su inquietud por la crecida del barranco de Val de Alcañiz y la acumulación de barro en los depósitos de agua. La comunidad ha solicitado a los bomberos que lleven agua potable, ya que actualmente no hay suministro, al igual que ha ocurrido en Mazaleón y, por el mal estado de las carreteras, es incierto si podrán realizar los envíos. Orona ha añadido que están a la espera de un camión con bidones de agua para asegurar el acceso al agua potable en caso de que la situación empeore. Aparte de la creciente del río, que ya ha causado graves daños a plantaciones cercanas en anteriores temporales, también preocupa el puente que conecta las dos partes del pueblo, el cual vibró este miércolesLos m con la fuerza del agua y presenta riesgo de colapso.

Además de las complicaciones en carreteras y viviendas, la tormenta ha impactado la actividad empresarial de la zona. Desde el sector empresarial del Matarraña, informan que han recibido recomendaciones para cerrar negocios debido a las condiciones adversas, lo que ha llevado al cierre de varios talleres y empresas de autónomos en las localidades afectadas. La mayoría del personal de estos negocios reside fuera de la comarca y muchos trabajadores han decidido regresar a sus hogares ante el riesgo de quedarse aislados. A pesar de estos cierres, los centros de alimentación y algunos bares permanecen abiertos para asegurar el suministro de productos básicos a la población.