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Los miembros del Seisado reivindican los valores  del respeto, la unión,  el amor y la esperanza Los miembros del Seisado reivindican los valores  del respeto, la unión,  el amor y la esperanza
La procesión de Santa Emerenciana en el Torico. Bykofoto/Antonio García

Los miembros del Seisado reivindican los valores del respeto, la unión, el amor y la esperanza

Santa Emerenciana sale en procesión en una jornada festiva en la que los seises recibieron sus medallas
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Una de las tradiciones más antiguas de la ciudad volvió a cobrar vida este domingo con el nombramiento del Seisado, los seis matrimonios turolenses que en caso de catástrofe deberían hacerse cargo de Teruel mientras se restableciese el orden. Sus integrantes, a los que por primera vez en la historia se les dio la palabra en el acto de entrega de las medallas que les acredita como tales, reivindicaron el respeto, la unión, el amor y la esperanza como los principales valores que deben regir esta figura histórica. El acto, celebrado en el Obispado, precedió a la misa en honor a Santa Emerenciana y a la procesión por las calles del Centro Histórico de la patrona.

Nervios, emoción y orgullo eran los sentimientos compartidos por las seis parejas que integran el Seisado, cinco de ellas casadas durante el último año, y la sexta el último concejal de la corporación municipal, en este caso Carmen Romero, que haya contraído matrimonio, todos ellos por la Iglesia.

Es una institución que se remonta a hace más de 500 años y que desde hace tres décadas ha cobrado un gran impulso gracias al empeño que tuvo en su día Paco Gómez Sobreviela, jefe del Seisado, y que año tras año no ha dejado de implicarse en que el acto celebrado este domingo acabase convirtiéndose en uno de los más importantes programados dentro de las Fiestas del Ángel.
 

El Seisado de este año con la alcaldesa en el Obispado de Teruel. Bykofoto/Antonio García

El Obispado acogió la entrega de medallas a los nuevos seises, que posteriormente acompañados por la corporación municipal, autoridades y la Banda de Música Santa Cecilia se dirigieron a la Catedral de Teruel, donde el obispo de la Diócesis, José Antonio Satué, ofició la misa en honor a Santa Emerenciana, patrona de la ciudad. Los actos finalizaron con la procesión de la santa por las calles del Centro Histórico acompañada por grupos folclóricos y casas regionales.

Este año hubo una novedad, que por primera vez los seises se dirigieron al público en el acto del Obispado, porque como afirmó la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, mantener las tradiciones es “importante”, pero también es bueno incorporar novedades acordes con los tiempos. Buj manifestó durante su intervención que era un “momento emocionante” porque suponía “mantener viva” una de las tradiciones más antiguas de la ciudad. Apuntó a este respecto que el “arraigo” y la necesidad de pertenencia a un lugar la dan las tradiciones como es este caso.

La alcaldesa agradeció también a Paco Gómez el impulso permanente que ha dado a esta institución, al igual que a los peaneros que portan a la santa durante la procesión, dos de los cuales recibieron unas placas de cerámica como reconocimiento a los años que lo habían hecho.

Recordó cuál era el origen de esta tradición que se remonta a hace más de 500 años, cuando el Seisado estaba formado por los matrimonios que en caso de una epidemia o catástrofe si desaparecía el Concejo y los jueces, tenían que hacerse cargo del gobierno de la ciudad hasta que se eligiesen otros nuevos. Incidió en que fue algo de lo que los turolenses tomaron conciencia en 2020 con la pandemia y “vimos que el Seisado tenía más importancia de lo que nos parecía”.
 

Vaquero, Nolasco y el mantenedor con otras autoridades. Bykofoto/A. G.

Referentes

La alcaldesa se refirió en especial a algunos de los seises de este año, como la pareja formada por Alberto Villalba y Beatriz Sanahuja. Él es el joven que hace años resultó gravemente herido por el estallido de un explosivo de la Guerra Civil que le dejó importantes secuelas, y que después de aquella tragedia ha rehecho su vida. Se casó el año pasado y ahora espera su primer hijo.

Emma Buj dijo que esta pareja era ejemplo de lo que es “vivir la vida” y de “disfrutar de lo que se tiene”. Manifestó que tenía un especial cariño por ellos y los puso como “referentes” para todos los turolenses. Mencionó también a Daniel Luque, policía local reconocido con una medalla por su actuación el día del derrumbe del número 21 de la calle San Francisco, y a Natalia Maicas, con una larga tradición dentro de su familia como miembros del Seisado.

La institución la encabezan este año la concejala del PP Carmen Romero y su marido Bernardo Sánchez, y como Ciudadano Gonzalo Bellés Rivera y Miriam Grimalt López, que fueron los que tomaron la palabra en el acto por primera vez en su historia para destacar los valores de respeto, unión, amor y esperanza que tenía el Seisado.

El acto estuvo amenizado por el Trío Lugh de música celta y entre los asistentes al mismo, además del mantenedor, los miembros de la corporación municipal y las autoridades de distintas instituciones, asistieron en representación del Gobierno de Aragón sus dos vicepresidentes, Mar Vaquero y Alejandro Nolasco.

Vaquero, en declaraciones previas a la prensa antes de que se iniciase el acto, manifestó que había querido acompañar a la ciudad para seguir “defendiendo y celebrando sus tradiciones” en un día tan especial como era el de la patrona de Santa Emerenciana.

La vicepresidenta segunda y consejera de Economía aseguró que con anterioridad no había tenido la oportunidad de asistir a esta festividad y destacó que era “muy importante apoyar todos aquellos eventos que atraen muchos visitantes a la ciudad y que hace que se mantenga viva”, como ponen de manifiesto los visitantes que llegan a Teruel durante estas fechas.
 

Grupos regionales y folclóricos participaron en la procesión. Bykofoto/A. García

Orgullo

La concejala Carmen Romero, al frente del Seisado, manifestó antes de la entrega de las medallas a sus miembros que era un “orgullo” formar parte de esta tradición. Comentó que dentro de los objetivos para los que se creó esta figura hace más de 500 años “intentaríamos gestionar la ciudad lo mejor posible con los seises que nos han tocado”, aunque manifestó tener claro que al ser una institución tradicional tampoco funcionaría como se pergeñó en su día. Su marido, Bernardo Sánchez, añadió que estaba “encantado” de seguir en el Seisado tras la experiencia del año pasado, cuando ya lo fueron, y de “poder cumplir con esta tradición que tiene tantos años”.

Entre los seises todo eran nervios y se quedaban sin palabras al acudir a ellos los periodistas para que contasen qué sentían en ese momento. Óscar Rueda y Vanessa Julián comentaron que formar parte de esta institución era un “privilegio”, además de un “recuerdo muy importante que tendremos para siempre”.

Miriam Grimalt y Gonzalo Bellés dijeron que era un acto “importante para la ciudad” en el inicio de las fiestas y una manera de “celebrar el amor y el matrimonio”. Gonzalo añadió que para ellos era también una “tradición familiar” porque sus abuelos y su hermana fueron seises.

Alberto Villalba y Beatriz Sanahuja, que esperan su primer hijo, comentaron que era “un orgullo” y estaban “muy contentos” porque forma parte de la historia de Teruel, y que cuando se lo propusieron se emocionaron. Alberto manifestó que se encontraba bien porque “la vida sigue y no hay que mirar atrás”, ni pararse ya que “siempre llegan cosas nuevas”.

Daniel Luque y Natalia Maicas también consideraron un “orgullo y un privilegio” formar parte del Seisado por ser una “experiencia muy bonita”. La otra pareja de seises fue la formada por Daniel Traver y Lourdes Igual.

El jefe del Seisado, Paco Gómez, expresó su satisfacción por la importancia cada vez mayor que se ha dado a esta tradición en las últimas décadas al adquirir el protagonismo que tiene hoy día.
 

Entrega de una placa a uno de los peaneros. Bykofoto/Antonio García

Reconocimientos y recuerdos 

El acto de entrega de las medallas al Seisado celebrado en el Obispado de Teruel fue un momento también para los recuerdos y algunos reconocimientos a quienes año tras año hacen posible esta celebración y la procesión de Santa Emerenciana.
Durante el desarrollo del mismo se entregaron sendas placas de cerámica a dos peaneros que durante muchos años han cargado a Santa Emerenciana en su recorrido por la ciudad. Los distinguidos fueron José Liberos Belmonte y José Garzarán Ríos.
No faltó tampoco el recuerdo al Cronista de Teruel, Vidal Muñoz, recientemente fallecido y que año tras año acudía al acto del Seisado. De hecho fue autor de un libro que hace un recorrido por esta institución a lo largo de la historia.

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