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Los hosteleros confían en salvar agosto con las reservas que lleguen a última hora Los hosteleros confían en salvar agosto con las reservas que lleguen a última hora
Turistas este mes de julio en el tren que recorre la capital turolense

Los hosteleros confían en salvar agosto con las reservas que lleguen a última hora

Las casas rurales tienen una previsión de ocupación de en torno al 65%
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Cruz Aguilar

Los hosteleros confían en salvar agosto con reservas de última hora, como ya ocurrió el año pasado. De momento no hay mucha demanda en los hoteles y la previsión de ocupación en las casas rurales es del 65%, aunque esperan llegar hasta el 95% durante la semana del 15.

El presidente de Teruel Empresarios Turísticos (TET), Roche Murciano, vaticinó un agosto “similar al de 2023”, con una ocupación alta pero un volumen de negocio no tan elevado puesto que, para captar a los clientes de última hora, se ven obligados a bajar los precios hasta cifras “de temporada baja”, dijo el hotelero.

En este sentido, concretó que aunque en agosto los turistas miran más hacia la España interior que en julio, las reservas se producen principalmente a última hora y se trata de clientes que “miran mucho el precio porque van con el presupuesto muy justo”. Por eso, aunque la ocupación es buena, esas reservas del último minuto les obligan a bajar las tarifas hasta cifras de temporada baja.

Murciano recordó que la elevada ocupación que hubo durante 2022, que calificó como “el mejor verano turístico de la historia”, será difícil de repetir puesto que en ese momento Teruel era un destino ideal para huir de la masificación y encontrar tranquilidad, “pero ahora la pandemia se ha olvidado y a la gente ya le da igual estar pegado a un desconocido en la playa”.

Julio dispar

En lo que respecta a las casas rurales la previsión es llegar al 65% y rozar el lleno la semana de la festividad del 15 de agosto. Se trata de unos números muy superiores a los de julio, donde la ocupación para las viviendas rurales se situó en torno al 40%. En cuanto al perfil de clientes, es muy variado según zonas, según indicaron desde la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur). Así, en el Bajo Aragón se recibieron sobre todo familias y morteros con una estancia media de entre tres y cuatro días. El turista principal en esta zona procede fundamentalmente de Cataluña, Aragón, la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid, y entre los extranjeros destacan franceses, ingleses, italianos y alemanes.

Hasta las viviendas rurales de la Comunidad de Teruel y Gúdar-Javalambre han llegado este julio grupos de familias, principalmente valencianas, vascas y madrileñas, mientras que las ocupaciones en la Sierra de Albarracín han sido tanto de familias como de cuadrillas de amigos procedentes de la Comunidad Valenciana y la de Madrid.

El mes de julio ofreció cifras muy dispares en los hoteles y apartamentos turísticos provinciales ya que mientras que fue un buen mes en la capital gracias a la Vaquilla y la Baja Aragón, en el resto, salvo contadas excepciones, “fue bastante malo”, según detalló Roche Murciano.

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